Dream song 263
No soportamos envejecer, pero envejecemos.
Nuestras diferencias se suman. Nuestra piel
se endurece o se marchita: se altera.
Se requiere valor; las cosas ya no son lo que han sido,
nunca lo serán. Los corazones ardientes se enfrían,
la energía no emerge a la superficie,
en secreto crece el alma menguante,
aprendida e incierta, joven otra vez
pero no en el mismo sentido:
Heráclito tenía una sabía palabra al respecto,
que he olvidado. Nos levantamos y lanzamos desatinos,
más sabios, en el fondo,
pero no más precisos. Dejemos eso a los jóvenes;
avanzar a tientas, hacia donde nadie ha estado
-constituye nuestro privilegio.
Además, uno se rinde pronto en nuestra época
-constituye vuestro privilegio, desde Chatterton
hasta nuestros días, un poco más amargos.
(fuente: "el poeta ocasional", traducción de Rafael Vargas.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario