viernes, 31 de agosto de 2018

Alejandra Echeverri (1997 )

Tengo una herida en el rostro, es mi madre



Antes,
cuando tenía quince o algo menos,
me miraba al espejo
y encontraba los rasgos de nadie.
Era la hija de la mujer sin rostro
o quizás de la mujer sin nombre.
Hoy que mis ojos pesan un poco más,
que mis grietas
son mucho más largas y peligrosas,
me veo de frente,
espejo-persona,
y me doy cuenta que mi madre
se ha reposado en mí.
No solo tengo sus cabellos tristes,
también su boca llena de dolor,
de palabras a las tres de la mañana
y de humo fácil de odiar.
Hoy tengo todas sus mentiras en mi boca,
toda su música en mis oídos,
todos sus sueños en mi pecho.
Comprendí que mi madre pudo ser yo
o quizás el reflejo de su espejo
clavado en mi propio rostro.


("revistadepoesiaclave")

jueves, 30 de agosto de 2018

Frank Báez (1979 )

En la Biblia no aparece nadie fumando



Pero qué tal si Dios o los que escribieron la Biblia
se olvidaron de agregar los cigarros
y en realidad todas esas figuras bíblicas
se pasaban el día entero fumando
al igual que en los cincuenta en que se podía fumar
en los aviones y hasta en la televisión
y yo imagino a todos esos gloriosos judíos
llevándose sus cigarrillos a los labios
y expulsando el humo por las narices
en lo que aguardan
por sus visiones o porque Dios les hable,
e imagino a David tocando el harpa
en un templo lleno de humo,
a Abraham fumando cigarro tras cigarro
antes de decidirse a matar a Isaac,
a María fumando antes de darle a José
la noticia de que está embarazada,
e incluso imagino a Jesús sacando un cigarro
de detrás de la oreja y fumando
para relajarse antes de dirigirse a las multitudes
reunidas en torno suyo.
Yo no soy un fumador.
Pero a veces me vienen ganas y fumo
como en este instante en que miro la lluvia
caer tras la ventana
y me siento como Noé cuando esperaba
que pasara el diluvio y se la pasaba
de arriba a abajo por toda el arca
buscando donde había puesto
esa maldita cajetilla.



("revistadepoesiaclave")

miércoles, 29 de agosto de 2018

Erik Moya (1994 )

Que nos coman los ojos...



que nos coman por los ojos
(ojos de cristal meth)
la bala que dejó escapar el corazón
arde en las puntas de la uñas
(el temblor de la vista)
Juluis    brinca las calles y los cuerpos tirados
esos que ya no te sirven    esos que inyectaste una vez
los que gotean blanco de la mitad de su cuerpo
los que explotaron por la magia que trasmites
bríncalos    Juluis
no entienden que eres mago
el que viene en busca de todos el cuenta cuentos
bríncalos    y te espero en algún lugar
con la sustancia entre las piernas
y con la liga amarrada al brazo

(Año 2017. Morelia, Mich. Juluis desapareció de las calles.
Se escucha la canción “Lágrimas Negras” interpretada por La gran familia)


["periódico de poesía", #110, unam, méx., 2018)



















martes, 28 de agosto de 2018

Isolda Dosamantes (1969 )

Brujería


Cuando te nombro

caen una a una estrellas verdes

una cana, dos, diez años,

retoño de los sueños

veinte años y regresas.



Te escucho pintadas las ojeras.



Caminaríamos una calle juntos

si no fueras aceite que quema y se consume.



Del barro nos fundimos espirales

las sábanas de hotel

se agitan a distancia.

Eres sólo un mal día

dolor de espalda

un peso que no quiero tener.


Con este conjuro te ordeno que te vayas.



("tercera vía")

lunes, 27 de agosto de 2018

Benjamín Alire Sáenz (1954 )

Meditación



Esta noche él ha perdido su fe. Ahora
entiende que nada de esto
terminará. No quiere
ser consolado. No quiere evitar
su mirada. Sangre es lo único que conoce. Fuego es
lo único que conoce. Armas. Estruendos. Él busca
el cielo – pero sí quiere, quiere
evitar su mirada. Por una vez en su maldita
vida, le gustaría vivir sin las noticias
del día. Por una vez. Por una vez
en su maldita vida, le gustaría
bañarse en la tranquilidad de sus propias
palabras dulces y situar un paraíso

de frases en una página perfecta.


