Calles de Atenas
Los mandarinos de Píndaro.
El tráfico de Hipócrates.
Los taxis de Teseo.
Las putas de Aristóteles.
La basura de Sóflocles.
Las especias de Eurípides.
Los gases lacrimógenos de Síntagma.
Y aunque sé que nadie puede
cruzar dos veces la misma calle,
yo cruzaba dos veces cada día
la calle Heráclito.
("apología de la luz")
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