Lecho seco
Las piedras no olvidan
Rumora el río
tatuado en sus cinturas
El pardo y rojo otoño
el hondo bosque
donde el pez
frisa de amapola
su penumbra
La frescura de un cielo
que no acaba de pasar
Podríamos inclinarnos
y saciar nuestra sed
o sentarnos en la orilla
y soltar cuerda a nuestra alma
Mas alejémonos
el relámpago anuncia
el tropel de la crecida.
("antonio miranda")
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