("periódico de poesía", no.110, unam, méx., 2018, trad. paulina severo)

domingo, 26 de agosto de 2018

Enrique Solinas (1969 )

Mi padre es leve



Mi padre es leve como una flor
cuando en otoño cae como las hojas
del libro que alguna vez leyó
al calor del invierno.

Cuando partas de aquí,
Padre,
partiré también.

Algo tuyo
quedará en mí,
siempre.

Y siempre algo de mí

se irá contigo.


("blog de nicolás domínguez")

sábado, 25 de agosto de 2018

Eugénio de Andrade (1923/2005 )

El amor



Estoy amándote como el frío
corta los labios.

Arrancando la raíz
a lo más diminuto de tus ríos.

Inundándote de dagas
de saliva esperma lumbre.

Estoy rodeado de agujas
tu boca más vulnerable.

Marcando en tus costados
el itinerario de la espuma.

Así es el amor: mortal y navegable.


("a media voz", versión de alberto ruy sánchez)

viernes, 24 de agosto de 2018

Luis Alberto Arellano (1976/2016 )

Epitafio




Bajo esta roca pulida para la muerte, yace la sombra de un hombre.
No hay nada aquí de valor sino huesos blancos de sal.
No hay nada aquí de valor sino huesos.
No hay nada aquí de valor.
No hay nada aquí.
No hay nada.
No hay.
No.
Viajero, detén tus pasos
y asegúrate que la sombra continúe
soñando su sueño de huesos
blancos de sal
después busca fortuna
en otra roca severa bajo el sol.


("tercera vía")

jueves, 23 de agosto de 2018

Elvis Guerra (1993 )

Uno

Podrás sacarme de tu
cabeza,
pero nunca de tu
entrepierna.






Tobi


Zanda cueeu’ naa ndaani’
xiga i’cu’,

xisi qui zabeeu’ naa lade
ñeeu.



("declaración de ausencia")

miércoles, 22 de agosto de 2018

Briceida Cuevas Cob (1969 )

El búho


El búho llega.

Se agazapa sobre el muro.

Medita.

Qué muerte anunciar

si ya nadie vive en este pueblo.

Los fósiles de la gente

Transitan a ningún lado.

Pinta la luna las tumbas del camposanto

que ha comenzado a masticar la maleza.

El búho

ensaya un canto a la vida.


Se niega a presagiar su propia muerte.


++++

Xooch'



Dzok u k’uchul xooch’.

Tu mot’ubal yo’ koot.



T’uubul tu túukul.

Máax ken u tomojchi’t

ua mix máak ku k’in ti’e kaaja.

U xla’ báakel maakobe chen ka maanakoob.

Ujé tu boonik u muknaliloobe ch’een k’aax

dzok u kaajal u luuk’u tumén lóobil.

Xooch’e

tu xuxubtik u k’ayil kuxtal.

Tumén ma’ u k’aat u k’ay u kíimil.


("tercera vía")

martes, 21 de agosto de 2018

Kirmen Uribe (1970 )

Haya



Imaz, de Alzo, plantó un retoño de haya
en el monte Basaitz, el año que conoció a su mujer.

Lo cuidó con esmero durante toda su vida,
y rodeándolo con su cinturón notaba cómo crecía.

Fue uno de los mejores escribiendo coplas,
y murió en 1893. Su mujer, veinticinco días después.

Para abarcar el contorno del haya, hoy en día
le haría falta un cinturón de cinco metros.


("javier das")

lunes, 20 de agosto de 2018

Joan Margarit (1938 )

Autopista



Empieza a anochecer, y en el coche la voz
grabada de Neruda recita sus poemas.
Entre roncos camiones nuestros faros
se adentran en la lluvia. Parece que buscaran
a una niña olvidada en una tumba
y el poema que él nunca le escribió.
Ególatra y patético, mi héroe
¿llegó a sentir alguna madrugada
que amar no es escribir cantos de amor?
Pobre Neruda, pobre gran poeta
llorando bajo tierra por la niña
que le esperó en un viejo cementerio
en los campos violeta y amarillos de Holanda.
Los poemas la ocultan como a un pájaro muerto
que el viento va cubriendo de hojarasca.



