El nixtamal hierve
El aroma a pescadería lo torturaba tanto como el dolor de testículos y recrudecía su sensación de impotencia, , más hiriente a medida que Fabiola, exangüe y desmorecida, se acercaba al paroxismo con una secuencia de gritos cortos y agudos primero, largos y roncos después, que culminó con un prolongado lamento de cante jondo, la rúbrica sonora de un orgasmo espectacular.
(fuente: El miedo a los animales, ed. Punto de Lectura, México, 2011)
miércoles, 31 de diciembre de 2014
martes, 30 de diciembre de 2014
Berta Dávila (1987 )
Porque no hubo...
Porque no hubo venenos que me devorasen,
tuve que aprender de la piedra el arte de lo definitivo,
hundir las manos en la nieve para hacerme fuerte
y vestirme de frío por cerrar ese círculo inconcluso
que trazas con tiza sobre mi vientre.
No habrá rutinas que me amparen
ni mercurios que acaben conmigo.
No puedo hacer más que escurrir mis venas mansas
sobre tu cuerpo, y esperar
que no existan los antídotos.
Que no existan.
(fuente: "la mirada del lobo", versión de andrés vara)
Porque no hubo venenos que me devorasen,
tuve que aprender de la piedra el arte de lo definitivo,
hundir las manos en la nieve para hacerme fuerte
y vestirme de frío por cerrar ese círculo inconcluso
que trazas con tiza sobre mi vientre.
No habrá rutinas que me amparen
ni mercurios que acaben conmigo.
No puedo hacer más que escurrir mis venas mansas
sobre tu cuerpo, y esperar
que no existan los antídotos.
Que no existan.
(fuente: "la mirada del lobo", versión de andrés vara)
lunes, 29 de diciembre de 2014
Charles Simic (1938 )
Una carta
Queridos filósofos, pensar me entristece.
¿Os ocurre a vosotros lo mismo?
Justo cuando voy a hincarle el diente al noúmeno
alguna antigua novia viene a distraerme.
“¡Si ni siquiera está viva!”, clamo al cielo.
La luz invernal me señaló el camino.
Vi camas cubiertas con las mismas sábanas grises.
Vi hombres adustos sosteniendo a una mujer desnuda
mientras la rociaban con agua fría.
¿Se trataba de una cura para sus nervios o de un castigo?
Fui a visitar a mi amigo Bob, quien me dijo:
“Encontramos la realidad al superar la seducción de las imágenes”.
Estaba exultante de alegría, hasta que me di cuenta
de que nunca me sería posible tal abstinencia.
Me sorprendí mirando por la ventana.
El padre de Bob sacaba a pasear al perro.
Se movía con dificultad; el perro tenía que esperarle.
No había nadie en el parque,
sólo árboles desnudos con infinidad de formas trágicas
que hacían pensar con dificultad.
(fuente: "otra iglesia es imposible", traductor: martín lópez-vega)
Queridos filósofos, pensar me entristece.
¿Os ocurre a vosotros lo mismo?
Justo cuando voy a hincarle el diente al noúmeno
alguna antigua novia viene a distraerme.
“¡Si ni siquiera está viva!”, clamo al cielo.
La luz invernal me señaló el camino.
Vi camas cubiertas con las mismas sábanas grises.
Vi hombres adustos sosteniendo a una mujer desnuda
mientras la rociaban con agua fría.
¿Se trataba de una cura para sus nervios o de un castigo?
Fui a visitar a mi amigo Bob, quien me dijo:
“Encontramos la realidad al superar la seducción de las imágenes”.
Estaba exultante de alegría, hasta que me di cuenta
de que nunca me sería posible tal abstinencia.
Me sorprendí mirando por la ventana.
El padre de Bob sacaba a pasear al perro.
Se movía con dificultad; el perro tenía que esperarle.
No había nadie en el parque,
sólo árboles desnudos con infinidad de formas trágicas
que hacían pensar con dificultad.
(fuente: "otra iglesia es imposible", traductor: martín lópez-vega)
domingo, 28 de diciembre de 2014
Eugenio Montale (1896/1981 )
La casa de los aduaneros
Tú no recuerdas la casa de los aduaneros
sobre la elevación inclinada sobre la escollera:
desolada te espera desde la noche
en que entró en ella el enjambre de tus pensamientos
y se detuvo inquieto.
La marejada azota hace años la vieja muralla
y el sonido de tu risa ya no es alegre:
la brújula gira loca a la ventura
y el cálculo de los dados no regresa.
Tú no recuerdas; otro tiempo trastorna
tu memoria; un hilo se devana.
Tengo todavía la punta; pero se aleja
la casa y sobre el techo la ennegrecida
veleta gira sin piedad.
Tengo la punta; pero tú estás sola
casi ni respiras en la oscuridad.
Oh el horizonte en fuga donde se enciende
rara la luz del petrolero.
¿Es este el paso? (Pulula todavía el oleaje
sobre el acantilado que se desploma).
Tú no recuerdas la casa de esta
noche mía. Y yo no sé quién va y quién queda.
(fuente: "caína bella", versión: jorge aulicino)
sábado, 27 de diciembre de 2014
Gloria Fuertes (1917/1998 )
Al borde
Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.
Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.
(fuente: "rua das petras")
viernes, 26 de diciembre de 2014
Harold Alvarado Tenorio (1945 )
Ultrajes y despojos
Taconea la noche
un resplandor de genitales
que celebra
la belleza de un mundo
de sobras y agravios.
Ellos beben.
Ellas también.
En Café Havana
atesoramos horas que no tuvimos
y amores que tampoco llegaron.
Tarde acudimos a un banquete
donde todo,
descartada la vejez, es mejor que la muerte.
(fuente: Brando im Schwazwald (y otros poemas, Azafrán y cinbrio ediciones, Guanajuato, Gto., México, 2010.)
Taconea la noche
un resplandor de genitales
que celebra
la belleza de un mundo
de sobras y agravios.
Ellos beben.
Ellas también.
En Café Havana
atesoramos horas que no tuvimos
y amores que tampoco llegaron.
Tarde acudimos a un banquete
donde todo,
descartada la vejez, es mejor que la muerte.
(fuente: Brando im Schwazwald (y otros poemas, Azafrán y cinbrio ediciones, Guanajuato, Gto., México, 2010.)
jueves, 25 de diciembre de 2014
Luis Alberto de Cuenca (1950 )
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre y
llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más, cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
(fuente: "apología de la luz")
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre y
llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más, cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
(fuente: "apología de la luz")
miércoles, 24 de diciembre de 2014
OCUMICHO
El Diablito
Era tan cerdo que ese diciembre fue a Ocumicho (Michoacán), a pedirle a Nati el artesano le hiciera un Diablito a imagen y semejanza de su enemigo El Buen Pastor.
Era tan cerdo que ese diciembre fue a Ocumicho (Michoacán), a pedirle a Nati el artesano le hiciera un Diablito a imagen y semejanza de su enemigo El Buen Pastor.
martes, 23 de diciembre de 2014
Charles Simic (1938 )
Escobas
1
1
Sólo las escobas
saben que el diablo
aún existe,
saben que el diablo
aún existe,
que la nieve se pone más blanca
después de que un cuervo la sobrevuela,
que un rincón polvoriento y oscuro
es el lugar de los soñadores y los niños,
después de que un cuervo la sobrevuela,
que un rincón polvoriento y oscuro
es el lugar de los soñadores y los niños,
que una escoba es también un árbol
en el huerto del pobre,
que una cucaracha colgando allí
es una paloma enmudecida.
en el huerto del pobre,
que una cucaracha colgando allí
es una paloma enmudecida.
2
Las escobas aparecen en los libros de sueños
como presagios de una muerte que se aproxima.
Esa es su vida secreta.
En público se portan como solteronas de senos aplanados
predicando la virtud.
como presagios de una muerte que se aproxima.
Esa es su vida secreta.
En público se portan como solteronas de senos aplanados
predicando la virtud.
Son enemigas juradas de la poesía lírica
Acompañan al carcelero en la prisión.
Entran a la celda a oír confesiones.
Acompañan al carcelero en la prisión.
Entran a la celda a oír confesiones.
Cuando menos lo esperas
Su estaca te golpea.
Y a solas, detrás de la puerta
de un conventillo condenado,
le susurran a nadie en particular
palabras como virgen viento eclipse de luna,
y el más sagrado de todos los nombres:
Hieronymous Bosch.
Su estaca te golpea.
Y a solas, detrás de la puerta
de un conventillo condenado,
le susurran a nadie en particular
palabras como virgen viento eclipse de luna,
y el más sagrado de todos los nombres:
Hieronymous Bosch.
3
De ésta y no de otra manera
fue construida la primera escoba ancestral:
Es decir, arrancaron todas las flechas
de la espalda encorvada de San Sebastián.
Las ataron con la cuerda
con la que Judas se colgó.
Las metieron en el zanco
con el que Copérnico
tocó la estrella de la mañana...
fue construida la primera escoba ancestral:
Es decir, arrancaron todas las flechas
de la espalda encorvada de San Sebastián.
Las ataron con la cuerda
con la que Judas se colgó.
Las metieron en el zanco
con el que Copérnico
tocó la estrella de la mañana...
