sábado, 3 de septiembre de 2016

ShuntaroTanikawa (1931 )

Un Chagall y una hoja de roble


He gastado todos mis ahorros en una litografía de Chagall

y la he puesto junto a una hoja de roble que encontré en el camino.

Algo a lo que podemos ponerle precio
junto a algo a lo que no podemos ponérselo.

Algo que es producto de una mano y un corazón humanos
y algo que es obra de la naturaleza.

El Chagall es hermoso.
La hoja de roble es hermosa.

Me levanto y preparo té
mientras una suave luz vespertina ilumina la mesa.

Mirando el Chagall
pienso en los días pasados cuando ella regresó junto a mí.

Mirando la hoja de roble
pienso en la delicadeza de lo creado.

Una hoja de roble y un Chagall,
ambos preciosos, irreemplazables.

El sonido de Ravel en el piano crece.
El hoy se transforma en uno con la eternidad

Igual que cuerpo y alma se deshacen en uno
en el cielo azul tras la ventana.

Y estas lágrimas, ¿por quién serán?


("el cultural", versión martín lópez-vega)

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