("javier das")

domingo, 19 de agosto de 2018

Uriel Martínez (1950 )

Percance



Hace ocho años murió H, mi vecino
de la colonia cercana,
sus padres lo identificaron con
el rostro desfigurado y el coche
vuelto chatarra.

Hace cuatro días alcancé
a comprar algunos víveres
con menos pesos y centavos;
hoy no. Pagué con un Cuauhtémoc.

H vio irse planes de estudio
en poco menos que una tarde;
se supone que lo acosaron
por carretera a Aguascalientes.

Acaso lo despojarían del auto,
el efectivo, las tarjetas de crédito
y del rostro de tez morena.
Acaso...

No me despedí de él, tampoco
dejaré de hacer las compras
de la semana o la quincena.
Para qué, si la muerte es breve.


[inédito]

sábado, 18 de agosto de 2018

Manuel Bolom Pale (1979 )

                                                  (alebrije angélico jiménez)





Divina señora, que estás en el cielo...



Divina señora, que estás en el cielo;
divina señora, que estás en la tierra;
dueña del firmamento,
dueña del mundo.
Despierta las palabras
solo así podré empezar la nueva siembra
solo así podré imitar la voz de los pájaros
junto mis manos, así como la tierra
así como ellos juntaron sus cantos
y que nazca la voz de lo profundo de mi ombligo
el consejo profundo que se junta
el consejo profundo que se impregna
en las paredes de mi memoria
todo el dolor
todo el seco llanto
todas las señales
de mi estirpe, de mi linaje, mi raíz
en este barro huidizo que soy.



Ch'ulmetik, oyot ta vinajel;
ch'ulme'tik, oyot ta chúl balamil;
yajvalel vinajel,
yajvalel balamil.
Vik'eso sat ti k'opetike
ja' no'ox jech ta jlikes ti ach' ts'' unubile
ja' no'ox jech stak' jtak'be sk'op ti mutetike
ta jnub ti jk'obe xchi'uk ti ch'ul balamile
ja' jech k'uchel la stsob sk'ejimolik uk
ak'o anuk jk'op ta yut jmixik'
ta yul tsoblajel j-almantal
ta yutil tsoblajel ti spak' sba ta xokon snopbenal
ta sjunlej sk'uxul o'ntonal
ta sjunlej takin ya'lel satil
ta sjunlej k'usi chk'ot ta pasel
ta kuts' kalal, ta yibel kuxlejal,
ta k'unil ach'elun.



("fiesta de la chicharra: un discurso ceremonial para matrimonio", "sk'inal xikitin: k'opojel yu'un nupunel", ed. dirección general de culturas populares, indígenas y urbanas, méx., 2017)

viernes, 17 de agosto de 2018

María Auxiliadora Álvarez (1956 )

Las yeguas


Las Yeguas
duermen paradas
aman paradas

Las yeguas
como esquinas de piedra
cuando es tarde
no pueden doblarse

Sólo sus ojos



("blanco móvil", #53, mar-abril 1992)

jueves, 16 de agosto de 2018

Ruperta Bautista (1975 )








Abuela cántaro



Camina sobre la música que se transmite
en la profundidad de jícaras.
Se inca y observa manchas
de años dibujados en vientre del comal.



Oye multitud de mensajes transmitidos
en danzar de perros, pájaros y tigres barro.
Recoge consejos escritos sobre
grandes bocas de cantaros viejos.



Junta el canto de su juventud
en el gran copalero gallo.
Llama voces y palabras que descansan

en el  corazón de la tierra.


+++
Membelel P’in


Chanav te yutsilal li k’in
chak’sba a’yuk te snatil ch’enal jaytike.
Kejel sk’elbe yav yok
a’biltik slok’taojsba te ch’ut semet.



Stsombe sk’ejimol yunenal xch’iel
te mukta kelemal yav pom.
Xtavanik te ik’el snuk’ilal li lo’iletik
nakajtik te yon’ton balamile.



Cha’i epal mantal jelumtasbilik
te yak’ot ach’elal ts’i’etik, mutetik xchi’ik bolometik.
Stsom li mantal ts’ibabilik
te smuktikil e poko’ p’intike.