Sólo entonces la escoba estuvo lista
para dejar el monasterio.
El polvo le dio la bienvenida;
ese gran pornógrafo
quiso inmediatamente
mirar bajo su falda.
para dejar el monasterio.
El polvo le dio la bienvenida;
ese gran pornógrafo
quiso inmediatamente
mirar bajo su falda.
4
La enseñanza secreta de las escobas
excluye el optimismo, el consuelo
de la pereza, los milagros asombrosos
de un vaso de aguardiente añeja.
La enseñanza secreta de las escobas
excluye el optimismo, el consuelo
de la pereza, los milagros asombrosos
de un vaso de aguardiente añeja.
Ella dice: los huesos acaban bajo la mesa
Las migas tienen sus opiniones propias.
La leche es el semen de ya sabes quién.
El ratón tiene el último chillido.
Las migas tienen sus opiniones propias.
La leche es el semen de ya sabes quién.
El ratón tiene el último chillido.
En cuanto a las famosas teorías
de la levitación, te sugiero recordar:
Sólo hay un Dios
y su profeta es Mahoma
de la levitación, te sugiero recordar:
Sólo hay un Dios
y su profeta es Mahoma
5
Finalmente está tu abuela
barriendo el polvo del siglo diecinueve
e introduciéndolo en el veinte, y tu abuelo arrancando
una paja de la escoba para escarbarse los dientes.
barriendo el polvo del siglo diecinueve
e introduciéndolo en el veinte, y tu abuelo arrancando
una paja de la escoba para escarbarse los dientes.
Largas noches de invierno.
Amaneceres con milenios de profundidad.
Ventanas de cocina como cabezas
vendadas por el dolor de muelas.
Amaneceres con milenios de profundidad.
Ventanas de cocina como cabezas
vendadas por el dolor de muelas.
La escoba barriendo detrás de ellos,
juntando los brillantes granos de polvo
en nítidas pirámides
que llevan tumbas adentro,
juntando los brillantes granos de polvo
en nítidas pirámides
que llevan tumbas adentro,
ya saqueadas por ladrones,
hace mucho, mucho tiempo.
hace mucho, mucho tiempo.
(fuente: "marcelo leites",traducción de Guillermo Teodoro Schuster y Juan Carlos Prieto Cané)
lunes, 22 de diciembre de 2014
Estela Figueroa (1946 )
Suspiro
Suspiro dentro de un vaso
que era para flores.
Un suspiro lo limpia.
Otro lo empaña.
Suspiro dentro de un vaso
que era para flores.
Un suspiro lo limpia.
Otro lo empaña.
(fuente: "emma gunst")
domingo, 21 de diciembre de 2014
Uriel Martínez (1950 )
Beatus
no espero a nadie
sólo que la lluvia escampe
y se levante la niebla
para ver claro.
nadie me espera, nadie
me recuerda, excepto
el tarro de café y el CD
de Arvo Pärt que gira.
nadie toca a mi puerta,
nadie levanta los bordes
de cama, el mantel, párpados,
labios.
nadie toma con las yemas
la fruta, la cebolla morada,
el lomo del libro, las sinuosidades
del poema que despierta.
no espero a ninguno mientras
la espiral de tabaco asciende,
el vapor del café temprano,
la oración queda del viernes.
no espero a nadie
sólo que la lluvia escampe
y se levante la niebla
para ver claro.
nadie me espera, nadie
me recuerda, excepto
el tarro de café y el CD
de Arvo Pärt que gira.
nadie toca a mi puerta,
nadie levanta los bordes
de cama, el mantel, párpados,
labios.
nadie toma con las yemas
la fruta, la cebolla morada,
el lomo del libro, las sinuosidades
del poema que despierta.
no espero a ninguno mientras
la espiral de tabaco asciende,
el vapor del café temprano,
la oración queda del viernes.
sábado, 20 de diciembre de 2014
Gerardo Deniz (1934/2014 )
Evasión
En Tlalpan hay varios manicomios.
Y viendo en la sala de espera esos viejos tomos franceses
tan espesos
de balneoterapia y arsonvalización
cruzando ese jardín por donde tres veces a la semana
discurren filosofías de vía angosta
-los perros trágicos machacados en la carretera al pasar en volandas,
y así habrá que pasar ahora.
Hace calor.
El que vaya a la hora cursi como todas marchando a oscuras
al lado de los rieles
podrá escuchar (si le importa) el zumbido de muchos
escarabajos enamoradísimos
entre las piedras del talud.
Más allá (es de suponerse) descansan adineradas adolescentes
de miembros fruticosos,
con los labios secos, tendidas al descuido
como largos gatos de algalia.
(¿Habrán comido habas?
¿Borrarán como es debido los moldes de sus cuerpos en las camas?
Oh riesgo.)
Pero este mundo de trenes y escarabajos es un mundo de
trenes y escarabajos,
sin embargo,
nagara.
(fuente: "otra iglesia es imposible")
En Tlalpan hay varios manicomios.
Y viendo en la sala de espera esos viejos tomos franceses
tan espesos
de balneoterapia y arsonvalización
cruzando ese jardín por donde tres veces a la semana
discurren filosofías de vía angosta
-los perros trágicos machacados en la carretera al pasar en volandas,
y así habrá que pasar ahora.
Hace calor.
El que vaya a la hora cursi como todas marchando a oscuras
al lado de los rieles
podrá escuchar (si le importa) el zumbido de muchos
escarabajos enamoradísimos
entre las piedras del talud.
Más allá (es de suponerse) descansan adineradas adolescentes
de miembros fruticosos,
con los labios secos, tendidas al descuido
como largos gatos de algalia.
(¿Habrán comido habas?
¿Borrarán como es debido los moldes de sus cuerpos en las camas?
Oh riesgo.)
Pero este mundo de trenes y escarabajos es un mundo de
trenes y escarabajos,
sin embargo,
nagara.
(fuente: "otra iglesia es imposible")
Mariana Finochietto (1971 )
De Cuadernos de la breve ceguera
1
A veces,
sobre todo en las mañanas,
ella canta.
Y su voz
es un murmullo
que rebota
contra las paredes de la casa,
se pierde entre la ropa de los hijos,
en la cama tendida,
enorme, inmaculada.
Canta
bajito, quedamente,
para
no despertar a los fantasmas.
A veces,
sobre todo en las mañanas,
desde la ventana
mira el cielo.
Y no sabe
si esta herida en el pecho
es angustia
o son alas.
1
A veces,
sobre todo en las mañanas,
ella canta.
Y su voz
es un murmullo
que rebota
contra las paredes de la casa,
se pierde entre la ropa de los hijos,
en la cama tendida,
enorme, inmaculada.
Canta
bajito, quedamente,
para
no despertar a los fantasmas.
A veces,
sobre todo en las mañanas,
desde la ventana
mira el cielo.
Y no sabe
si esta herida en el pecho
es angustia
o son alas.
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
viernes, 19 de diciembre de 2014
Kim Addonizio (1954 )
Al deseo
Dame el más fuerte de los quesos, aquél cuyo olor es más penetrante;
y quiero un buen vino, el que dibuja un remolino en el cristal
entregando el perfume de las zarzamoras , de las cerezas, un rico sorbo en el fondo
de mi garganta mientras lo mantengo ahí antes de bebérmelo.
Dame el amante que de un tirón abra la puerta
de su casa y me empuje contra la pared
en la oscuridad de la entrada, y me tenga ahí hasta que esté empapada y temblando, cuyos besos vengan por la barcada
y comiencen su deliciosa diáspora por las ciudades y pueblos de mi cuerpo.
Al diablo con los santos, con los mártires
de mi infancia puestos allí para instruirme
en la fuerza de la resistencia y la fe, al diablo con el otro mundo y con sus pálidos ángeles
desvaneciéndose y suspirando como muchachas victorianas.
Quiero este mundo, quiero correr hacia el océano y sentir cómo intenta arrastrarme
como si yo fuese tan sólo un trocito de vidrio rayado
y quiero ser capaz de resistirlo. Quiero caminar
tambaleándome y agitándome por los bares y los cuartos de atrás
por los hoteles relucientes y los campos cubiertos de girasoles abandonados y los parques
donde sueltan a los perros
a pesar de los carteles, donde se huelen
y ruedan juntos por la hierba, y quiero
acostarme en algún sitio y sufrir por amor hasta
que éste casi me mate, y luego quiero alzarme de nuevo
y ponerme ese vestido corto negro
y esperar a que tú, sí tú, vengas y te arrodilles
y me digas tan sólo lo jodidamente hermosa que estoy con él.
Dame el más fuerte de los quesos, aquél cuyo olor es más penetrante;
y quiero un buen vino, el que dibuja un remolino en el cristal
entregando el perfume de las zarzamoras , de las cerezas, un rico sorbo en el fondo
de mi garganta mientras lo mantengo ahí antes de bebérmelo.
Dame el amante que de un tirón abra la puerta
de su casa y me empuje contra la pared
en la oscuridad de la entrada, y me tenga ahí hasta que esté empapada y temblando, cuyos besos vengan por la barcada
y comiencen su deliciosa diáspora por las ciudades y pueblos de mi cuerpo.
