Treinta y cinco muertos más, tirados como animales en medio de una avenida. La imagen que ha dado la vuelta al mundo es la foto que resume el estado de descomposición social de México. Un grupo de sicarios tortura a 35 personas hasta matarlas sólo una tenía impactos de bala, carga sus cadáveres en dos camionetas descubiertas, como si de ganado se tratara, y llega impunemente a la zona hotelera del puerto de Veracruz. Allí siembran los cuerpos en la calle, a las cinco de la tarde, sin que nadie vea nada.
Los cuerpos de 23 hombres y 12 mujeres quedaron allí, maniatados, amordazados y con bolsas de basura en la cabeza, para atemorizar a la población y para escarnio de las autoridades, que siguen empeñándose en minimizar los hechos. Como el fiscal del Estado, Reynaldo Escobar, quien aseguró que el crimen se limita a las disputas entre los cárteles por el control territorial: "Algo inédito en Veracruz".
La mayoría de las víctimas tenían antecedentes penales relacionados con el crimen organizado (robo , secuestro, extorsión...), aunque también había dos dadas por desaparecidas y un policía municipal. Junto a los cuerpos, dejaron una pancarta que rezaba: "Esto les va a pasar a todos los Zetamierdas que sigan en Veracruz; la plaza ya tiene nuevo dueño. GN".
Veracruz es ahora una de las principales trincheras entreel Cártel del Golfo aliado con el de Sinaloa, el más poderoso y los Zetas. En este mes han asesinado a 73 personas y los cárteles siguen creciendo. "Estás en el parque en tu pueblo y te ofrecen entrar [en el cártel de los Zetas] y, si no, te amenazan a ti y a tu familia", explica Sael, un joven de Acayucan, una pequeña ciudad en el sur de Veracruz.
En la vecina Coatzacoalcos, la gente ni siquiera se atreve a hablar con esta periodista. El sábado pasado, a las 9 de la noche, sólo había en la plaza una decena de hombres armados, vestidos de civil. "Desde que entró el Gobierno de Javier Duarte [en diciembre], ha crecido la violencia y son muchos los casos de secuestros, violaciones, ejecuciones y desapariciones. Hemos ido perdiendo espacios públicos, tenemos un toque de queda en la práctica, los medios están controlados y esto parece que es sólo el principio", cuenta Ángel Pérez, del Colectivo por la Paz de Xalapa, la capital del Estado.
De hecho, el lunes se escaparon 32 presos de tres cárceles. Y, mientras los criminales arrojaban los 35 cuerpos, el Congreso estatal aprobaba la Ley de Perturbación del Orden Público, promovida tras la detención de dos tuiteros acusados de terrorismo por difundir ataques falsos del narco. Miguel Carbonell, especialista en Derecho Constitucional del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, contestó a la iniciativa con otro tuit: "La matanza de hoy acredita de sobra que el peligro en Veracruz no está en Twitter, sino en las calles que el Gobierno no sabe resguardar".
(nota tomada del diario español Público.)
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