("autonomiaautogestionunach")

miércoles, 15 de agosto de 2018

Hubert Matiúwàa (1986 )










Cicatriz que te mira


VIII

Hermano,
traigo el gabán,
el paliacate del barranqueño
y la pistola pintada desde que te fuiste,
para romper los años, traigo esta lengua de arranca muertos,
este colibrí para encontrar tu hueso,
para medir los gusanos de la rabia
y esparcir el polvo de tu carne entre los platanares,
en los cafetales,
en los labios de la muchacha que quisiste,
en doquier que anduvo tu ánima,
traigo una tristeza que entregué a la tierra,
una vela para encender la piel,
tres botellas que curen tu boca
y una bala para buscar tu nombre.




 VIII

Dxóo,
jayà’ xàyáa
khamí pañíti’ druwii,
khamí jayà’ ajwàn’ ki’níí asndo nákhi rí nidxúù,
rí màxpíta ga’kwìì tsí’gu,
jayà’ ajngáa rí nàguwíín wajèn è’nè,
jàyáa mángaa tsù’tsún tsí mba’yàá itsáà’,
ikhaa tsí magèwíin adíín siàn’ ló’
mí mastíngàà yujndòò xuwià’,
ná awùún ixè dxama,
ná awùún ixè kafé, ná rawùùn dxá’gu tsí ndiyáa xtáyáa
asndo náá nìrigòò nimià’,
jàyá mangaà mbá tsingíná rí nìxnáxìì inuu jùbà’,
mbá ndéla rí màtsikhá xuwià’ ló’,
khamí jagoò atsú tsí’tsún iya mikha rí ma’nìì rawàan’,
khamí jayà’ mangaà mbá xndú ajwàn’ rí mba’yáà mbi’yàa’.


("cicatriz que te mira", ed. pluralia, méxico, 2018)

martes, 14 de agosto de 2018

Alberto Muñoz (1951 )

La vida en las estampas


Una joven japonesa entra en nuestro cuarto. Estamos asustados.
La joven japonesa es de papel, pertenece a una estampa polícroma del siglo XVIII.
Estamos asustados.
Ha escapado de la composición del artista Suzuki Harunoba, dejando a su amado decúbito supino con el falo hinchado y los ojos en blanco.
Estamos asustados.
Parte del papel de su cara está quemado y una de las piernas quedó en la estampa por encima del noble que la penetra: ¿a qué viene esa joven a nuestro cuarto, si somos cristianos acostumbrados a nuestras vírgenes, que no se mueven de su sitio?


Yerbal II



                                                     “ En su pelo, en su piel, hay un nuevo perfume, difícil decir de qué”

                                                                                                                                  Marguerite Duras

Una mujer entra en la peluquería con máscara facial: su marido ha venido de la noche cosido a un traje de otra costurera. La mujer no ha podido dormir si bien, abierta, de su camisa salía en los paseos el oro del pezón y la blancura.
¡Oh, los maridos!, que bajan al aljibe de las contrarias a buscar el agua de las yeguas, inútiles vuelven a sus camas, al apero de las cortinas.
Mi madre trabaja el rostro de las mujeres engañadas.
¿Qué diría Helena Rubinstein si supiera que no es pintura azul el manto de los celos?




("revista el otro")

lunes, 13 de agosto de 2018

Nadia López García (1992 )








Savi



He visto mujeres de ojos negros

y lluvia.


He visto mujeres que lloran y ríen,

mujeres agua y tierra.

Mujeres despojadas y mujeres pájaro,

he visto mujeres palabra, mujeres río,

mujeres cielo.


Rezo por ver mujeres siempre,

mujeres que digan su palabra

en este ancho cielo

como jícaras con mucha agua.


Jícaras que mojan las semillas de la tierra

y florecen en lo sagrado.


("liberoamérica")


domingo, 12 de agosto de 2018

Uriel Martínez (1950 )

Ciudad incierta



Anoche la ciudad era
un congelador abierto:
decidiste entornar la puerta
con una taza de chocolate,
un pan de trigo y los dedos
aferrados al recipiente.

Como pudiste hollaste
con los labios los bordes
de la noche, los meandros
inciertos del viento
y cerraste los ojos ya tarde.

Sin ira, sin rencor,
sin despedidas rodeadas
de silencio, apagaste
los brazos del candelabro,
las bujías de una noche de espera.

