lunes, 6 de agosto de 2018

Louise Glück (1943 )

Canción de cuna



Mi madre es experta en una cosa:
en mandar a la gente que ama al otro mundo.
Los pequeños, los bebés – a éstos
los acuna susurrándoles o cantándoles suavemente. No puedo decir
qué hizo por mi padre;
sea lo que sea, estoy segura que fue lo correcto.

Lo mismo pasa, en verdad, cuando se prepara a una persona
para que duerma, para que muera. Las canciones de cuna – todas dicen
no tengas miedo, así parafrasean
el latido del corazón de la madre.
De modo que los vivos se calman; son sólo
los que mueren los que no pueden, y se rehúsan.

Los que mueren son como trompos, giroscopios –
giran tan rápido que parecen quietos.
Luego se separan: en los brazos de mi madre,
mi hermana era una nube de átomos, de partículas – ésa es la diferencia.
Cuando un niño se duerme sigue entero.

Mi madre vio la muerte; no habla sobre la integridad del alma.
Tomó a un bebé, a un hombre viejo, como por comparación la oscuridad
se hizo sólida a su alrededor, transformándose finalmente en tierra.
El alma es como cualquier materia:
¿por qué debería permanecer intacta, serle fiel a una sola forma,

cuando podría ser libre?


("hasta donde llega la voz", versión tom maver)

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