A una moza muy hablativa
Asombrado me tiene, Pancha mía,
Tu charlar eterno y portentoso,
Ese habladero cruel, tan afanoso
Que toca en los extremos de manía.
Hablas, mi Pancha, hablas noche y día,
Ora agitada estés, ora en reposo;
Así tu labio nunca está mohoso,
Y tu lengua jamás con perlesía.
¡Prodigioso charlar! Si la escultura
El busto de un locuaz hacer quisiera
¿Qué original mejor que tu figura?
Entonces, con asombro el mundo viera
Que hasta el sólido mármol, ¡cosa rara!
Por ser tu copia, sin cesar charlara.
("otra iglesia es imposible")
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