Miro a esos dos...
Miro a esos dos de la mesa del fondo
y aunque no oigo lo que dicen,
por las caras que ponen,
por sus gestos,
por cómo cada uno escucha al otro
y asiente convencido
o lo interrumpe,
los envidio.
Quisiera unirme a ese fervor
que apenas necesita de palabras,
gesticular con ellos
sin el volumen de la voz,
como los veo de mi lugar;
dejar al fin brillar los labios,
comunicarnos con la sola mímica
y acalorarnos con el puro cuerpo.
("alguien de lava", conaculta-era, méx., 2002)
No hay comentarios:
Publicar un comentario