Narciso
Ahí está
como todos los días,
haciendo abdominales y gestos ante el espejo.
Sus músculos se tensan
en el laboratorio de la sangre.
Traza movimientos y profundas respiraciones
se agitan en su pecho.
Las pesas suben y bajan
contorsionando membranas y tejidos.
Sus ojos,
aturdidos en sí mismos
se embriagan.
Su torso es esbelto y sus brazos dos garras
donde la mirada se hunde,
espesándose en su carne.
Así,
cae en el espejo nuevamente
y se ahoga.
("rituales", fce, 1987)
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