domingo, 13 de enero de 2013

Real de Catorce, hace 30 años

 El 28 de octubre de 2006 el compositor y músico mexicano José Cruz sufrió un paro respiratorio y un brote remisión, los que comprobaron una esclerosis múltiple. Perdió la memoria y el habla temporalmente y comenzó su batalla por tratar de controlar una enfermedad incurable. Abandonó las giras y los conciertos, lo que provocó que los músicos del grupo resintieran su ausencia y la falta de presentaciones y lo demandaran por salarios caídos, pues querían forzarlo a seguir trabajando a pesar de su discapacidad. La situación se resolvió a favor del compositor, quien así conservó el nombre y los derechos sobre el grupo y las canciones de su autoría.
Pero su batalla contra la enfermedad continúa y se ha mantenido gracias a una red de amigos y colegas y a su familia, quienes lo apoyan en su carrera, en su enfermedad y en su trabajo creativo. Luego de los tratamientos pudo en alguna medida recuperarse y regresar a los escenarios de la Sala Ollin Yolitzli y del Teatro de la Ciudad en agosto y septiembre de 2007. Desde entonces, y cuando la enfermedad se lo permite, sigue tocando como siempre.
“Tenía varias lesiones en el cerebro que me afectaron el habla, pero pude seguir cantando, esa zona del cerebro no se afectó. Estoy muy cerca del dolor, pero seguir cantando y bluseando es un milagro, una bendición...”, dice en entrevista.
El grupo de blues Real de Catorce cumplió 30 años de fundado en diciembre de 2012 y su leyenda resuena por su honestidad artística ejemplar en la historia del rock y del blues en México. Durante esos años y con integrantes diversos, el grupo grabó una decena de discos memorables y un documental que captura el feeling blusero de sus conciertos. Después de haberse presentado seis años en el Festival Cervantino y de recorrer el país en diversas giras durante más de 10 años, por primera vez José y Real de Catorce han sido invitados al Festival Vive Latino, pero mientras tanto, estarán también en El Multiforo Alicia.
 

Inicios
Yo tocaba en 1981 en el Foro Tlalpan con Emilia Almazán, Roberto González, Jaime López, Cox Gaitán y Eblen Macari. Por esos años 1981-82 se fueron sucediendo las cosas. En 1982 tocamos por primera vez como Real de Catorce en el Centro de Educación Artística Diego Rivera (Cedart), en la colonia Campestre Churubusco. Esa tarde también debutó Botellita de Jerez. Digamos que ahí empezó Real. En el bajo estaba Hugo Garduño y en la guitarra Israel, todavía no era Pepe Iglesias. Lo fundé en el 82 pero en el 85 se hizo digamos más oficial en Rockotitlán, una noche en que había nomás 15 gatos por ahí. Posteriormente empezamos a tocar con Betsy Pecannins y también hicimos una gira donde ya éramos el gran guitarrista José Iglesias, el bajista Severo Viñas, en la batería Fernando Abrego, y yo en la guitarra y la armónica.


Producción
Con esa primera agrupación hicimos Real de Catorce (1987), Tiempos oscuros (1988) y hasta el tercero disco, Mis amigos muertos (1989). Después hubo un cambio de bajista y entró Juan Cristóbal Pérez Grobet, que el grabó a partir de Voces interiores (1992), Contraley (1994) y Cicatrices (1998). Ya después entró Jorge Velasco, una buen bajista, y él grabó el disco Nueve (2000), de puro blues y Voy a morir (2002) que fue el último disco que hice con estos músicos. Quiero creer que es uno de los mejores discos que grabé. Son 10 en total (dos en vivo) más los discos como solista José Cruz y sus hikuris, Lección de vida (2009), y el reciente Una razón para vivir (2012), que es un tema que le compuse a la fallecida Rita Guerrero.


La enfermedad
Me atreví a grabar Lección de vida en 2009, lo que me produjo una recaída por toda la chinga. Pero ya con mis propios ritmos y a mi tiempo grabé este disco doble de 2012, Una razón para vivir. Por la enfermedad tardé casi un año en volver al escenario y empezar poco a poco a recuperarme. No hay semana en que no tengan que llevarme al hospital para ponerme cortisona. Porque tengo dos enfermedades hiperhomocistinemia, una falta de coagulación que me ha provocado dos trombos en las piernas, y esclerosis múltiple. Me aplican interferón, para controlarla porque es incurable. Estoy muy cerca del dolor, pero yo sigo cantando y bluseando porque esa zona del cerebro quedó intacta, fue un milagro, una bendición...

Los del Festival miraron hacia Real de Catorce porque el 12 de diciembre del año pasado cumplimos 30 años. Nosotros nos presentamos seis veces en el Cervantino y nunca nos habían invitado al Vive Latino, aunque tampoco nos urgía... Hicieron la presentación de los grupos y ahí me preguntaron qué opinaba yo de la invitación. Les dije: “Opino que ustedes se han perdido de un buen blues y unas buenas canciones durante todo este tiempo”. Me ví mamón pero es la verdad...


(entrevista de Alejandro de la Garza, duplicada del sitio "milenio".)

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