"Qué buena onda", fue la primera reacción del escritor chileno Pedro Lemebel, al enterarse que había sido galardonado con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2013, instituido en 2001 por la Universidad de Talca en memoria del autor que le da nombre. Al ser contactado por teléfono por el jurado, reunido en Santiago de Chile, preguntó a continuación: "De cuánto es (el premio)?". Y al saber que el galardón está dotado este año con un diploma, una medalla y 50.000 dólares, espetó: "Me voy a poner tetas".
Nacido en Santiago en 1952, Lemebel, escritor, cronista, artista plástico y también activista gay y travesti, es autor de libros de crónicas como La esquina es mi corazón (1995), Loco afán (1996), De Perlas y cicatrices (1998) y Adiós Mariquita Linda (2004). Según destacó el jurado, el chileno "ha logrado proponer una representación heterogénea y compleja de la sociedad chilena, en la que inscribe las imágenes de género y clase social, con una importante proyección hacia el resto de la sociedad", informó. "Nuestra decisión ha sido a favor de la creatividad estética, de la poética a través de la crónica, con los varios registros de voces que él plantea", añadió durante la conferencia de prensa Francine Masiello, de la Universidad de Carolina en Berkeley.
Además de esa "original" obra escrita, el presidente del jurado, Javier Pinedo, subrayó que Lemebel se ha destacado por "sus acciones de arte, su manera de vestirse como mujer, sus provocaciones en actos literarios, su oposición al canon social". Porque Lemebel ha sufrido tanto la marginalidad de la pobreza, "que es una marginalidad extrema, más allá de un país que hoy tiene éxitos económicos", y también "una marginalidad sexual, que es una mezcla muy explosiva en sociedades tan primarias como ésta".
"Ser homosexual y pobre" ha llevado a Lemebel a proyectar una "obra muy crítica frente a lo que sucedió". "Y me parece que eso es también lo que este jurado está premiando", subrayó Pinedo, director del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca. Paradójicamente, la homosexualidad marcó también la vida de José Donoso (1924-1996), quien según los expertos en su obra, su propia hija y lo que él mismo deslizó, sufrió una permanente angustia por esa condición, que nunca llegó a reconocer abiertamente.
Para Rafael Gumucio, de la Universidad Diego Portales de Chile, el trabajo de Lemebel refleja "la lucha de clases y la identidad sexual, dos fallas en las que él ha resultado un sismógrafo" dentro de una "sociedad en ebullición" como la chilena. Gumucio y Carolina Sancholuz, de la Universidad Nacional de la Plata (Argentina) señalaron además que el jurado tuvo en cuenta que Lemebel es chileno y que este país se apresta a conmemorar el 40 aniversario del golpe de Estado, el 11 de septiembre.
A juicio de Pinedo, estos 40 años "están ayudando al fin del miedo, que es muy difícil en sociedades que han sido profundamente disciplinadas".
"De alguna manera, alguno de los jurados podía pensar que los 40 años significaba reconocer lo que no ha sido reconocido en literatura. Pedro no tiene premios en Chile", resaltó.
Lemebel sí ha sido en varias ocasiones finalista del Premio Altazor con su novela Tengo miedo, Torero (2002), con la recopilación de crónicas, Zanjón de la Aguada (2004) y con sus ensayos Adiós, mariquita linda (2006) y Háblame de amores (2013).
La española María Ángeles Pérez, de la Universidad de Salamanca; y Juan Gelpí, de la Universidad de Puerto Rico, completaron el jurado de este premio, que se entregará durante la Feria Internacional del Libro de Santiago, entre fines de octubre y principios de noviembre. Los últimos ganadores de este premio fueron el español Javier Marías (2008), el mexicano Jorge Volpi (2009), la chilena Diamela Eltit (2010), el nicaragüense Sergio Ramírez (2011) y el mexicano Juan Villoro (2012).
(nota de la agencia Efe tomada del sitio "revista ñ", Clarín.)
Nacido en Santiago en 1952, Lemebel, escritor, cronista, artista plástico y también activista gay y travesti, es autor de libros de crónicas como La esquina es mi corazón (1995), Loco afán (1996), De Perlas y cicatrices (1998) y Adiós Mariquita Linda (2004). Según destacó el jurado, el chileno "ha logrado proponer una representación heterogénea y compleja de la sociedad chilena, en la que inscribe las imágenes de género y clase social, con una importante proyección hacia el resto de la sociedad", informó. "Nuestra decisión ha sido a favor de la creatividad estética, de la poética a través de la crónica, con los varios registros de voces que él plantea", añadió durante la conferencia de prensa Francine Masiello, de la Universidad de Carolina en Berkeley.
Además de esa "original" obra escrita, el presidente del jurado, Javier Pinedo, subrayó que Lemebel se ha destacado por "sus acciones de arte, su manera de vestirse como mujer, sus provocaciones en actos literarios, su oposición al canon social". Porque Lemebel ha sufrido tanto la marginalidad de la pobreza, "que es una marginalidad extrema, más allá de un país que hoy tiene éxitos económicos", y también "una marginalidad sexual, que es una mezcla muy explosiva en sociedades tan primarias como ésta".
"Ser homosexual y pobre" ha llevado a Lemebel a proyectar una "obra muy crítica frente a lo que sucedió". "Y me parece que eso es también lo que este jurado está premiando", subrayó Pinedo, director del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca. Paradójicamente, la homosexualidad marcó también la vida de José Donoso (1924-1996), quien según los expertos en su obra, su propia hija y lo que él mismo deslizó, sufrió una permanente angustia por esa condición, que nunca llegó a reconocer abiertamente.
Para Rafael Gumucio, de la Universidad Diego Portales de Chile, el trabajo de Lemebel refleja "la lucha de clases y la identidad sexual, dos fallas en las que él ha resultado un sismógrafo" dentro de una "sociedad en ebullición" como la chilena. Gumucio y Carolina Sancholuz, de la Universidad Nacional de la Plata (Argentina) señalaron además que el jurado tuvo en cuenta que Lemebel es chileno y que este país se apresta a conmemorar el 40 aniversario del golpe de Estado, el 11 de septiembre.
A juicio de Pinedo, estos 40 años "están ayudando al fin del miedo, que es muy difícil en sociedades que han sido profundamente disciplinadas".
"De alguna manera, alguno de los jurados podía pensar que los 40 años significaba reconocer lo que no ha sido reconocido en literatura. Pedro no tiene premios en Chile", resaltó.
Lemebel sí ha sido en varias ocasiones finalista del Premio Altazor con su novela Tengo miedo, Torero (2002), con la recopilación de crónicas, Zanjón de la Aguada (2004) y con sus ensayos Adiós, mariquita linda (2006) y Háblame de amores (2013).
La española María Ángeles Pérez, de la Universidad de Salamanca; y Juan Gelpí, de la Universidad de Puerto Rico, completaron el jurado de este premio, que se entregará durante la Feria Internacional del Libro de Santiago, entre fines de octubre y principios de noviembre. Los últimos ganadores de este premio fueron el español Javier Marías (2008), el mexicano Jorge Volpi (2009), la chilena Diamela Eltit (2010), el nicaragüense Sergio Ramírez (2011) y el mexicano Juan Villoro (2012).
(nota de la agencia Efe tomada del sitio "revista ñ", Clarín.)
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