viernes, 4 de diciembre de 2015

Marguerite Duras (1914/1996 )

Cirrosis


He vivido sola con el alcohol durante veranos enteros, en Neauphle. La gente venía los fines de semana. Durante la semana estaba sola en la gran casa, y allí el alcohol adquirió todo su sentido. El alcohol hace resonar la soledad y termina por hacer que se lo prefiera antes que cualquier otra cosa. Beber no es obligatoriamente querer morir, no. Pero uno no puede beber sin pensar que se mata. Vivir con el alcohol es vivir con la muerte al alcance de la mano. Lo que impide que uno se mate cuando está loco de la embriaguez alcohólica, es la idea de que, una vez muerto, no beberá más. Empecé a beber en las fiestas, en las reuniones políticas, primero vino y luego whisky. Y luego, a los cuarenta y un años, encontré a alguien que le gustaba de verdad el alcohol y que bebía cada día, pero razonablemente. Lo superé en seguida.Esto duró diez años. Hasta la cirrosis y los vómitos de sangre.


("el hombre aproximativo.blogspot", trad. miguel parra)

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