Caballo
¿Qué te da el caballo
que no puedo darte yo?
Te observo cuando crees estar solo,
y cabalgas en el campo, detrás de la cuadra
con tus manos hundidas
en las oscuras crines de la yegua.
Conozco entonces lo que yace detrás de tu silencio:
tu desprecio, tu odio por mí, por nuestro matrimonio.
Y aún así pides mis caricias. Lloras
como lloran las novias, pero te observo
y noto que no hay pajecitos a tu alrededor.
Entonces ¿qué hay en ti?
Nada, pienso. Sólo la prisa
por morir antes que yo.
En un sueño te he visto cabalgar
sobre los campos arrasados. Luego
desmontas; caballo y tú caminan juntos
en la oscuridad, sin sombras.
Y yo sentía las sombras venir hacia mí
—ellas, dueñas de su albedrío por la noche,
pueden ir a cualquier parte.
Mírame. ¿Crees que no lo entiendo?
¿Qué cosa es el caballo
sino un pasaje fuera de esta vida?
("el poeta ocasional", versión de jorge esquinca)
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