Al diablo con los santos, con los mártires
de mi infancia puestos allí para instruirme
en la fuerza de la resistencia y la fe, al diablo con el otro mundo y con sus pálidos ángeles
desvaneciéndose y suspirando como muchachas victorianas.
Quiero este mundo, quiero correr hacia el océano y sentir cómo intenta arrastrarme
como si yo fuese tan sólo un trocito de vidrio rayado
y quiero ser capaz de resistirlo. Quiero caminar
tambaleándome y agitándome por los bares y los cuartos de atrás
por los hoteles relucientes y los campos cubiertos de girasoles abandonados y los parques
donde sueltan a los perros
a pesar de los carteles, donde se huelen
y ruedan juntos por la hierba, y quiero
acostarme en algún sitio y sufrir por amor hasta
que éste casi me mate, y luego quiero alzarme de nuevo
y ponerme ese vestido corto negro
y esperar a que tú, sí tú, vengas y te arrodilles
y me digas tan sólo lo jodidamente hermosa que estoy con él.
(fuente: "emma gunst", traducción: coeliquore)
jueves, 18 de diciembre de 2014
Rebeca Urbina Balbuena (1983 )
Boceto de teología
“El arte de hacer dioses”, rezaba el anuncio. Nos dieron
cubos de barro y nos mostraron una carta estelar.
Charles Simic
Nunca me costó creer en Dios porque siempre me gustaron los cuentos. Los paisajes exóticos, los animales en el arca y los nombres antiguos hicieron de la Biblia uno de mis cuentos favoritos.
Mi primera duda de fe: si la serpiente que le ofreció la manzana a Eva sería la misma bruja que se la dio a Blancanieves muchos años después, cuando ya existían ropas y espejos.
Mi segunda duda fue por qué la manzana hizo despertar a una y dormir a la otra.
También me pregunté cómo pudieron ceder tan fácil ante una manzana, existiendo frutas mucho más ricas como las fresas, los mangos y las chirimoyas.
Una noche le hice estas preguntas a Dios durante mis oraciones antes de dormir.
Él se rió y luego me dijo que era solo un cuento, que yo podía cambiar las frutas, animales y nombres si me provocaba.
Al verme sonreír me hizo un guiño y cerró la ventana con un solo soplido, para que no me resfriara.
Ese día entendí por qué tiene tantos nombres alrededor del mundo. Seguro se los inventaron otros niños como yo.
“El arte de hacer dioses”, rezaba el anuncio. Nos dieron
cubos de barro y nos mostraron una carta estelar.
Charles Simic
Nunca me costó creer en Dios porque siempre me gustaron los cuentos. Los paisajes exóticos, los animales en el arca y los nombres antiguos hicieron de la Biblia uno de mis cuentos favoritos.
Mi primera duda de fe: si la serpiente que le ofreció la manzana a Eva sería la misma bruja que se la dio a Blancanieves muchos años después, cuando ya existían ropas y espejos.
Mi segunda duda fue por qué la manzana hizo despertar a una y dormir a la otra.
También me pregunté cómo pudieron ceder tan fácil ante una manzana, existiendo frutas mucho más ricas como las fresas, los mangos y las chirimoyas.
Una noche le hice estas preguntas a Dios durante mis oraciones antes de dormir.
Él se rió y luego me dijo que era solo un cuento, que yo podía cambiar las frutas, animales y nombres si me provocaba.
Al verme sonreír me hizo un guiño y cerró la ventana con un solo soplido, para que no me resfriara.
Ese día entendí por qué tiene tantos nombres alrededor del mundo. Seguro se los inventaron otros niños como yo.
(fuente: "urbanotopía")
miércoles, 17 de diciembre de 2014
Anne Sexton (1928/1974 )
Cuando el hombre entra en la mujer
Cuando el hombre
entra en la mujer,
como las olas mordiendo la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre su boca con placer
y sus dientes resplandecen
como el alfabeto,
el Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo
para que nunca más estén
otra vez separados
y la mujer
se trepa a una flor
y traga su tallo
y el Logos aparece
y da rienda suelta a los ríos.
Este hombre,
esta mujer
con su doble hambre
trataron de alcanzar
la cortina de Dios
y por un momento lo hicieron,
aunque Dios
en Su perversidad
desate el nudo.
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión: tom maver)
Cuando el hombre
entra en la mujer,
como las olas mordiendo la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre su boca con placer
y sus dientes resplandecen
como el alfabeto,
el Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo
para que nunca más estén
otra vez separados
y la mujer
se trepa a una flor
y traga su tallo
y el Logos aparece
y da rienda suelta a los ríos.
Este hombre,
esta mujer
con su doble hambre
trataron de alcanzar
la cortina de Dios
y por un momento lo hicieron,
aunque Dios
en Su perversidad
desate el nudo.
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión: tom maver)
martes, 16 de diciembre de 2014
Ingeborg Bachmann (1926/1973 )
Oscuro de decir
Yo como Orfeo toco
a la muerte en las cuerdas de la vida
y en la belleza de la tierra
y de tus ojos, que el cielo dirige,
sólo encuentro algo oscuro de decir.
No olvides que también tú, de repente,
aquella mañana, cuando tu campamento
aun húmedo de rocío estaba, y un clavel
cerca de tu corazón dormía,
viste la oscura corriente,
que ante ti atravesaba.
Cuerda del silencio
tensada en la corriente sanguínea,
yo toqué tu sonoro corazón.
Tus rizos estaban transformados
en el cabello sombrío de la noche,
los negros rizos de la oscuridad
nevaron tu rostro.
Y no te pertenezco.
Ambos nos lamentamos ahora.
Pero como Orfeo conozco
la vida del lado de la muerte
y se me torna azulado
tu ojo por siempre cerrado.
(fuente: ámbar y spunk", traducción: yannick bautista)
Yo como Orfeo toco
a la muerte en las cuerdas de la vida
y en la belleza de la tierra
y de tus ojos, que el cielo dirige,
sólo encuentro algo oscuro de decir.
No olvides que también tú, de repente,
aquella mañana, cuando tu campamento
aun húmedo de rocío estaba, y un clavel
cerca de tu corazón dormía,
viste la oscura corriente,
que ante ti atravesaba.
Cuerda del silencio
tensada en la corriente sanguínea,
yo toqué tu sonoro corazón.
Tus rizos estaban transformados
en el cabello sombrío de la noche,
los negros rizos de la oscuridad
nevaron tu rostro.
Y no te pertenezco.
Ambos nos lamentamos ahora.
Pero como Orfeo conozco
la vida del lado de la muerte
y se me torna azulado
tu ojo por siempre cerrado.
(fuente: ámbar y spunk", traducción: yannick bautista)
lunes, 15 de diciembre de 2014
Lêdo Ivo (1924/2012 )
Vals fúnebre para Hermengarda
Heme aquí junto a tu sepultura, Hermengarda,
para llorar tu carne pobre y pura que ninguno de nosotros vio podrirse.
Otros vendrían lúcidos y de luto,
sin embargo, yo vengo borracho, Hermengarda, yo vengo borracho.
Y si mañana encontraran la cruz de tu tumba tirada en el suelo
no fue la noche, Hermengarda, ni fue el viento.
Fui yo.
Quise apoyar mi borrachera en tu cruz
y rodé por el suelo donde reposas
cubierta de margaritas, triste todavía.
Heme junto a tu tumba, Hermengarda,
para llorar nuestro amor de siempre.
No es la noche, Hermengarda, ni es el viento.
Soy yo.
(fuente: "Las imaginaciones/El soldado raso", Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, traducción de José Carlos de Nóbrega.)
Heme aquí junto a tu sepultura, Hermengarda,
para llorar tu carne pobre y pura que ninguno de nosotros vio podrirse.
Otros vendrían lúcidos y de luto,
sin embargo, yo vengo borracho, Hermengarda, yo vengo borracho.
Y si mañana encontraran la cruz de tu tumba tirada en el suelo
no fue la noche, Hermengarda, ni fue el viento.
Fui yo.
Quise apoyar mi borrachera en tu cruz
y rodé por el suelo donde reposas
cubierta de margaritas, triste todavía.
Heme junto a tu tumba, Hermengarda,
para llorar nuestro amor de siempre.
No es la noche, Hermengarda, ni es el viento.
Soy yo.
(fuente: "Las imaginaciones/El soldado raso", Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, traducción de José Carlos de Nóbrega.)
domingo, 14 de diciembre de 2014
Juan Manuel Roca (1946 )
Lector de piedras
Las piedras:
Cuentas de un ábaco gigante,
Fósiles de nube, atrios de la luna,
Sílabas de tiempo.
Migas de un astro
Caídas desde el altar del cielo.
Antes de ser catedral,
Viento atrapado en su gótico gesto,
La piedra conoció el bautizo del río,
El cincel de la lluvia.
El lector de piedras
Recorre sus formas encantadas y ciegas:
Sabe que entre ellas
Moran los dioses de un país dormido.
Pero es la mano del albur, minero de Dios,
¿La que decide cuál piedra se hace cárcel,
Cuál piedra iglesia o tumba,
Paredón de lamentos, muro de fusilados?