Sabes que las bajas temperaturas
serán frecuentes, los aleteos silenciosos
cubrirán las últimas horas
de esta ciudad incierta.


[Inédito]

sábado, 11 de agosto de 2018

Jorge Manzanilla (1986 )



El dolor es un animal que ha muerto en mi pecho



VI

Altar



Esta Santa Muerte pide por el cruce y por la ceguera de la patrulla fronteriza. Vea su destino, mire a la familia que lo espera del otro lado. No hay malla, no hay muro, tampoco está su cuerpo. Su cuerpo está velando a mis muertos. Su cuerpo está orando para evocar a los caídos. Este altar abre los puntos cardinales y ora con mirra, Son las tres de la mañana, son las tres de la mañana. Su cuerpo es un templo y yo soy su misa. Su cuerpo está en derrumbe y voy entrando por el ojo de su mano y por el cruce de El Paso – Juárez. Aquí está su padre, aquí está su noche.

La mesa está puesta.


("liberoamérica")

viernes, 10 de agosto de 2018

Natalia Figueroa (1983 )

Rodas



Vi pastar a un cordero atado de sus cuernos
a una grúa empujar al árbol
castillos, mercaderes, turistas
a un hombre rechazar a la que amaba
demasiadas escaleras
y en este momento a una mujer pasar sus dedos por la arena
(deseo que se acerque a mí)

A un viajero ciego bajarse del bus
antes de estar frente a él
y dejarlo tocar mi cara.

(Ahora ella pasa junto a mí, sonríe.
Me doy cuenta después,

no alcanzo a saludarla).



En el veterinario


Alguien entró con una tortuga.
Cayó del segundo piso
y se partió el caparazón.
Nada se puede hacer
tendrá
una lenta muerte.


Pensé en su dolor
en el caparazón compuesto
gruesas placas óseas
soldadas a sus vértebras, costillas
en su médula espinal convulsa
al efecto del quiebre en cada nervio.


Tuve temor

de dejar mi escondite.


("experimental lunch" y "dos disparos")

jueves, 9 de agosto de 2018

Manuel Bolom Pale (1979 )

                                                         (alebrije de angélico jiménez)

Solicitud de palabras
(primera cermonia)


Divina señora, que estás en el cielo;
divina señora, que estás en la tierra;
dueña del firmamento,
dueña del mundo.
Despierta las palabras
solo así podré empezar la nueva siembra
solo así podré imitar la voz de los pájaros
junto mis manos, así como la tierra
así como ellos juntaron sus cantos
y que nazca la voz de lo profundo de mi ombligo
el consejo profundo que se junta
el consejo profundo que se impregna
en las paredes de mi memoria
todo el dolor
todo el seco llanto
todas las señales
de mi estirpe, de mi linaje, mi raíz
en este barro hundidizo que soy.



CH'ulmetik;
ch'ulme'tik, oyot ta ch'ul balamil;
yajvalel vinajel,
yajvalel, balamil.
Vik'eso sat ti k'opetike
ja' no'ox jech ta jlikes ti ach' ts'unubile
ja' no'ox jech stak'jtak'be sk'op ti mutike
ta jnub ti jk'obe xchi'uk ti ch'ul balamile
ja'jech k'uchel la stsob sk'ejimolik uk
ak'o anuk jk'op ta yut jmixik'
ta yutil tsoblajel j-almantal
ta yutil tsoblajdel ti spak' sba ta xokon snopbenal
ta sjunlej sk'uxul o'ntonal
ta sjunlej takin ya'lel satil
ta sjunlej k'usi chk'ot ta pasel
ta kuts' kalal, ta yibel kuxlejal,
ta k'unil ach'elun.


("fiesta de la chicharra: un discurso ceremonial para matrimonio", ed. bilingüe tzotzil-español, secretaría de cultura y dir. gral. culturas populares, indígenas y urbanas, méx., 2017)

miércoles, 8 de agosto de 2018

Adalber Salas (1987 )

Heredar la tierra


VIII


Al recién nacido hay que darle
de inmediato
un nombre.

