miércoles, 27 de diciembre de 2017

Jalal El-Hakmaoui (1965 )

Por qué el poeta lleva a su mujer al McDonald





Tú cruzas las piernas
mientras las olas se postran a tus pies
como un rebaño rabioso de camellos
tú comes por primera vez en tu vida una hamburguesa americana
al mismo tiempo que acaricias el cuello carnoso de tu esposa
disertando sobre la lavadora “Nifari”
la camisa agujereada de “Othomane”
y la mosca rubia americana que tú acabas, sin darte cuenta, de tragarte.
Pero tu esposa te habla de tu coche tan feo como un perro rabioso
que debes cambiar por un asno respetable
si no quieres que tu mujer te cambie a ti y a tus teorías críticas
por no importa qué mueble que serviría para decorar el dormitorio.
Tu esposa se parte de risa llorando con todas sus fuerzas
abriendo a la lengua del viento las plumas de sus piernas
tú querrías atraparla entre los dientes y romperla como una nuez podrida
encerrarla en la caja de cerillas vacía depositada en mesa
pero tú eres un hombre de principios, convencido de estar casado después
                      (de una love story
con una trucha que tiene rasgos de “Manfabuti” y las patas de “Nazic” y a
                      (causa de todo esto
tú te suicidas cotidianamente tragando 100 poemas clásicos
tú no bromeas con los cerdos pero los cerdos tampoco tienen tiempo que
                      (perder para bromear contigo.
Así desde que tú posas tus labios sobre los de la ballena sentada delante de ti
tú te das cuenta que la tierra se puede ahogar en medio vaso de agua helada
y que tú eres un poeta en el colmo de tu felicidad
la muchacha delgada cuya cabeza es tan pequeña como una bola de tenis
está leyendo la revista “Mujer hoy” mirando
a las parejas en la celda McDonald
que se ensanchan de felicidad poniendo sus manos
sobre los últimos de sus niños rubios que gritan: papá, papá, mira
ese hombre se orina sobre nuestro coche.
McDonald retrocede rascándose el rabo
y el poema, el poema es una red de pesca con mallas gigantes
para atrapar el mayor número posible de osos
yo no me fiaría de la esposa del poeta que tiene rasgos de “Manfabuti”
ni de la joven delgada leyendo “Mujer hoy”
y que miraba su reloj dejando al lado su vaso todavía
lleno de Coca-Cola.



La nariz de Al Pacino




He venido a esta tierra oscura
con la nariz de Al Pacino
(el verdadero Al Pacino mira hacia arriba)

para ver danzar a estos niños sobre los ritmos de los jinetes del Apocalipsis
& desgarran sus vestidos para hacer salir salir
recién nacidos fuertes y rudos
& golpean con su manga sobre el vientre del mensaje oriental
ellos toman por asalto los carteles de las salas de cine…
los desgarran en trocitos
& cuelgan en su lugar la foto de un hombre que se llama el suplicio de la
                                 (tumba
(dando un corte de mangas a Bush Jr.)

He venido a esta tierra oscura
con la nariz de Al Pacino
para conducir como un piloto de fórmula 1
el coche de Nicole Kidman
para aplastar a los enanos que suplican el grano negro
para mirar la televisión de los pobres
para sacrificar un cordero virtual
en honor del hombre nuevo

(el Hombre nuevo mira hacia abajo)


["conexos", trad. josé l. reina palazón)




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