(fuente: Las hipótesis de nadie, Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, Venezuela, 2012.)
Las piedras:
Cuentas de un ábaco gigante,
Fósiles de nube, atrios de la luna,
Sílabas de tiempo.
Migas de un astro
Caídas desde el altar del cielo.
Antes de ser catedral,
Viento atrapado en su gótico gesto,
La piedra conoció el bautizo del río,
El cincel de la lluvia.
El lector de piedras
Recorre sus formas encantadas y ciegas:
Sabe que entre ellas
Moran los dioses de un país dormido.
Pero es la mano del albur, minero de Dios,
¿La que decide cuál piedra se hace cárcel,
Cuál piedra iglesia o tumba,
Paredón de lamentos, muro de fusilados?
(fuente: Las hipótesis de nadie, Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, Venezuela, 2012.)
sábado, 13 de diciembre de 2014
Eduardo Anguita y Ayotzinapa
La violencia en México
Eduardo Anguita, periodista argentino, estuvo en México para participar en la FIL de Guadalajara. Tuve la suerte de conversar con él y ver su interés por adentrar su mirada del sur en nuestra realidad del norte. La charla le permitió, según me dijo, precisar algunas ideas sobre la coyuntura mexicana. Unas horas después envió un artículo a su patria y me lo compartió vía mail ("México y sus 43 desaparecidos"). Por tratarse de una visión foránea y por eso interesante, creo, para nosotros, comparto el artículo completo:
El jueves pasado, cuando todavía todavía no era pública la restitución de identidad del nieto 116, hijo de Hugo Castro y Ana Rubel, nacido en la ESMA, Estela Barness de Carlotto recibía, conmovida, al padre de uno de los 43 estudiantes secuestrados en Iguala. El hombre contaba lo que era para él, un campesino con apenas segundo grado de primaria, que su hijo pudiera haber llegado a estudiar en la Escuela Normal de Ayotzinapa, donde fue secuestrado el pasado 26 de septiembre. Hugo y Ana fueron secuestrados en 1977 y también eran estudiantes. Al rato, mientras en cada actividad de la Feria Internacional del Libro se pedía la aparición con vida de los 43, la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo daba la noticia del 116. No se trata de un juego de números, sino de la hermandad en la tragedia, de las formas más dignas de resistencia, del grito más íntimo de quien sufre como padre o abuela la política criminal de Estado de negar el derecho básico a saber dónde está una persona.
No es un juego de números, pero los números indican que la democracia formal y republicana puede hacer que la muerte sea un lugar común. El sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) llevó, según la mayoría de los defensores de los derechos humanos, a que unos 80.000 mexicanos cayeran bajo las balas de carteles de la droga o de la represión de las fuerzas de seguridad. En los dos años que cumplió días pasados al frente del Ejecutivo Enrique Peña Nieto, los muertos en esas circunstancias serían 20.000. Y hay muchos mitos alrededor de esto. Uno es que la violencia no está circunscripta a Ciudad Juárez y otras zonas fronterizas con los Estados Unidos. El Estado de Guerrero, que está en el centro del país y donde fueron secuestrados los 43, tiene una fiscalía especial para radicar denuncias sobre desaparecidos. Porque allí, una región donde en los setentas hubo una guerrilla indomable, quedó la costumbre de hacer desaparecer los rastros de las víctimas. Lucio Cabañas, líder de aquellas luchas, había estudiado en la Escuela Normal de Ayotzinapa. Dos de los chicos secuestrados, según se supo días pasados, son familiares directos de Cabañas. El jueves pasado, Peña Nieto viajó a Acapulco, lugar emblemático del turismo rico, cerca de Iguala, el lugar donde se produjo el asesinato de seis estudiantes y el secuestro de 43. El presidente, antes, ordenó un impresionante dispositivo militar y policial en Guerrero, Michoacán, Morelos y Edomex, cuatro estados cercanos a la capital mexicana. El operativo se llama Tierra Caliente y está destinado a garantizar la circulación de las carreteras y la seguridad de los destinos turísticos. Es la clásica respuesta de militarizar la sociedad sembrando un sentimiento confuso de control, que no se sabe si puede afectar a los carteles mafiosos o a los que piden por la aparición con vida de los desaparecidos. En los fundamentos del operativo Tierra Caliente no hay mención alguna al tema de fondo: ¿Dónde están los 43 estudiantes normalistas?
Desaparecer de los medios
La clase política mexicana vive un terremoto. Lo único cierto es que, esta vez, la sociedad reaccionó ante la barbarie. Desde el 26 de septiembre se producen cientos de actos y manifestaciones en todo el país, extensivos a la gran comunidad azteca en los Estados Unidos. Dado que tanto el alcalde de Iguala como el gobernador de Guerrero, responsables directos de la desaparición de los estudiantes, forman parte del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el correr de las semanas se produjo la renuncia del máximo líder de esa fuerza, Cuauhtémoc Cárdenas. Es decir, la evidente pertenencia del alcalde Iguala, José Luis Abarca, actualmente detenido, con el narcotráfico y el secuestro de los normalistas, dejó al PRD sin argumentos para presentarse como una fuerza moralmente capaz de ser alternativa.
En cuanto al gobierno federal, es preciso reparar en que a dos semanas del secuestro de los estudiantes, el procurador general Jesús Morillo Karam fue la cara visible de un gran operativo mediático que daba por cerrado el caso. Un montaje burdo de tres arrepentidos mostrados ante las cámaras daba la versión oficial: los policías y los guerreros unidos (cara legal e ilegal del aparato montado en Iguala como en muchos otros distritos) habrían matado, calcinado y enterrado a los normalistas. La urgencia de Karam era que Peña Nieto no quería cancelar su viaje a China y Australia. La desmentida llegó días después de la mano del Equipo de Antropología Forense. Es decir, del grupo de argentinos expertos convocados como peritos de parte por los familiares de los estudiantes. De todos los restos óseos analizados, ninguno coincidía con el ADN de los estudiantes. Pero el despliegue mediático había sido montado cuando Karam dio su versión. Las protestas crecen pero el gobierno y su blindaje mediático, basado en el monopolio de Televisa del clan Azcárraga, apuntan a que con el correr de las semanas se desvanezcan sin que nada salga a luz. La información con otras fuentes circula por pocos medios de impacto masivo y son básicamente el diario La Jornada y CNN, cuya corresponsal jefe es Carmen Aristegui, una periodista de mucho prestigio, con presencia también en radio y en prensa gráfica. La pelea de la CNN con Televisa es histórica y posiciona a esa cadena norteamericana como una voz confiable contra la corrupción política. Un equilibrio solo posible por la presencia de Aristegui. Para ver cómo funcionan los medios en un país donde nunca se dio un golpe de Estado pero la clase política está contaminada de vínculos con los negocios del narco, basta ver que Telesur está prohibido en todas las cadenas de televisión paga. No es censura: es la libertad de empresa. Solo se la puede ver por internet.
Demasiado lejos de Dios y demasiado cerca de los Estados Unidos, dicen aquí quienes no se resignan a naturalizar la barbarie. Es difícil para el extranjero entender cómo es México. Un país que creció en base al petróleo y que este año dio un paso hacia la entrega de las poderosas riquezas hidrocarburíferas a manos de las transnacionales al iniciar el proceso de privatización periférica de Pemex. Justo en un momento en el que el precio del barril de petróleo se desploma y con eso se pone en riesgo la principal fuente de divisas (legales). La otra, muestra el México lindante con el imperio: la segunda fuente de dólares son las remesas de los millones de trabajadores legales e ilegales que son mano de obra barata en Estados Unidos. Los mexicanos dan muestra de una hospitalidad y un orgullo patriótico increíbles. Tienen una vida cultural colorida, vivaz, alegre. Sin embargo, hay un manto de silencio sobre la violencia estatal que permitió naturalizar estos cien mil muertos ocurridos en menos de una década. El libro institucional de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde se presentan las voces más comprometidas por el cambio social, no tiene empacho en referirse a la masacre de Tlatelolco de 1968 como el trágico enfrentamiento entre policías y estudiantes, cuando se trató de una emboscada masiva por parte de los uniformados, orquestada desde el gobierno cuando Luis Echeverría era secretario de Gobernación. Luego, en 1970, fue electo presidente y tuvo un rol activo en dar asilo a miles de argentinos que huían de la represión en Argentina, en Chile o Uruguay. Es decir, sudamericanos militantes que, de haber estado en aquella plaza de las Tres Culturas, hubieran caído bajo las balas policiales. Ese México es el de un acendrado machismo: el jueves por la noche, cuatro argentinas que volvían de la Feria del Libro subieron por la noche a un taxi y pretendieron discutir el precio del viaje: el chofer, sin vueltas, arrancó y les dijo que no abrieran la boca hasta llegar al hotel, que no estaba dispuesto a que unas mujeres le hablaran en ese tono. El temor a un lugar desconocido hizo que la consigna del taxista fuera cumplida a rajatabla. El colorido de la cultura convive con la cultura de la imposición. Mande, es la primera voz que surge de cualquier empleado que cumple funciones en áreas de servicio. Esa aparente docilidad está acompañada de la militarización de miles y miles de jóvenes que se incorporan a agencias policiales. Un spot que grafica esto se ve cada rato en la televisión de Guadalajara (capital del Estado Jalisco): Únete a la Fuerza Única Jalisco, tu fuerza puede ser nuestra fuerza. Tanques, helicópteros, ametralladoras antiaéreas y hombres vestidos de negro armados hasta los dientes convocan a sumarse a la policía estatal, una de las tantísimas agencias estatales que circulan por los laberintos de un país convulsionado por el dolor.
