Una tonada vieja y cuarteada
Mi nombre es Salomón Levi,
el desierto es mi casa,
el pecho de mi madre era espinoso,
y padre no tuve.
Las arenas me murmuraron: despréndete,
Las piedras me enseñaron: endurécete.
Danzo, por la alegría de haber sobrevivido,
a la orilla del camino.
(fuente: Papel poesía, no. 12, Zacatecas, agosto 2000, traductor: Severino Salazar.)
*El mes pasado, el escritor Severino Salazar cumplió nueve años de fallecido, como un homenaje a su obra y persona, ofrecemos esta traducción entregada cinco años antes de la muerte del narrador y uno antes del fallecimiento del poeta judío aquí traducido. El autor de "Llorar frente al espejo" murió a los 58 años y Kunitz a los 101.
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