La carne examina sus espinas
Tengo un nudo de arrugas secas
Una cuerda de crisálidas atada al cuello
Extiendo los brazos como alas resquebrajadas
Hay un olor agrio que me cubre
Abro los ojos en el agua que hierve en la cocina
-Es lo único que puedo hacer-
Nada podrá con la jauría que me reventará los párpados
Dejo que las bestias se cuelguen de mis ojos.
Ebriedad bajo la regadera
Pisa con cuidado
Te confieso:
No recogí tus restos
no acomodé tu cabeza
Te vi en el suelo del baño como un desperdicio de la noche
Los párpados se te caían
Vi la batalla que tenías con los ojos
Querías abrirlos
Pero ellos no querían verte
Estiraste el brazo y cerraste la puerta
Cuando lo hiciste
llevé tu sombra ebria a la cama
y todo se llenó de sal
Allí supe lo que abandona el mar cuando muere
Al otro lado
te ahogabas entre el grito
de la ola
del gato
de la luz
Escuché las bestias de agua que te salían por la boca
Después de la sal vino la sangre
Pero cuando apareció te habías dormido
Poseidón te había cerrado los ojos a la fuerza
Creo que hizo que te arrodillaras
Que le ofrecieras algún sacrificio
Te metió bajo la regadera y te arrancó la piel
Cuando regresaste a la cama te dormiste encima de tu sal
De tu propio cuerpo cosido a las sábanas
Por eso te digo:
Pisa con cuidado
Abre con cuidado la puerta
Allí debajo de esas baldosas
está el alcohol de tu sombra
Te lo advierto:
No te acuestes en el lado izquierdo de la cama
Todavía está la oscuridad de una ola que guarda tu tatuaje de ebriedad
Tu pezuña de rabia
Pon el oído en la almohada como si fuera un caracol
Sabrás que no miento
Allí
debajo de las baldosas
está tu sangre sepultada.
("panorama cultural")
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