Eduardo Anguita, periodista argentino, estuvo en México para participar en la FIL de Guadalajara. Tuve la suerte de conversar con él y ver su interés por adentrar su mirada del sur en nuestra realidad del norte. La charla le permitió, según me dijo, precisar algunas ideas sobre la coyuntura mexicana. Unas horas después envió un artículo a su patria y me lo compartió vía mail ("México y sus 43 desaparecidos"). Por tratarse de una visión foránea y por eso interesante, creo, para nosotros, comparto el artículo completo:
El jueves pasado, cuando todavía todavía no era pública la restitución de identidad del nieto 116, hijo de Hugo Castro y Ana Rubel, nacido en la ESMA, Estela Barness de Carlotto recibía, conmovida, al padre de uno de los 43 estudiantes secuestrados en Iguala. El hombre contaba lo que era para él, un campesino con apenas segundo grado de primaria, que su hijo pudiera haber llegado a estudiar en la Escuela Normal de Ayotzinapa, donde fue secuestrado el pasado 26 de septiembre. Hugo y Ana fueron secuestrados en 1977 y también eran estudiantes. Al rato, mientras en cada actividad de la Feria Internacional del Libro se pedía la aparición con vida de los 43, la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo daba la noticia del 116. No se trata de un juego de números, sino de la hermandad en la tragedia, de las formas más dignas de resistencia, del grito más íntimo de quien sufre como padre o abuela la política criminal de Estado de negar el derecho básico a saber dónde está una persona.
No es un juego de números, pero los números indican que la democracia formal y republicana puede hacer que la muerte sea un lugar común. El sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) llevó, según la mayoría de los defensores de los derechos humanos, a que unos 80.000 mexicanos cayeran bajo las balas de carteles de la droga o de la represión de las fuerzas de seguridad. En los dos años que cumplió días pasados al frente del Ejecutivo Enrique Peña Nieto, los muertos en esas circunstancias serían 20.000. Y hay muchos mitos alrededor de esto. Uno es que la violencia no está circunscripta a Ciudad Juárez y otras zonas fronterizas con los Estados Unidos. El Estado de Guerrero, que está en el centro del país y donde fueron secuestrados los 43, tiene una fiscalía especial para radicar denuncias sobre desaparecidos. Porque allí, una región donde en los setentas hubo una guerrilla indomable, quedó la costumbre de hacer desaparecer los rastros de las víctimas. Lucio Cabañas, líder de aquellas luchas, había estudiado en la Escuela Normal de Ayotzinapa. Dos de los chicos secuestrados, según se supo días pasados, son familiares directos de Cabañas. El jueves pasado, Peña Nieto viajó a Acapulco, lugar emblemático del turismo rico, cerca de Iguala, el lugar donde se produjo el asesinato de seis estudiantes y el secuestro de 43. El presidente, antes, ordenó un impresionante dispositivo militar y policial en Guerrero, Michoacán, Morelos y Edomex, cuatro estados cercanos a la capital mexicana. El operativo se llama Tierra Caliente y está destinado a garantizar la circulación de las carreteras y la seguridad de los destinos turísticos. Es la clásica respuesta de militarizar la sociedad sembrando un sentimiento confuso de control, que no se sabe si puede afectar a los carteles mafiosos o a los que piden por la aparición con vida de los desaparecidos. En los fundamentos del operativo Tierra Caliente no hay mención alguna al tema de fondo: ¿Dónde están los 43 estudiantes normalistas?
Desaparecer de los medios
La clase política mexicana vive un terremoto. Lo único cierto es que, esta vez, la sociedad reaccionó ante la barbarie. Desde el 26 de septiembre se producen cientos de actos y manifestaciones en todo el país, extensivos a la gran comunidad azteca en los Estados Unidos. Dado que tanto el alcalde de Iguala como el gobernador de Guerrero, responsables directos de la desaparición de los estudiantes, forman parte del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el correr de las semanas se produjo la renuncia del máximo líder de esa fuerza, Cuauhtémoc Cárdenas. Es decir, la evidente pertenencia del alcalde Iguala, José Luis Abarca, actualmente detenido, con el narcotráfico y el secuestro de los normalistas, dejó al PRD sin argumentos para presentarse como una fuerza moralmente capaz de ser alternativa.
En cuanto al gobierno federal, es preciso reparar en que a dos semanas del secuestro de los estudiantes, el procurador general Jesús Morillo Karam fue la cara visible de un gran operativo mediático que daba por cerrado el caso. Un montaje burdo de tres arrepentidos mostrados ante las cámaras daba la versión oficial: los policías y los guerreros unidos (cara legal e ilegal del aparato montado en Iguala como en muchos otros distritos) habrían matado, calcinado y enterrado a los normalistas. La urgencia de Karam era que Peña Nieto no quería cancelar su viaje a China y Australia. La desmentida llegó días después de la mano del Equipo de Antropología Forense. Es decir, del grupo de argentinos expertos convocados como peritos de parte por los familiares de los estudiantes. De todos los restos óseos analizados, ninguno coincidía con el ADN de los estudiantes. Pero el despliegue mediático había sido montado cuando Karam dio su versión. Las protestas crecen pero el gobierno y su blindaje mediático, basado en el monopolio de Televisa del clan Azcárraga, apuntan a que con el correr de las semanas se desvanezcan sin que nada salga a luz. La información con otras fuentes circula por pocos medios de impacto masivo y son básicamente el diario La Jornada y CNN, cuya corresponsal jefe es Carmen Aristegui, una periodista de mucho prestigio, con presencia también en radio y en prensa gráfica. La pelea de la CNN con Televisa es histórica y posiciona a esa cadena norteamericana como una voz confiable contra la corrupción política. Un equilibrio solo posible por la presencia de Aristegui. Para ver cómo funcionan los medios en un país donde nunca se dio un golpe de Estado pero la clase política está contaminada de vínculos con los negocios del narco, basta ver que Telesur está prohibido en todas las cadenas de televisión paga. No es censura: es la libertad de empresa. Solo se la puede ver por internet.
Demasiado lejos de Dios y demasiado cerca de los Estados Unidos, dicen aquí quienes no se resignan a naturalizar la barbarie. Es difícil para el extranjero entender cómo es México. Un país que creció en base al petróleo y que este año dio un paso hacia la entrega de las poderosas riquezas hidrocarburíferas a manos de las transnacionales al iniciar el proceso de privatización periférica de Pemex. Justo en un momento en el que el precio del barril de petróleo se desploma y con eso se pone en riesgo la principal fuente de divisas (legales). La otra, muestra el México lindante con el imperio: la segunda fuente de dólares son las remesas de los millones de trabajadores legales e ilegales que son mano de obra barata en Estados Unidos. Los mexicanos dan muestra de una hospitalidad y un orgullo patriótico increíbles. Tienen una vida cultural colorida, vivaz, alegre. Sin embargo, hay un manto de silencio sobre la violencia estatal que permitió naturalizar estos cien mil muertos ocurridos en menos de una década. El libro institucional de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde se presentan las voces más comprometidas por el cambio social, no tiene empacho en referirse a la masacre de Tlatelolco de 1968 como el trágico enfrentamiento entre policías y estudiantes, cuando se trató de una emboscada masiva por parte de los uniformados, orquestada desde el gobierno cuando Luis Echeverría era secretario de Gobernación. Luego, en 1970, fue electo presidente y tuvo un rol activo en dar asilo a miles de argentinos que huían de la represión en Argentina, en Chile o Uruguay. Es decir, sudamericanos militantes que, de haber estado en aquella plaza de las Tres Culturas, hubieran caído bajo las balas policiales. Ese México es el de un acendrado machismo: el jueves por la noche, cuatro argentinas que volvían de la Feria del Libro subieron por la noche a un taxi y pretendieron discutir el precio del viaje: el chofer, sin vueltas, arrancó y les dijo que no abrieran la boca hasta llegar al hotel, que no estaba dispuesto a que unas mujeres le hablaran en ese tono. El temor a un lugar desconocido hizo que la consigna del taxista fuera cumplida a rajatabla. El colorido de la cultura convive con la cultura de la imposición. Mande, es la primera voz que surge de cualquier empleado que cumple funciones en áreas de servicio. Esa aparente docilidad está acompañada de la militarización de miles y miles de jóvenes que se incorporan a agencias policiales. Un spot que grafica esto se ve cada rato en la televisión de Guadalajara (capital del Estado Jalisco): Únete a la Fuerza Única Jalisco, tu fuerza puede ser nuestra fuerza. Tanques, helicópteros, ametralladoras antiaéreas y hombres vestidos de negro armados hasta los dientes convocan a sumarse a la policía estatal, una de las tantísimas agencias estatales que circulan por los laberintos de un país convulsionado por el dolor.
