Del cuento “Vagabundo en Francia y Bélgica”, de Roberto Bolaño, se desprende una obra de arte con el mismo nombre, de Carlos Amorales, una de las creaciones de los 27 artistas que participan en Estrella distante, muestra que inaugura la galería Kurimanzutto el 10 de septiembre.
Ni ilustración ni pedagogía ni nostalgia se buscan con esta exposición basada en la obra del chileno, aclara José Kuri, uno de los directores del espacio. Destaca, en cambio, la libertad como premisa de las obras. No todos los artistas hicieron una obra explícitamente alusiva a la literatura del narrador y poeta nacido en Chile en 1953; en algunos casos, incluso, se trata de piezas creadas hace años que, por su temática o por la propuesta que hay atrás, se vincularon ahora a la muestra.
Estrella distante es una propuesta conjunta de las galerías Kurimanzutto y Regen Projects, de Los Ángeles. La iniciativa nace por la coincidencia de que entre los artistas y directivos de ambos espacios se ha seguido de manera especial la obra de Bolaño, que es un poco lo que ha pasado con toda la literatura de este escritor, el latinoamericano más traducido al inglés en la última década, un autor que vivió en México en diversas etapas y que falleció en Barcelona en 2003. A través de los directivos de Regen Projects es como se sumó a la muestra la cantante punk Patti Smith, seguidora de la obra de Bolaño.
De Smith se exhibe la secuencia Roberto Bolaños’chair, fotografías de la silla del escritor que ella captó en un viaje a la casa del autor en Blanes, España.
Para hacer Vagabundo en Francia y Bélgica, Amorales tomó el material que ha guardado de sus obras, llamado Archivo Líquido, utilizó dibujos para “convertirlos” en palabras e hizo una traducción al lenguaje de ese archivo del cuento creado por Bolaño, generando un libro que ahora expone.
Daniel Guzmán, lector de Bolaño desde hace muchos años, a quien considera como un “Julio Cortázar revisitado”, dio vida hace tres años a un video: El secreto del mal, que viene de un cuento de Bolaño sobre la aparición de zombies mexicanos en Los Ángeles. “Retomé la idea, hay dos personajes, un poeta y un revolucionario, que tienen una discusión acerca del cambio social”, detalla Guzmán; en el video de 16 minutos aparecen alrededor de 40 zombies. “Bolaño -cuenta el artista- me habla de cosas como nostalgia, revolución, romanticismo, ser joven y tener ideales, luchar por esos ideales, buscar realizarlos, fracasar pero aun así seguir luchando; es estar haciendo las cosas a pesar de que sientas que está todo con la adversidad encima. Me gusta eso de Bolaño, el intentar cumplir sus propias expectativas, ya no digamos las de una generación sino sus ideales: el amor por la poesía, por la vida, por su hijo”.
Jonathan Hernández creó dos piezas: Vulnerabilia y Nocturno de México (un guiño a Nocturno de Chile), hecha a partir de que se pone en circulación la moneda de $20 con la imagen de Octavio Paz, a quien, explicó Hernández, Bolaño respetaba como poeta pero criticaba como figura pública.
Con La Barbie y JJ, hechas de cocos y cabello humano, Abraham Cruzvillegas remite a los asesinatos descritos en 2666. Carl Andre, Jimmie Durham, Miguel Calderón, Alejandro Cesarco, Dominique Gonzalez-Foerster, Rachel Harrison, Amalia Pica, Alfredo Jaar, Ana Mendieta, Damián Ortega y Carla Rippey también participan en la muestra.
Rippey (Kansas, 1950) vive y trabaja en México desde 1973, tras el golpe de Estado en Chile. Desde esos años fue gran amiga del escritor chileno. En la muestra presenta la pieza Mujeres mirando meteoritos, una obra que no fue hecha específicamente para esta exposición, pero que se seleccionó porque en ella están presentes ciertas constantes de la literatura de Bolaño: la mujer, cierto dramatismo y el azar (que hoy Rippey utiliza a partir de un juego en internet con las palabras mujeres, fuego y objetos peligrosos).
La artista fue quien ilustró el primer libro de poesía de Bolaño, Reinventar el amor, del taller Martín Pescador. Para la muestra, ella prestó un ejemplar de este libro, una carta y otros objetos del escritor. Hoy, Rippey recuerda a Bolaño como un ser con una especial “capacidad de asombro, de inventar situaciones, de tomar lo real y llevarlo al límite, de realzarlo. Era extremadamente entusiasta. Todo lo hacía al 100%.”
Alguna vez Carla Rippey y Roberto Bolaño asistieron juntos a una exposición: “Había un cuadro que le gustó mucho, pero cuando vio el precio se superescandalizó: ‘¡No, Carla! ¿cómo es posible que cobren esto para una obra de arte?’ (Ahora) entonces me quedé pensando: si viniera espero que no vea la lista de precios”.
En el marco de la exposición, el escritor Daniel Hernández publicará cada semana un periódico, Estrella cercana, junto con un blog.
(Roberto Bolaño heredó su aliento a artistas de diversos cauces y expresiones, es tal su fuerza narrativa y el poder de su prosa que a menudo inocula esa veta a teatreros, cineastas, poetas y narradores de la más variada especie. Nota tomada del diario El Universal en línea.)
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