Un estudio realizado en Massachusetts (Estados Unidos) revela que los adolescentes gays y lesbianas, y en una menor medida los bisexuales, presentan un riesgo mucho mayor que el de sus coetáneos heterosexuales de convertirse en un “sin techo”. Uno de cada cuatro adolescentes gays y lesbianas acaba viviendo en la calle, frente a un 15% de los bisexuales y un 3% de los heterosexuales.
El estudio, desarrollado por el Children’s Hospital de Boston (hospital pediátrico vinculado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard), ha analizado los resultados de una encuesta realizada entre 2005 y 2007 a más de 6.000 adolescentes, que preguntaba por múltiples aspectos. “Quizá su situación vital es tan difícil que deciden abandonar su casa, o puede ser que después de salir del armario sus padres les expulsen”, son las hipótesis que maneja Heather Corliss, autora principal del estudio, para explicar el elevado porcentaje de adolescentes LGB sin hogar que arroja el estudio, “mucho más alto de lo esperado”. Globalmente, menos de 5% de los adolescentes se identificaron a sí mismos como LGB, pero constituían el 19% de los adolescentes sin hogar.
Se da la circunstancia de que Massachusetts, un estado rico y de tradición liberal, es uno de los lugares de Estados Unidos en los que la aceptación social de la homosexualidad es mayor (fue el primer estado en el que fue posible que las parejas del mismo sexo contrajeran matrimonio, por ejemplo) por lo que los propios autores del estudio temen que la situación en otros lugares del país podría ser mucho peor.
(Cuando se haga un estudio en México de la situación que viven los homosexuales repudiados por su familia, se encontrará que varios han sido reclutados por las bacrim -bandas criminales- pues la gama de producción comprendida por éstas es cada vez más totalizadora. Nota reproducida del blog Dos manzanas.)
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