Homenaje
mi abuelo aseguraba con vehemencia
(el viejo era español)
que haría parir sus parras de jerez
y tendría vino de uvas
lo recuerdo muy bien removiendo la tierra
limpiando el tronco a cualquier hora
el ojo acuoso y lánguido observando
era un iluso y los parrales
sin embargo crecieron
el viento los hacía respirar
como un pecho
pero la parra de jerez no paría
blancos y negros la abonaron
jamás los perros mearon en su tronco
mi abuelo parecía un puñetero conquistador
gritaba sus instrucciones
como desde la borda del santamaría
entonces la casa era una nave
una hoja nueva o una flor
eran como cuando aparece un pájaro
pero la parra de jerez no paría
yo he visto luchar a hombres
yo he visto cómo salta la chispa del pico en la
cantera
sin taladrar la piedra
mi abuelo era ese pico
la parra era esa piedra
veinte años después
nada tiene de raro que un nieto rencoroso
escriba este homenaje no al abuelo
sino a la parra desobediente
que el terco viejo isleño no logró hacer parir
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
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