(fuente: "rutanortelaguna.blogspot", del autor Jaime Muñoz Vargas, 6.XII.2014)
viernes, 12 de diciembre de 2014
René Char (1907/1988 )
No vengas tan pronto
No vengas tan pronto, amor, sigue todavía;
Sólo la vida del árbol ha temblado;
El viento despedazó las hojas de abril.
La tierra sosiega su extensión
Y cierra de nuevo sus abismos.
¡Ya estás aquí, amor desnudo, fruto del
[huracán!
Soñaba contigo mientras rajaba la corteza.
(fuente: "poesías", Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, enero de 2013, traducción de Luis Alberto Crespo.)
No vengas tan pronto, amor, sigue todavía;
Sólo la vida del árbol ha temblado;
El viento despedazó las hojas de abril.
La tierra sosiega su extensión
Y cierra de nuevo sus abismos.
¡Ya estás aquí, amor desnudo, fruto del
[huracán!
Soñaba contigo mientras rajaba la corteza.
(fuente: "poesías", Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, enero de 2013, traducción de Luis Alberto Crespo.)
jueves, 11 de diciembre de 2014
Manuel Bandeira (1886/1968 )
El último poema
Así querría yo mi último poema
que fuese tierno diciendo las cosas más simples y menos
intencionales
que fuese ardiente como un llanto sin lágrimas
que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume
la pureza de la llama en que se consumen los diamantes más
límpidos
la pasión de los suicidas que se matan sin explicación.
(fuente: "Poesía nuestra", edición Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, Venezuela, 2014,
traducción de Juan Manuel Inchauspe.)
Así querría yo mi último poema
que fuese tierno diciendo las cosas más simples y menos
intencionales
que fuese ardiente como un llanto sin lágrimas
que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume
la pureza de la llama en que se consumen los diamantes más
límpidos
la pasión de los suicidas que se matan sin explicación.
(fuente: "Poesía nuestra", edición Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, Venezuela, 2014,
traducción de Juan Manuel Inchauspe.)
miércoles, 10 de diciembre de 2014
Joan Margarit (1938 )
La espera
Te están echando en falta tantas cosas.
Así llenan los días instantes
hechos de esperar tus manos,
de echar de menos tus pequeñas manos,
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbrarnos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también habrá de acostumbrarse.
Tu calle, aún durante mucho tiempo,
esperará delante de tu puerta
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.
(fuente: "life vest under your seat")
Te están echando en falta tantas cosas.
Así llenan los días instantes
hechos de esperar tus manos,
de echar de menos tus pequeñas manos,
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbrarnos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también habrá de acostumbrarse.
Tu calle, aún durante mucho tiempo,
esperará delante de tu puerta
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.
(fuente: "life vest under your seat")
martes, 9 de diciembre de 2014
LA FERIA DE VANIDADES
La fiesta de los libros
1. El jueves 4 de diciembre salí de Dogville en un guajolotero que me llevaría a la feria de vanidades (FIL) de Guadalagayra. Llegué pasado el mediodía y hasta el oscurecer entré en un cyber. Me esperaba una negra mala nueva: habían asesinado a un amigo esa misma madrugada en mi pueblo, que en el nombre lleva la cruz. Corroboré la información que me proporcionó un capitalino y la compartí en mi muro con unas frases de despedida y sepelio. A partir de ese momento el fin de semana fue largo y dilatado: me subió la presión, todo me parecía excesivo en esa quezque "fiesta de los libros", etcétera.
2. Como pude, regresé el domingo con la maleta pesada de libros. En el trayecto de aquella ciudad a Dogville hay que pasar cuatro filtros militares. En el último retén -venía semidormido- atiné a identificar mi maleta que los uniformados habían bajado del equipajero y vi a un hermoso perro entrenado para olfatear droga que avisaba que ahí había gato encerrado, como se dice. No me asusté. Hasta que uno de los militares subió al camión en que venía yo de regreso y preguntó por el dueño de la maleta, "con etiqueta terminación 666". No sé mucho de las profecías de Nostradamus más allá de lo que escuchaba de niño en Telesistema Mexicano (hoy Televisa). Me levanté del asiento y bajé.
3. Les respondí que traía libros, que la maleta no contenía medicinas, que me permitieran abrirla para la revisión obligatoria. El que esculcaba me preguntó si eran libros para mí. De algunos traía cinco y tres ejemplares. Le respondí que no, que eran pedidos de clientes específicos y que atiendo una librería en Dogville. Abrieron la bolsa con las chanclas, la bolsa con mis afeites, la bolsa con dos dulces artesanales de leche y los partieron a la mitad. No hallaron nada sospechoso. Me dijeron que podía treparme a mi camión. No di gracias a nadie, simplemente no estaba escrito que ese lunes ocho de diciembre de este año no me tocaba que nadie me desapareciera.
1. El jueves 4 de diciembre salí de Dogville en un guajolotero que me llevaría a la feria de vanidades (FIL) de Guadalagayra. Llegué pasado el mediodía y hasta el oscurecer entré en un cyber. Me esperaba una negra mala nueva: habían asesinado a un amigo esa misma madrugada en mi pueblo, que en el nombre lleva la cruz. Corroboré la información que me proporcionó un capitalino y la compartí en mi muro con unas frases de despedida y sepelio. A partir de ese momento el fin de semana fue largo y dilatado: me subió la presión, todo me parecía excesivo en esa quezque "fiesta de los libros", etcétera.
2. Como pude, regresé el domingo con la maleta pesada de libros. En el trayecto de aquella ciudad a Dogville hay que pasar cuatro filtros militares. En el último retén -venía semidormido- atiné a identificar mi maleta que los uniformados habían bajado del equipajero y vi a un hermoso perro entrenado para olfatear droga que avisaba que ahí había gato encerrado, como se dice. No me asusté. Hasta que uno de los militares subió al camión en que venía yo de regreso y preguntó por el dueño de la maleta, "con etiqueta terminación 666". No sé mucho de las profecías de Nostradamus más allá de lo que escuchaba de niño en Telesistema Mexicano (hoy Televisa). Me levanté del asiento y bajé.
3. Les respondí que traía libros, que la maleta no contenía medicinas, que me permitieran abrirla para la revisión obligatoria. El que esculcaba me preguntó si eran libros para mí. De algunos traía cinco y tres ejemplares. Le respondí que no, que eran pedidos de clientes específicos y que atiendo una librería en Dogville. Abrieron la bolsa con las chanclas, la bolsa con mis afeites, la bolsa con dos dulces artesanales de leche y los partieron a la mitad. No hallaron nada sospechoso. Me dijeron que podía treparme a mi camión. No di gracias a nadie, simplemente no estaba escrito que ese lunes ocho de diciembre de este año no me tocaba que nadie me desapareciera.
Heberto Padilla (1932/2000 )
Homenaje
mi abuelo aseguraba con vehemencia
(el viejo era español)
que haría parir sus parras de jerez
y tendría vino de uvas
lo recuerdo muy bien removiendo la tierra
limpiando el tronco a cualquier hora
el ojo acuoso y lánguido observando
era un iluso y los parrales
sin embargo crecieron
el viento los hacía respirar
como un pecho
pero la parra de jerez no paría
blancos y negros la abonaron
jamás los perros mearon en su tronco
mi abuelo parecía un puñetero conquistador
gritaba sus instrucciones
como desde la borda del santamaría
entonces la casa era una nave
una hoja nueva o una flor
eran como cuando aparece un pájaro
pero la parra de jerez no paría
yo he visto luchar a hombres
yo he visto cómo salta la chispa del pico en la
cantera
sin taladrar la piedra
mi abuelo era ese pico
la parra era esa piedra
veinte años después
nada tiene de raro que un nieto rencoroso
escriba este homenaje no al abuelo
sino a la parra desobediente
que el terco viejo isleño no logró hacer parir
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
mi abuelo aseguraba con vehemencia
(el viejo era español)
que haría parir sus parras de jerez
y tendría vino de uvas
lo recuerdo muy bien removiendo la tierra
limpiando el tronco a cualquier hora
el ojo acuoso y lánguido observando
era un iluso y los parrales
sin embargo crecieron
el viento los hacía respirar
como un pecho
pero la parra de jerez no paría
blancos y negros la abonaron
jamás los perros mearon en su tronco
mi abuelo parecía un puñetero conquistador
gritaba sus instrucciones
como desde la borda del santamaría
entonces la casa era una nave
una hoja nueva o una flor
eran como cuando aparece un pájaro
pero la parra de jerez no paría
yo he visto luchar a hombres
yo he visto cómo salta la chispa del pico en la
cantera
sin taladrar la piedra
mi abuelo era ese pico
la parra era esa piedra
veinte años después
nada tiene de raro que un nieto rencoroso
escriba este homenaje no al abuelo
sino a la parra desobediente
que el terco viejo isleño no logró hacer parir
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
lunes, 8 de diciembre de 2014
Irene Sánchez Carrón (1967 )
Como desconocidos
… y si tú no volvieras a cruzarte conmigo,
si no volviera a verte
y pasaran los días como pasan las cosas
que no tienen sentido,
si de pronto
me miraras sin verme
como miran los trenes
los que nunca han viajado,
si un buen día pasáramos
uno al lado del otro
sin buscarnos los labios con los ojos,
sin hacer tropezar
nuestra sombra en el suelo,
así, sin más, un buen día, de pronto,
como desconocidos.
