Tinto
Es una noche cálida de viernes,
después de preparados los champiñones
con un aroma de nunca,
me percaté de la falta de vino tinto.
Ayer comenzó un fin de semana
dilatado: al mediodía un sol
que derrotó geranios, girasoles
y frentes cargadas de nubes.
A tiempo desocupé cuerdas
y alambres de ropa tendida
con muslos, hombros, bocas
y labios, exhibidos media mañana.
Sartenes, tazas, platos, cazuelas,
cuchillos, vasos, trapos de cocina,
grifos de agua esperan ordenados,
aunque sabemos que no vienes.
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