domingo, 19 de junio de 2011

"LA SUITE DEL CHAVO"

Distrito Federal— “Fue sin querer, queriendo”, “Es que no me tienes paciencia”, “Bueno, pero no te enojes” son frases que cotidianamente se usan y que han pasado de generación en generación, gracias a El Chavo del 8, personaje que mañana cumple 40 años de divertir a millones de personas en el mundo entero.

Sin embargo, y aunque la mayoría del público lo sabe, el niño pobre, con pantalón corto y raído, zapatos viejos y gorra muy peculiar, nació de la imaginación de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, lo que no se sabía es que El chavo del 8 surgió como emergente, pues fue una solución a un problema que se le presentó al autor y que debía resolver de inmediato, así lo explicó Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito, quien vivió en carne propia ese proceso creativo.

“El nacimiento del Chavo es curioso, es más, diría que fue por casualidad. En ese entonces, 1971, mi papá tenía el programa de Chespirito y ahí había un scketch, Los Chifladitos, que eran Chaparrón Bonaparte (Chespirito) y Lu Castañeda, que fueron de los primeros personajes fijos, junto con el Dr. Chapatín.

“Lu Castañeda lo interpretaba Rubén Aguirre, a quien le hicieron una oferta de trabajo muy buena en el canal de la competencia, en el 2, Chespirito era del 8. Le ofrecieron un programa de concurso que se llamaba El club de Chori (así apodaban a Aguirre), y mi padre le dijo

que aprovechara la oportunidad”, recordó.

La situación era apremiante, se tenía que sustituir al actor y Bolaños consideró que nadie podía hacerlo, así que echó mano de un scketch un tanto olvidado, que involucraba a un globero que odiaba a los pequeños y a unos niños interpretados por adultos.

“Esto era mientras encontraba como sustituir este vacío, fue de relevo. Cuando ve la aceptación y descubre que tiene elementos de comedia muy atractivos, vuelve a escribirlo, pero ya con más forma. Al principio no tenía ni nombres, no existía La Chilindrina (María Antonieta de las Nieves), ni Don Ramón (Ramón Valdés), ni el Chavo (Roberto Gómez Bolaños); sin embargo, la clave fue meterlos en una vecindad donde hubo un potencial más grande y poco a poco lo armó”, relató.

“Si a Rubén Aguirre no le hubieran dado esa oferta, seguramente no existiría El Chavo del 8 ”.



(El título de esta nota, tomada del Diario de Juárez, se expropió del grupo de música Kronos Quartet.)

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