sábado, 9 de septiembre de 2017

Yolanda Pantin (1954 )

El ciervo


Iba yo con mi hermano por el bosque,
cuando lo vi entre las ramas asomarse.

Puede verlo como era,
y él, mirarme:

macho, de alta cornamenta.

Aunque de noche,
los ojos clarearon en su estupor al verme.

Volvió la grupa,
temeroso.

Yo alcé el arma que llevaba
y apunté entre los cuernos.

Disparé. Y con ello la cabeza
se deshizo en el aire

 que había respirado.

Donde hubo belleza
quedó el cuerpo tendido

sobre la hierba.

Tomé el arma
y se la di a mi hermano.
“Ten”, le dije, “el rifle
con el que he matado sin deseo.”

Volví la espalda
y caminé hacia el auto

que había dejado
en el umbral del bosque.



("pájaros lanzallamas")

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