19 de septiembre de 1985
Serge llegó por primera vez a México en el 1977; en marzo del 1979, cuando se derrumbó famosamente la Universidad Iberoamericana, supo de la salvaje intensidad telúrica del valle de México. Pero ni compararlo con éste, comentaría luego. A las siete y diecinueve de la mañana, el mundo desconocía su centro. Los segundos corrían casi a tientas, y él y su compañera Edith miraban retorcerse los vitrales ígneos de la casa. Serge dijo: habito un castillo encantado.
(fuente: Ésos fueron los días, FCE, col. Letras mexicanas, México, 1999.)
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