Una brutalidad inusitada y el fanatismo del cartel mexicano denominado La Familia, cuyo bastión es el Estado de Michoacán, atrajeron la atención de la Embajada de Estados Unidos, asombrada por la vesania de una banda que asesinó a 10 policías entrenados por Estados Unidos, según revela un cable , e inculca en sus sicarios un celo limítrofe con el mesianismo.
Ese cartel no solo mata a la policía y se lucra con el narcotráfico, sino que también se ha adentrado en el blanqueo de capitales, la extorsión, el secuestro y la corrupción de funcionarios. "Un fervor casi religioso, cercano al culto, inspira a La Familia, algunos de cuyos integrantes se refieren al mercado de la marihuana y la cocaína como 'regalos del cielo", dice un informe de la representación diplomática de Estados Unidos, país que comparte con México más de 3.000 kilómetros de frontera y la lacra del narcotráfico. Miles de soldados y agentes de los cuerpos de seguridad la combaten a ambos lados de la línea divisoria.
"La Familia continuó sus ataques a la Policía Federal, y después de una serie de incursiones, intensificó su ofensiva con la captura, tortura y asesinato de 12 policías federales fuera de servicio. La Familia irrumpió en la casa alquilada por los policías, y los trasladó a otro lugar, donde fueron torturados y ejecutados", señala un cable , que alude al arraigado fenómeno de la corrupción en México: Julio César Godoy, hermanastro del gobernador de Michoacán, parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), izquierda, se dio a la fuga cuando era buscado como sospechoso de proteger las operaciones de La Familia en el sureste estatal. "Los asesinos [de los policías] dejaron una nota burlona cerca de los cadáveres que decía: 'Vengan por nosotros otra vez. Los estaremos esperando". Diez de los policías habían sido miembros de la Unidad de Investigación Especial (SIU, por su siglas en inglés) y asistido a varios cursos de entrenamiento impartidos por Estados Unidos.
La Embajada estadounidense comunica a Washington que La Familia Michoacana, tal como se la conoce en México, ataca con tácticas guerrilleras, aprovechando el agreste territorio de Michoacán y tiene puntos de distribución de droga en México y Estados Unidos. "Permite a sus miembros consumir marihuana y cocaína, les advierte contra la adicción, y les prohíbe consumir metanfetaminas. Se dice que la banda ha establecido sus propios centros de rehabilitación para los miembros que se han hecho adictos. Por otra parte, las drogas sintéticas se distribuyen solo en el mercado gringo para envenenar a la sociedad norteamericana", según el despacho diplomático, alarmado por "la impresionante habilidad del cartel en la ejecución y coordinación [de sus acciones], además de su gran depravación". Un total de 42 de los 62 laboratorios de metanfetaminas descubiertos en México, en el año 2009, lo fueron en el Estado de Michoacán.
La representación diplomática, que sigue puntualmente todos los asuntos relacionados con el narcotráfico mexicano, considera que el elevado número de laboratorios desmantelados demuestra la importancia de La Familia en el mercado de las metanfetaminas, y explica también la movilización del presidente, Felipe Calderón, contra la banda, ya que Michoacán es su Estado natal. Más de 7.000 soldados y policías participaron en algunas de las batidas. "El culto de los miembros a los principios de La Familia contribuye a su virulento odio contra los que no pertenecen al grupo", agrega la Embajada .
Las informaciones remitidas al Departamento de Estado estadounidense parecen coincidir con un ensayo del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra estadounidense, escrito por el experto en asuntos mexicanos George Grayson. La Familia, según ese autor, ha establecido en Michoacán una especie de "gobierno alterno". Paralelamente al Gobierno electo, "hay una narcoadministración que genera empleos (con el cultivo de drogas), mantiene el orden (con la represión de los carteles rivales), realiza funciones cívicas (la reconstrucción de iglesias), cobra impuestos (extorsiona a empresarios) y vigila a los recién llegados". Sus sicarios administran la "justicia divina" a violadores, ladrones y corruptores de jóvenes y algunas de sus proclamas se alzan "contra la delincuencia desenfrenada" de Morelia y en defensa de "los valores universales", en un intento de ganar simpatía popular. Los cables suman asimismo la relación de funcionarios detenidos por colaborar con el cartel a cambio de dinero.
La Fiscalía General mexicana informó a la Embajada de que Los Zetas guerrean contra La Familia para recuperar territorio después de "la alianza de conveniencia de la Familia con el cartel del Pacífico y otras organizaciones narcotraficantes, como las lideradas por Nacho Coronel [uno de los cuatro capos del cartel de Sinaloa, abatido a tiros por el Ejército en julio del 2010] y Nava Valencia [jefe del cartel del Milenio, extraditado a Estados Unidos en enero pasado]".
Ese matrimonio de conveniencia reforzó su "solvencia" como cartel y colocó a La Familia al frente del mercado de las metanfetaminas. "La escalada de violencia de La Familia, con la ejecución de 12 policías bien entrenados, ha asestado un duro golpe a las operaciones oficiales contra ese cartel. Tenemos pocas razones para pensar que hemos visto el final de la violencia entre los cuerpos de seguridad y La Familia de Michoacán".
(nota tomada de El País.)
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