Al que ha salido
de la negra violencia del parto,

todavía húmedo
de no existir,

hay que nombrarlo,
para borrar de sus manos y
de su respiración
el susurro de otro océano,

para contener
el barro incierto
de su carne,

hay que conjurar
ese lugar del que ha venido,
la marea brutal
que lo ha abandonado
entre nosotros,

sobre esta tierra que
deberá caminar,
cuyo vientre espeso
está repleto de palabras

que nadie recuerda.


("otro páramo")

martes, 7 de agosto de 2018

Hubert Matiúwàa (1986 )



                                          autor angélico jiménez



El niño



Vinieron a buscarlo al pueblo porque no había para donde darle y atorarle con los contras, se hacía costumbre ver a los zopilotes carroñar en las mojoneras, bajar los ayates de las redilas y esculcar las enaguas, buscando carne.

Él dejó sus canicas en la cuarta del rombo, en la raya con nubarrones de nostalgia, dejó los peces multicolores con los sueños de la noche y dejó entre los cafetales los columpios colgados donde se mece la miseria.

En sus huesos, fue creciendo el llanto de sus amiguitas, las niñas de Marutsíí, que pedían oído al polvo y a las piedras para que no se lo llevaran.

Lo encapucharon con escamas de la tarde y le colgaron un cuerno de chivo, tres rosarios del ojo de venado y se dispuso a cazar hombres y a sentar la muerte en su mesa.

Desde entonces, dicen que los de la Montaña somos buenos para eso y no dejan de venir para llevarse a los niños y sembrarles la muerte en las manos.



Adà

Nìguwá gí’yáà ènè xàbò tsí jùdá ajwàn’ ná xuajñùún numuu rí nìgi’duu xkujndu khamí nangwá ì’gúùn mùtsañuú gajmíí i’wìí xàbò, tsetse ma’ nàwi’ñuú dxá’án tsú’kwè, ikhiin tsí nà’phò xuwi ná ndawaá xuajñàn ló’, ikhiin tsí nùrigú amaà’ ná ajwàn’ xkàradi, ikhiin tsí nùkuxè jnàwùún khamí nònè ngínií ijíín gò’ò ná júbàá.

Xó ma’ ikhaa nìnìñuu xndú tsígun’ ná awùún rómbò ná ikhoo idi rí jàgù tsíngína, khamí nìnìñuu ìgì’ tsí mixtìín ná awùún xnú’ndoo mbro’on, khamí nìnìñuú ná awùún ixè kafé tsímbi ná nàxtráka mìnà’ rí tsíngína ló’.

Xó ma’ ná awùún ìtsuu nì’kà ràgajàà iya idùún ijíín gò’ò Marutsíí tsí nimbáxuún gàjmìí, ijíín gò’ò tsú’kwè nìndxá’wè ná nìtuxuù yujndà’ khamí ìtsí, rí màxá’gá jí’yáà gònè xàbò.

Xàbò tsí judà ajwàn’ nìxùdaa xtá inuu, khamí nìstrákèè mbá xkamídá rí mbijwà ná xpaphòò, atsú tsákuun iduu àñà’ ná ñawúùn, ikànjgó ikhaa nìgí’dúù nìgudiín xàbò mí ni’gií rí tsíngína inuu ixè xaphoo xuajñúùn.


Numuu mbi’i rú’kwè, nakhi rí nìgàji’yaà nuthèèn rí tsàá xàbò júbà ñajwàn xò’, maján ènè xò’ ñajun rú’kwè mé’ numuu rú’kwè tsetse nàguwá xàbò tsí nagòó ju’diín ijíín xuajen. khamí nudii ga’khò ná ñawùún èjèn tsú’kwè


("la realidad.com" blog de alejandro ortega neri)

lunes, 6 de agosto de 2018

Louise Glück (1943 )

Canción de cuna



Mi madre es experta en una cosa:
en mandar a la gente que ama al otro mundo.
Los pequeños, los bebés – a éstos
los acuna susurrándoles o cantándoles suavemente. No puedo decir
qué hizo por mi padre;
sea lo que sea, estoy segura que fue lo correcto.

Lo mismo pasa, en verdad, cuando se prepara a una persona
para que duerma, para que muera. Las canciones de cuna – todas dicen
no tengas miedo, así parafrasean
el latido del corazón de la madre.
De modo que los vivos se calman; son sólo
los que mueren los que no pueden, y se rehúsan.

