Padre, si escribir es una culpa,
¿por qué Dios me dio la palabra
para hablar con trémulo lenguaje del amor
a quien me escucha?
Llena ya de años, con la vejez encima,
¿dónde hallaré una brizna de buena hierba?
¿Qué sabes de mis conventos, de la madura
gracia de las santas, de las grandes
almas locas? ¿Qué puedo yo encontrar
entre los hosannas de un hombre culto?
En otro sitio está el canto, en otro la palabra,
y Dios no la pronuncia.
(fuente: "apología de la luz", sin crédito al traductor)
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