domingo, 24 de mayo de 2015

Uriel Martínez (1950 )

Gota de agua


Me dicen que en alguna ciudad
divaga mi doble como dos
gotas de agua; que lo espere.

He pasado por los jardines
del mediodía y en cada
sombra frondosa alguien busca
                                         o espera.

Son cuerpos como sombras
agotadas por la luz, como
gotas de rocío rotas de sol.

Despacio, atento, he observado
la fila de taxis que llegan
y esperan viajeros.

Se acerca la hora del amigo,
el tiempo del almuerzo, el agua
de cebada y los vasos de hielo.

Me paso el paliacate por la
fisonomía del doble que no llega,
por el cuello sudoroso y los pliegues.

De pronto cae junto a mi sombra
procurada, la cadencia de acordeones
y guitarras antiguas como laúd.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es genial este poema. No es pretencioso, es poesía strictu sensu.