Mientras muchos hablaban de un Jorge Bergoglio que se mueve en colectivo y trata de alejar a los niños pobres de las drogas, la comunidad gay argentina salió repudiar su designación: dijeron que sienten "vergüenza" de que alguien que encabezó una cruzada contra la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo haya sido designado Papa de la Iglesia católica.
"Durante el debate por la Ley de matrimonio gay, en 2010, Bergoglio fue la cara visible de la oposición de la jerarquía de la Iglesia Católica. Operó, por un lado, desde la vida pública, con esa famosa marcha que se organizó frente al Congreso y enviando aquella carta a todas las iglesias del país. Allí Bergoglio dijo 'esta guerra no es vuestra sino de Dios' y planteó el matrimonio como 'un plan del demonio' para destruir a la familia y a la sociedad argentina", dijo a Clarin.com Esteban Paulón, presidente de la Federación FLGBT. "Por otro lado, trabajó desde lo invisible: pudimos constatar que operó a través de todos los obispos provinciales presionando a senadores y diputados para que no votaran la ley".
"Me parece una vergüenza", coincidió Diego Trerotola, activista de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). "Me parece consecuente con la postura de la Iglesia vaticana con respecto a temas vinculados a los derechos de la diversidad sexual. De todos modos me parece un Papa perdedor, un Papa que no tiene predicamentos sobre la política argentina: acá se aprobaron la ley de matrimonio igualitario y la de identidad de género y no pudo imponer sus ideas".
"No me sorprende que la jerarquía de la Iglesia esté nombrando a alguien que la representa fielmente pero sí que muchos referentes progresistas de nuestro país estén celebrando que un argentino que milita en contra de los derechos de la diversidad y de las mujeres haya sido elegido Papa", opinó María Rachid, secretaria de la Mesa nacional por la igualdad y miembro de la FLGBT. "Es un hombre que se opone al uso de anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados, a la educación sexual en los colegios, al uso de preservativo para prevenir infecciones de transmisión sexual, y por último, obviamente, al derecho al aborto. Que sea argentino no lo exime de esto y, la verdad, no me alegra que haya un argentino representando todas estas ideas".
Ninguno cree que la designación signifique un verdadero cambio: "Un cambio de Papa podría haber sido una oportunidad para modificar posiciones muy dogmáticas de la Iglesia Católica, que incluyen justificación y soporte teórico para que todavía haya ocho países que penan la homosexualidad con la muerte", dijo Paulón. "Tampoco creo que haya un cambio sustantivo. Creo que las políticas de la Iglesia siempre están en contra de las medidas populares y democráticas y trabajan más por imposición de la fe que por consenso", dijo Trerotola.
(nota tomada del sitio "clarín", Buenos Aires.)
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