Los que mueren son como trompos, giroscopios –
giran tan rápido que parecen quietos.
Luego se separan: en los brazos de mi madre,
mi hermana era una nube de átomos, de partículas – ésa es la diferencia.
Cuando un niño se duerme sigue entero.

Mi madre vio la muerte; no habla sobre la integridad del alma.
Tomó a un bebé, a un hombre viejo, como por comparación la oscuridad
se hizo sólida a su alrededor, transformándose finalmente en tierra.
El alma es como cualquier materia:
¿por qué debería permanecer intacta, serle fiel a una sola forma,

cuando podría ser libre?


("hasta donde llega la voz", versión tom maver)

domingo, 5 de agosto de 2018

Enrique Verástegui (1950/2018 )

Salmo



Yo vi caminar por las calles de Lima a hombres y mujeres
carcomidos por la neurosis,
hombres y mujeres de cemento pegados al cemento aletargados
confundidos y riéndose de todo.
Yo vi sufrir a estas pobres gentes con el ruido de los claxons
sapos girasoles sarna asma avisos de neón
noticias de muerte por millares una visión en la Colmena
y cuántos, al momento, imaginaron el suicidio como una ventana
a los senos de la vida
y sin embargo continúan aferrándose entre
marejadas de Válium
y floreciendo en los maceteros de la desesperación.
Esto lo escribo para ti animal de mirada estrechísima.
Son años-tiempo de la generación psicótica,
hemos conocido todas las visiones de Kafka y Gregory Samsa
pasea con Omar recitando silbando fumando mariguana
junto al estanque en el parque de la Exposición – carne
alienada por la máquina y el poder de unos soles
que no alcanzan para leer Alcools de Apollinaire(1).
Recién ahora comprendo mañana reventaré como esos gatos
aplastados contra la yerba
y las cosas que ahora digo porque las digo ahora
en tiempos de Nixon – malísimos para la poesía
- corrupción de los que fueron elegidos como padres – gerentes
controlando el precio de los libros
de la carne y toda una escala de valores que utilizo
para limpiarme el culo.
Yo vi hombres y mujeres vistiendo ropas e ideas vacías
y la tristeza visitándolos en los manicomios.
Y vi también a muchos gritando por más fuego desde los auto-
buses(2)
   y entre tanto afuera
el mundo aún continúa siendo lavado por las lluvias,
por palabras como estas que son una fruta para la sed.
_________________
(1)              Unos soles de más o de menos son unos soles
de más o de menos en las arcas del espanto.
(2)              pero nadie tuvo una luz para aliviar la pesadilla

para aliviar el horror.



("antena horrísona")

sábado, 4 de agosto de 2018

Enriqueta Lunez (1981 )

Te busco,me busco
¿Dónde quedó nuestro camino?
¿Dónde quedaron los juguetes?
¿Dónde quedó tu cuerpo?
Te busco camino al panteón, al bosque, a la cantina.
¿Quién se atrevió a mancillarte?
Te gritaron puta
y aspiras cocaína
te pintas las uñas
hasta callar tu voz.



Ta jsaot, ta sja'jba 
¿Bu'kom jxanebtik, bu' komn kixtoltik?
¿Bu pak'al kom abek'tal?
Ta jsaot ta schoneb pox, ta sbelal mukinal, ta vitstik.
¿Bucho'o la stuch' achi'el?
Yats, jlumaltik la utat
ta anil la jik' ti sakil jchuvajesvaneje
la bon li sni' avich'ak
ja'to k'uxi ch'an xi ave.



("cantos de luna"," sk'eoj jme'tik u", editorial pluralia-conaculta, méxico, 2013)

viernes, 3 de agosto de 2018

Margarito Ledesma (1887/1974 )

Como Julieta con Romero



El corazón humano de la gente

es cual una vejiga que se llena.

Echándole más aire que el prudente,

se va infle e infle hasta que truena.

Y ya que el mío también es de cristiano,

se ve muy atariado y sumergido,

pues si siguen cargándole la mano,

el día menos pensado da el tronido.

Ya ves, tus papás no se convencen

y no me dejan platicar contigo.

Está muy bien, yo no los contradigo;

pero siempre está bueno que lo piensen.

