Nocturno
El silencio por nadie se quebranta,
y nadie lo deplora.
Sólo se canta
la puesta del sol, desde la aurora.
Mas la luna con ser
de luz a nuestro simple parecer,
nos parece sonora
cuando derraman sus manos ligeras
las ágiles sombra de las palmeras.
("antología de la poesía hispanoamericana 1914-1970", josé olivio jiménez, alianza editorial, madrid, 1973).
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