Su sonrisa
Y ella muy desvanecida de que se canten por el lugar,
a vueltas de sus gracias, sus flaquezas.
Lope de Vega, La Dorotea
Lo único sincero del final
fue su vivo rubor al traicionarme,
la sonrisa traviesa y atrevida
de una chiquilla en falta.
Se hundía en el subsuelo adolescente
con un infantilismo consumado,
convocando a amazonas y centauros
al lanzamiento de su nueva vida.
Ingenua, en el festín de los halagos,
soñó la salvación por la belleza;
al fin quedó en sus labios el resabio
de la acre insensatez de sus excesos.
Y hoy, como en un rapto, esa sonrisa
vuelve con vivo embrujo a recordarme
el momento feliz, el blanco día
en el que decidida me sedujo.
("hablar de poesía")
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