 Pues no pueden hallarse muchas veces

personas, como yo, que sean honradas,

que sepan aguantar sus pesadeces

y no anden con chismes ni asonadas.

Yo procuro granjearlos cuanto puedo

y les doy la banqueta y los saludo

y me echan unos ojos que da miedo.

Y aunque ven que uno sufre y que se afana,

parece que les tiene sin cuidado.

Ya ves, ya remacharon la ventana

y al zaguán le metieron un candado.

De arrimarme a tu balcón no hay modos,

ni pisando quedito y sin botines,

pues sale tu mamá y me avienta orines

y grita cosas para que oigan todos.

La verdad que ya yo me desespero,

si siguen así estos asuntos,

no hay más remedio que enyerbarnos juntos,


como lo hizo Julieta con Romero.


("letras libres")

jueves, 2 de agosto de 2018

Vinicius de Moraes (1913/1980 )

El falso mendigo



Madre, manda a comprar un kilo de papel rayado en el almacén
Quiero hacer una poesía.
Díle a Amelia que prepare un refresco helado
Y me lo traiga sin hacer ruido.
No corran, no hablen, cierren todas las puertas con llave:
Quiero hacer una poesía.
Si me hablan por teléfono, sólo estoy para María
Si fuera el Ministro, sólo recibo mañana
Si fuera una broma, llámame enseguida
Siento un enorme tedio de la vida.
Dile a Amelia que sintonice la Patética en la radio.
Si hubiera un gran desastre corre a contármelo
Si el aneurisma de doña Angela revienta, avísame.
Siento un enorme tedio de la vida.
Háblale a la abuela Nenem, pídele una idea bien inocente
Quiero hacer una gran poesía.
Cuando mi padre llegue tráiganme los diarios de la tarde.
Si me duermo, despiértenme, por amor de Dios.
No quiero perder nada de la vida.
¿Hicieron picos de ruiseñor para mi cena?
¿Pusieron en su lugar mi pipa y mis poetas?
Siento un enorme tedio de la vida.
Madre, tengo muchas ganas de llorar
Estoy con taquicardia, dame un remedio
No, antes déjame morir, quiero morir, la vida
Ya no me dice nada
Siento horror por la vida, quiero hacer la mejor poesía del mundo
Quiero morir inmediatamente.
Ah, piensa algo, madre, para distraer a tu hijo
Tu falso, tu miserable, tu sórdido hijo
Que estalla en fuerza, sacrificio, violencia, devoción
Que podría picar piedras alegremente
Ser negociante cantando
Ser abogado con la sonrisa justa
Si con ello no perdiese lo que por fatalidad de amor
Sabe que es lo mejor, lo más dulce y lo más eterno de tu purísima caricia.
               



("nexos",  trad. juan josé hernández y haydée jofré barroso)

miércoles, 1 de agosto de 2018

Mikeas Sánchez (1980 )


Mokaya


V




Hablo de mi abuela
aquella de manos ávidas para el corte de café
y el cultivo de las gardenias
Mi abuela con su amplia falda florida
siempre fue el lugar predilecto de las mariposas
y los duendes
Ella esperando la canícula
con su huipil de viuda
ella esperando la muerte
con sus pechos desnudos
y olorosos a hierbabuena
Cuando todo se desmorona
y tienes un dolor como de alga
como de roca
ella es el viento del norte que te trae la lluvia
ella es la nota más alta del carrizo
que te trae de nuevo la palabra alegría


V


Ngotzambatzi äj’ dzu’mama
jejne’ suñi’ mujspabäis tyukä kafel’
teserike’ ñibä’ gardenia’jäyä
Äj’ dzu’mama petzibä’tyeksi’jinjäyä’tzäkibä’tyeksijin
jenerena’ xutyajpabä tandan’istam
joyjoye’istam
Teis’ jiokpana’ te’ kanikular
yagbajk’yomos’yasajin
teis’ jiokpana’ te’ kaku’y
nusanwajkubä’ chutzi’jin
yerbabuenajse’ omyajpabä
Mumu tiyä’ yajpak
nä’ ijtuk’ tumä mäja’roya
tzajsebä mij’ dzokokiäjsi
tere’ te’ mambasawa’ ñejnabyabäis te tuj’
tere’ te suskuyis’wyane

yajk’ kasäjpabäis


("lee circe")