(fuente: "life vest under your seat")
… y si tú no volvieras a cruzarte conmigo,
si no volviera a verte
y pasaran los días como pasan las cosas
que no tienen sentido,
si de pronto
me miraras sin verme
como miran los trenes
los que nunca han viajado,
si un buen día pasáramos
uno al lado del otro
sin buscarnos los labios con los ojos,
sin hacer tropezar
nuestra sombra en el suelo,
así, sin más, un buen día, de pronto,
como desconocidos.
(fuente: "life vest under your seat")
domingo, 7 de diciembre de 2014
AYOTZINAPA SONG
en memoria de armando haro
Tantas muertes que no serán
vengadas, tantos cuerpos arrojados
como trapos; tantos ojos cegados
en tierra extraña; tanto silencio
guardado en el exilio.
Demasiadas antígonas para sepultar
legiones, muchos edipos hollados
por la desgracia, cientos de medeas
cercadas por los perros. Tanta enfer
medad sin cura, tanta.
Cuanta lluvia en los valles, ríos
y lagunas; cuantos cauces desboca
dos; cuanto animal sombrío
luego de sucesivas lunas de sangre,
cuanto cuerpo insepulto, cuantos
lobos en manada.
cuantas bocas
cuantos dedos
cuantos niños
yertos.
viernes, 5 de diciembre de 2014
Wislawa Szymborska (1923/2012 )
Escribir un curriculum
¿Qué hay que hacer?
Presentar una instancia
y adjuntar el curriculum.
Sea cual fuere el tiempo de una vida
el curriculum debe ser breve.
Se ruega ser conciso y seleccionar los datos,
convertir paisajes en direcciones
y recuerdos confusos en fechas concretas.
De todos los amores basta con el conyugal,
los hijos: sólo los nacidos.
Importa quién te conoce, no a quiénes conozcas.
Viajes, sólo al extranjero.
Militancia en qué, pero no por qué.
Condecoraciones sin mencionar a qué méritos.
Escribe como si jamás hubieras dialogado contigo mismo
y hubieras impuesto entre tú y tú la debida distancia.
Deja en blanco perros, gatos y pájaros,
bagatelas cargadas de recuerdos, amigos y sueños.
Importa el precio, no el valor.
Interesa el título, no el contenido.
El número del calzado, no hacia dónde va
quien se supone que eres.
Adjuntar una fotografía con la oreja visible:
lo que cuenta es su forma, no lo que oye.
¿Qué oye?
El fragor de las trituradoras de papel.
(fuente: "life vest under your seat", sin crédito a los traductores)
¿Qué hay que hacer?
Presentar una instancia
y adjuntar el curriculum.
Sea cual fuere el tiempo de una vida
el curriculum debe ser breve.
Se ruega ser conciso y seleccionar los datos,
convertir paisajes en direcciones
y recuerdos confusos en fechas concretas.
De todos los amores basta con el conyugal,
los hijos: sólo los nacidos.
Importa quién te conoce, no a quiénes conozcas.
Viajes, sólo al extranjero.
Militancia en qué, pero no por qué.
Condecoraciones sin mencionar a qué méritos.
Escribe como si jamás hubieras dialogado contigo mismo
y hubieras impuesto entre tú y tú la debida distancia.
Deja en blanco perros, gatos y pájaros,
bagatelas cargadas de recuerdos, amigos y sueños.
Importa el precio, no el valor.
Interesa el título, no el contenido.
El número del calzado, no hacia dónde va
quien se supone que eres.
Adjuntar una fotografía con la oreja visible:
lo que cuenta es su forma, no lo que oye.
¿Qué oye?
El fragor de las trituradoras de papel.
(fuente: "life vest under your seat", sin crédito a los traductores)
jueves, 4 de diciembre de 2014
Francisca Aguirre (1930 )
Meditación
Amor de mis amores
mira que resulta raro esto de
no haber tenido más que un hombre en mi vida.
Y todavía más raro
con la cantidad de mujeres que ha habido en la tuya...
Pues ya ves cómo son las cosas
como decía Gerardo Diego:
"Las naves por el mar,
tú por tu sueño".
No sé si este verso
tiene algo que ver con nosotros
pero ¿a que resulta bonito?
Sí amor mío
después de tanto y tanto
hemos acabado como al principio:
tú cuidando de una niña huérfana
y yo cuidando de un niño que no sabía cómo querer a su madre.
Y como la vida es tan rara
pues aprendimos a vivir
con lo que éramos.
Y ya no nos asusta la vida
y estamos a punto de que
tampoco nos asuste la muerte.
(fuente: "emma gunst")
Amor de mis amores
mira que resulta raro esto de
no haber tenido más que un hombre en mi vida.
Y todavía más raro
con la cantidad de mujeres que ha habido en la tuya...
Pues ya ves cómo son las cosas
como decía Gerardo Diego:
"Las naves por el mar,
tú por tu sueño".
No sé si este verso
tiene algo que ver con nosotros
pero ¿a que resulta bonito?
Sí amor mío
después de tanto y tanto
hemos acabado como al principio:
tú cuidando de una niña huérfana
y yo cuidando de un niño que no sabía cómo querer a su madre.
Y como la vida es tan rara
pues aprendimos a vivir
con lo que éramos.
Y ya no nos asusta la vida
y estamos a punto de que
tampoco nos asuste la muerte.
(fuente: "emma gunst")
miércoles, 3 de diciembre de 2014
4 PRO AYOTZINAPA
David Huerta (1949 )
Ayotzinapa
Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras
Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable
Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó
Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas arrasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes
Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía
El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país
Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos
Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto
Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer
Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río
Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa
Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria quebrantada
De todos los vivos
Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sido
Ayotzinapa
Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras
Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable
Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó
Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas arrasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes
Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía
El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país
Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos
Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto
Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer
Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río
Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa
Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria quebrantada
De todos los vivos
Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sido
Óscar Oliva (1937 )
Balada por los muchachos de Ayotzinapa
No hay límites para el país del crimen.
No hay nombre para el país del crimen.
No hay país con nombres del crimen.
No hay crímenes para el país del crimen.
¿Díganme, en qué país lejano hallarlos?
A Décimo Junio Juvenal agrego a François Villon
para componer esta balada, y pido a otros cantores
añadan otro estribillo interrogativo: ¿dónde, en qué
país sin crímenes están los muchachos que apenas
se habían desnudado al amor?
Ayúdenme a correr junto a un río
que corre con demasiada fuerza.
¿En dónde están, en qué casa negra, encapsulados?
En la casa blanca no están, ahí ya no habita nadie.
Llegará el tiempo de otras sirenas, de otros sortilegios,
y la blancura como lirio será un resplandor amarillo
o un lirio negro al capricho de otra dueña, otra Circe
de engaño, entre leones y lobos del mismo bosque.
¿Dónde están, Madre Dolorosa?
¿Dónde están las 43 lágrimas de ayer por la tarde?
No vamos a averiguar en esta mañana dónde están,
ni en las siguientes mañanas y tardes dónde están,
ni en todo el año, que a este estribillo no nos lleve:
¡Mas dónde están los muchachos de Ayotzinapa!
No hay límites.
No hay nombres.
No hay país.
No hay crímenes.
Corren con demasiada fuerza.
Tuxtla, noviembre, 2014.
Fsernando Santiago (1953 )
¿Quién es el padre...?
Quién es el padre de este crimen?
Qué sombra lo consiente y lo subleva
hasta borrarle el rostro y arrebatarle como perro
la mirada a un muchacho pobre?
Dónde esta la madre de todas nuestras rabias
que sólo me despierta pasada la hora
para que no me dé cuenta
para que no sepa nada de lo que ya me espera?
A qué puerta hay que tocar
Cómo debe ser el grito
para que alguien nos ayude en la noche desierta
en la que ya no canta nadie?
Cómo caminar el camino sin miedo
la calle, la avenida
la montaña , el río
Cómo saber que aún regresaran nuestros muchachos de Ayotzinapa?
A qué tierra hay que ir para encontrar respuestas?
Será de día o de noche en que algún valiente o arrepentido
de beber esa sangre
nos señale cuando menos la vereda para llegar al reino
donde supuran y festejan esas sombras?
Quién es?
Quiénes son?
Cuál es la guarida del poder que los ampara
y nos amaga el espíritu?
Dónde están que quiero tocarlos
Y dándole la espalda a Dios
Volverlos cenizas maldiciendo entre mis manos.
