El problema de la ansiedad
Cincuenta años han pasado
desde que empecé a vivir en esos oscuros pueblos
de los que te contaba.
Y bueno, no mucho ha cambiado. Aún no entiendo
cómo llegar de la oficina de correos a los columpios del parque.
Los árboles de manzanas florecen en el frío, no de convicción,
y mi cabello es del tono de la pelusa del diente de león.
Supón que este poema fuera sobre ti – ¿añadirías
las cosas que cuidadosamente he dejado fuera:
descripciones del dolor, y del sexo, y de lo cambiante
que es el trato de las personas entre sí? Nah, parece
que todo eso ya está en algún libro. Para ti
he guardado la descripción de los sándwiches de pollo
y el ojo de vidrio que me mira con sorpresa
desde la chimenea, y que nunca estará en calma.
("astillero",versión de ricardo suasnavar)
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