Té de manzanilla
Afuera el cielo está encendido de estrellas
un hueco bramido llega del mar
¡Y qué pena las pequeñas flores del almendro!
El viento estremece el almendro.
Nunca imaginé un año atrás
en aquella horrible casucha de la ladera
que Bogey y yo estaríamos sentados así
tomando una taza de té de manzanilla.
Leves como plumas vuelan las brujas
el cuerno de la luna es fácil de ver
sobre una luciérnaga debajo de un junquillo
un duende tuesta una abeja.
Podríamos tener cinco o cincuenta años
¡Estamos tan cómodos, juiciosos, cercanos!
Bajo la mesa de la cocina
la rodilla de Jack oprime la mía.
Pero los postigos están cerrados el fuego está bajo
gotea la canilla con suavidad
las sombras de la olla en la pared
son negras y redondas y fáciles de ver.
("otra iglesia es imposible", trad. mirta rosenberg y daniel samoilovich)
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