Flor de azahar
Esta mañana me he acordado
de ti, aquí abajo, en el patio
sin hojas de naranjo
ni flor de azahar; aunque
casi te doblo la edad
no he encontrado en mi
pasado lejano una infusión
de hierbas como la tuya,
un cubo de tierra santa
para mi organismo vuelto
nudos; vuelto del revés,
hecho piedras y huevecillos
de bestezuelas del desierto.
Verdad es que la tarde se irá
despacio, sin tus dedos y manos
sabias; con este dolor antiguo
y tan mío, Patrocinio.
[Inédito]
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