jueves, 18 de agosto de 2011

BENEDICTO XVI HOMÓFOBO

Un grupo de unas 50 personas del colectivo Transmaricabollo —un colectivo de trabajo de diversidad sexual— recorrió la distancia que separa las plazas de Chueca y Colón para acercarse lo más posible al recorrido del papa, con la intención de besarse entre personas del mismo sexo al paso de Ratzinger, frente a todos sus fieles.

El objetivo, según uno de los promotores de la iniciativa, Jaime del Val, era protestar contra las políticas "intolerantes" de la Iglesia Católica y de su líder espiritual, que viene a España "a hacer propaganda homófoba ante miles de personas". La policía se percató de las intenciones del grupo y trató de abortar la iniciativa. Al llegar a Colón, acorralaron a los manifestantes. Éstos, trataron de escapar dividiéndose en pequeños grupos.
"¡Qué asco! Esta gente sólo viene a provocar. Esta es nuestra fiesta" Del Val, pudo plantar en los labios de un compañero unos de esos besos que trascienden el puro sentimiento: "Es una acción política, la muestra de que podemos ejercer nuestra libertad, pese a que haya gente que quiera coartarla". Finalmente, los policías superaron en número a los manifestantes y procedieron a su identificación en un portal cercano. Desde la distancia, unos adolescentes de la JMJ les increpaban: "¡Qué asco! Esta gente sólo viene a provocar. Esta es nuestra fiesta". La policía acompañó al grupo de nuevo a Chueca.
Al término de la reivindicación, Del Val se quejaba del trato que la policía les había dado y volvía a acusar a la Iglesia de promover un modelo "único, totalitario y excluyente". "Lo suyo no es acogida", sentenció Del Val, a la vez que anunció que, entre hoy y mañana, montarán en Sol o en las plazas aledañas, un verdadero punto de acogida para dar cobijo a todos los damnificados de la Iglesia, entre las 20.00 y las 22.00 horas.


(nota reproducida del diario Público.)



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