sábado, 25 de abril de 2020

Uriel Martínez (1950 )





Fase 3 (parte 2)



1.
Sin yo saberlo me estuve preparando emocionalmente un mes completo -el tercero del año-, de un año bisiesto  que cada cuatro años lo registra mi calendario gregoriano de la vida; sin yo sentirlo
 han transcurrido tres semanas  de un abril lejos de Portugal, lejos de una saudade que viene y va, como hamaca huérfana. Como un diente desprendido de bebé, un bebé sonriente, incrédulo aún de su Síndrome de Down presente.

2.
Recuerdo que cerré el año con una capilla ardiente en familia, un novenario de nueve ruegos, de nueve súplicas por el descanso del muerto feliz, de una venganza consumada en cada uno de los deudos, en c/u de las plañideras puntuales, en cada uno de los siete pecados capitales cometidos en la vida. Hasta que la vejez y la derrota nos hundieron poco a poco.

3.
Vengo de una madrugada tibia, he caminado sin prisa, despojado de sueños irrealizados; vengo lento como quien sube una pendiente pronunciada y sabe que al final dominará el panorama pleno. La historia que he escuchado desde siempre; el The End congelado, la oscuridad absoluta.

4.
Cada mañana fría, cada frazada que cobija un cuerpo, cada fiebre, cada terreno abonado, cada taza de café humeante, cada cucharada de tónico amargo, cada sobrecito llevado a la cuchara dosificadora; a la misma lengua una y otra vez temblorosa, cada pieza dental por desprenderse, cada cumpleaños postergado, cada pastel y cada piñata callados; todos cumplieron su cometido; incluso el silencio de los muertos, la frase escrita en su lápida, la cruz de palo que derribó el viento, la soledad entregada sin acuse de recibo.

Pausa: Calacas

Adelanta la pantomima:
igual que a las torres de los reyes
y a los jacales de los pobres,
con equitativo pie a mi puerta,
tin tin, están llamando ahora;
sé quién es, tin tin, y me resisto

a abrirle, y estoy, tin tin, abriéndole.

                     rubén bonifaz nuño

5.
La primera semana alguien supondrá Uriel se Quedó en Casa; la siguiente alguien dirá Anda de Viaje; la otra no faltará quien imagine Fue Internado de Emergencia en algún lado. Pero más tarde, pasada cierta fecha y demás especulaciones, ideas, suposiciones, se habrán olvidado.

6.
Él, la última madrugada, corrió la ventana y el cristal opaco, y vio que el sol, las primeras aves del día, no se oían en la distancia. La neblina había tomado el paisaje. Luego volvió a la cama, al café, al tabaco, a la oscuridad que reinaba aún ese amanecer. Mientras esperaba el ulular del tren a lo lejos, la luz roja que venía en camino, retomó el sueño luego de cubrirse pies, canillas, rostro, huellas de un viaje cansado; concilió el miedo, el sueño, la respiración de grietas.


Pausa: Calacas

Qué ganas de ponerte freno,
de estarse un día sin tu abuso;
de mandarte, y que hicieras caso:
Engarróteseme áhi, Pelona.
Pero como el heno, a la mañana,
verde, seco a la tarde, es este
camino en tranvía sin paradas.

                            rubén bonifaz nuño




(Inédito)

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