Oración a la virgen pasajera y suburbana
Oh, virgen milagrosa, virgen inmaculada, virgen suburbana y compasiva, protégenos de carteristas, cuídanos del sudor ajeno y de los apretujones, llévanos a buen destino, no permitas que el camión se descomponga, líbranos de embotellamientos, ampáranos de los choferes que juegan carreritas y permite que nuestros hermanos con guitarras y maracas ganen su pan diario con lo que gustemos cooperar. Danos hoy, mañana y siempre nuestro modesto tour de cada día por el centro de la ciudad y anexas, impide que nos aburramos e inspira al chofer para que ponga buenas cumbias en el estéreo, ruega por nosotros los pasajeros ahora y en la hora de nuestra bajada, amén.
(texto tomado del blog 'ruta norte laguna', del escritor Jaime Muñoz Vargas.)
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