Del tedio
Escribo “leather” en el buscador de YouTube y aparecen instrucciones sobre cómo hacer un pirograbado en una billetera o en un cinturón. Afino la búsqueda, agrego “wearing” (vestir) y aparecen videos de moda, mujeres dando consejos sobre cómo vestirse de cuero. Lo que busco son videos caseros de hombres leather, solos frente a la cámara, fumando, tocándose, esquivando la censura de YouTube porque no llegan al sexo explícito. Enciendo un cigarrillo, tomo un trago de cerveza, borro la búsqueda anterior y escribo: “leather bulge” (bulto leather). Un pibe tirado en la cama con pantalones de cuero y zapatillas, el bulto en primer plano. No, no. Zapatillas, no; cama, tampoco. “Full leather men”, escribo y la cosa se pone más interesante: un flaco alto de veintipico de años vestido con camisa, pantalón y botas de cuero. Tiene cara de inocente, pero cuando se pone los anteojos oscuros y la gorra mejora. Lo que no cierra es el contexto. Está sentado en un sillón tapizado de azul eléctrico; al fondo una cortina de voile; al costado, sobre una mesita, una lámpara muy kitsch y un jarrón de cristal. Avanzo con el cursor sobre el indicador de carga para ver cuadro por cuadro si la situación cambia. Llego a una toma desde el piso, el flaco alto ahora está de pie, se ve desde abajo cómo se acaricia con los guantes puestos el bulto enfundado en cuero, asoma la cabeza y mira amenazante. Aquel flaquito vestido de cuero que parecía estar sentado en el living de la tía de pronto tiene la apariencia de un Full Leather Master. Muestra las botas, la suela. Me siento como si estuviera ahí abajo lamiéndolas. Enciendo otro cigarrillo y me sirvo más cerveza para disfrutar de los siete minutos que quedan. Pero no. Coitus interruptus. Sale a la calle y se apoya de pie contra una pared. Lo mejor pasó, vuelve a ser el mismo flaco sin actitud de antes, tiene mala postura, quiere poner cara de malo y no le sale. Cliqueo los videos que aparecen al costado, los chequeo todos, ninguno me interesa. Ahora la búsqueda es frenética, escribo en el buscador “full leather smoking” y aparece mi premio: el video de un tal GUTWOLF “Full leather & Cohiba robusto”. Por la contextura física parece un cuarentón, quizá cincuentón, la camisa de cuero ajustada enfunda una robusta panza, un cigarro en la mano izquierda enguantada, de la cara apenas se ve la barba oscura y tupida. Por un costado entra la luz del sol que ilumina las bocanadas de humo lamiendo el cuero. GUTWOLF se aleja de la cámara y se lo ve mejor, usa anteojos oscuros y gorra. Estoy de rodillas ante él, me echa el humo en la cara. Se aleja más, los pantalones ajustados destacan su gran bulto, sus piernas, su culo, su manera de pararse, con los pies separados, muy varonil. Se pone de costado y luego de frente, se acaricia, baja la cámara y deja ver sus botas. Ahora sí, muerto de sed, tan lejos y tan cerca, tan excitado, hago un fondo blanco de cerveza, miro el resto del video y lo guardo entre mis favoritos. En el vaso queda sólo la espuma.
(fuente: "soy", Página/ 12 en línea, 31.X.2014)
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