En la calle
Su bella cara, un poco pálida,
sus ojos castaños, ligeramente cansados,
tiene 24 años, pero parece de 20,
un aire de artista en la manera de vestir,
el color de la corbata, la forma del cuello.
Camina sin rumbo por la calle,
como poseído por la sensualidad
del ilícito placer que acaba de gozar.
("el muchacho de los helados", trad. cayetano cantú)
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