Javier Acosta (1967 )
No deberías callar
Javier Acosta (1967 )
No deberías callar
Sabes que deberías callar
porque tienes la dura obligación de procurar
que florezca la rosa en tu poema -y eso ya es bastante
Sabes que deberías callar
y consagrarte a la sincera
o inútil sobriedad de la poesía -y eso es ya bastante
Porque no puedes encontrar a los niños perdidos
porque no puedes revivir
a los que buscan a sus hijos todo el día
No deberías callar
aunque un poema sirva nada más
para aprender a distinguir lo vivo de lo muerto
-y eso es ya bastante
No deberías callar joven que escribes
sólo para que sepas bien si estás vivo o difunto
y eso es ya bastante -para no callar
porque tienes la dura obligación de procurar
que florezca la rosa en tu poema -y eso ya es bastante
Sabes que deberías callar
y consagrarte a la sincera
o inútil sobriedad de la poesía -y eso es ya bastante
Porque no puedes encontrar a los niños perdidos
porque no puedes revivir
a los que buscan a sus hijos todo el día
No deberías callar
aunque un poema sirva nada más
para aprender a distinguir lo vivo de lo muerto
-y eso es ya bastante
No deberías callar joven que escribes
sólo para que sepas bien si estás vivo o difunto
y eso es ya bastante -para no callar
(fuente: FB)
martes, 2 de diciembre de 2014
Julia Prilutzky Farny (1912/2002 )
La patria
Se nace en cualquier parte. Es el misterio,
– es el primer misterio inapelable -
pero se ama una tierra como propia
y se quiere volver a sus entrañas.
Allí donde partir es imposible,
donde permanecer es necesario,
donde el barro es más fuerte que el deseo
de seguir caminando,
donde las manos caen bruscamente
y estar arrodillado es el descanso,
donde se mira el cielo con soberbia
desesperada y áspera,
donde nunca se está del todo solo,
donde cualquier umbral es la morada.
Donde se quiere arar. Y dar un hijo.
Y se quiere morir, está la patria
(fuente: "life vest under your seat")
Se nace en cualquier parte. Es el misterio,
– es el primer misterio inapelable -
pero se ama una tierra como propia
y se quiere volver a sus entrañas.
Allí donde partir es imposible,
donde permanecer es necesario,
donde el barro es más fuerte que el deseo
de seguir caminando,
donde las manos caen bruscamente
y estar arrodillado es el descanso,
donde se mira el cielo con soberbia
desesperada y áspera,
donde nunca se está del todo solo,
donde cualquier umbral es la morada.
Donde se quiere arar. Y dar un hijo.
Y se quiere morir, está la patria
(fuente: "life vest under your seat")
lunes, 1 de diciembre de 2014
Allen Ginsberg (1926/1997 )
Muchos amores
"Resuelto de ahora en más a no cantar sino canciones del afecto entre hombres"
Walt Whitman
Neal Cassady era mi animal: me hizo ponerme de rodillas
y me enseñó el amor de su pija y los secretos de su mente
Y nos encontramos y conversamos, caminamos por el parque a la noche
Hasta Harlem, acordándonos de Denver y de Dean Budd, un héroe
Y nos apuramos para dormir en Harlem luego de una larga noche.
Jack y el anfitrión en una cama doble grande, me ofrecí a ir al catre, y Neal
Se ofreció a ir al catre conmigo, nos sacamos la ropa y nos acostamos.
Yo tenía puesta mi ropa interior, mis shorts y él sus calzoncillos –
apagamos las luces en la cama estrecha y giré para mi lado, dándole la espalda a su torso de chico irlandés,
y me apiñé e hice equlibrio en el borde, y mantuve la distancia –
mi cabeza estaba fuera de la cama y puse mi brazo de este lado, recogido
Y viendo él mi miedo estiró su brazo y lo puso alrededor de mi pecho
Diciendo “Vení cerca mío” y me puso encima suyo:
Yo temblaba recostado y sentí su gran brazo como el de un rey,
y sus pectorales, su corazón latiendo suavemente contra mi espalda,
su panza firme y fiera calentándome mientras yo temblaba –
Su panza de puños y hambre, su panza que mil chicas besaron en Colorado
su panza de piedras arrojadas sobre los techos de Denver, destreza de saltar y dar puñetazos, su estómago de soledades,
su panza, donde ardían el acero y las cárceles, afectuosa a mi lado:
empecé a temblar, me acercó más con su brazo y me abrazó mucho y fuerte
mi alma se derritió, los secretos se marcharon, fui
De ahí en adelante algo abierto a su naturaleza como una flor en el sol que brilla.
Y debajo de su panza, en blanca ropa interior, ajustadas entre mis nalgas,
Su propio miembro junto a mí, suave, acurrucado con camaradería, hinchándose & presionándome,
abierto a mi conocimiento,
despacio empezó a crecer, dándome señales de mayor y más profundo afecto, de cariño sexual.
Tan amable el hombre, tan dulce el momento, tan delicados los muslos que me acariciaban con el poder de su piel suave, entibiada por mis piernas
Que mi cuerpo se estremece y tiembla de felicidad, recordándolo –
Su mano se abrió en mi panza, palma y dedos sobre mi piel
Caí encima suyo y me giré y, cambiando de posición, puse mi cara en su brazo en descanso,
mi pecho contra el suyo, él me ayudó a girar y me puso cerca
su brazo en mi espalda debajo de mi nuca, un brazo en mis nalgas sosteniéndome con suavidad,
nuestras panzas juntas acurrucadas, los miembros tocándose, presionando y conociendo la dureza de cada uno, y el mío saliéndose del short.
Después me acerqué más y llevé mi pierna entre las suyas, y se recostó a medias encima mío con sus muslos y me recostó, acariciándome
y nos movimos juntos presionando su pija sobre mis muslos y la mía sobre los suyos
despacio y despacio empezó un juego de amor que sigue en mi imaginación hasta este día, una década después.
Así conocí a Neal y así sentimos la carne del otro y poseímos el cuerpo y el alma del otro.
Así que cuando estuve sobre su pecho con mis brazos sujetos alrededor de su cuello y su mejilla contra la mía,
bajé las manos para sentir por primera vez su gran espalda, la mandíbula y los pectorales de acero con mis dedos,
más cerca y más despacio, bajé por la parte de atrás de su cintura, sedosa, de acero, todo su torso ahora abierto
mi mano en su cintura temblando, esperando demorando y debajo del elástico de sus calzoncillos
toqué por primera vez la suave colina de sus nalgas de piedra, sedosas y potentes, redondeadas por cogidas animales y por las noches del cuerpo encima de enfermeras y chicas estudiantes,
Oh culo de largas soledades en autos robados y soledades en las curvas, meditando con el puño en la mejilla,
Culo de mil despedidas, culo de juventud, amores juveniles,
Culo de mil soretes solos en estaciones de servicio culo de grandes y dolorosos secretos de los años
¡Oh culo de misterio y noches! culo de gimnasios y pantalones ajustados
culo de las secundarias y las masturbaciones culo de goce solitario, culo de la humanidad, tan hermoso y vacío, herencia de la Mente y los Ángeles,
Culo de héroe, Neal Cassady, que tuve en mi mano: mis dedos trazaron la curva hasta el comienzo de los muslos.
Levanté mis muslos y me bajé los shorts hasta las rodillas y me incliné para sacármelos y él me alzó de su pecho y se sacó también los shorts,
humilde y dócil y obediente su ánimo a nuestro silencio,
y desnudo finalmente con el ángel & griego & atleta & héroe & hermano & chico de mis sueños
Estoy recostado con su pelo y el mío entremezclados, él preguntándome “¿Qué hacemos ahora?”
–Y me confesó años más tarde que pensaba que yo no era un marica al principio por complacerme y servirme, chuparme y hacerme acabar pero, si quizá era un marica, eso es lo que yo querría de un pobre tonto como él.
Pero yo cometí mi primer error, y lo hice ahí y entonces mi amo, e incliné mi cabeza y, tomando sus nalgas
Agarré su pija parada y la sostuve, sintiéndola palpitar y presionar sobre la mía en su rodilla & respirando le mostré que lo necesitaba, pija, para mis sueños de ansiedad & amor solitario.
–Y acá estoy recostado en la oscuridad, soñando
Arctic, 10 de agosto de 1956
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión de tom maver)
"Resuelto de ahora en más a no cantar sino canciones del afecto entre hombres"
Walt Whitman
Neal Cassady era mi animal: me hizo ponerme de rodillas
y me enseñó el amor de su pija y los secretos de su mente
Y nos encontramos y conversamos, caminamos por el parque a la noche
Hasta Harlem, acordándonos de Denver y de Dean Budd, un héroe
Y nos apuramos para dormir en Harlem luego de una larga noche.
Jack y el anfitrión en una cama doble grande, me ofrecí a ir al catre, y Neal
Se ofreció a ir al catre conmigo, nos sacamos la ropa y nos acostamos.
Yo tenía puesta mi ropa interior, mis shorts y él sus calzoncillos –
apagamos las luces en la cama estrecha y giré para mi lado, dándole la espalda a su torso de chico irlandés,
y me apiñé e hice equlibrio en el borde, y mantuve la distancia –
mi cabeza estaba fuera de la cama y puse mi brazo de este lado, recogido
Y viendo él mi miedo estiró su brazo y lo puso alrededor de mi pecho
Diciendo “Vení cerca mío” y me puso encima suyo:
Yo temblaba recostado y sentí su gran brazo como el de un rey,
y sus pectorales, su corazón latiendo suavemente contra mi espalda,
su panza firme y fiera calentándome mientras yo temblaba –
Su panza de puños y hambre, su panza que mil chicas besaron en Colorado
su panza de piedras arrojadas sobre los techos de Denver, destreza de saltar y dar puñetazos, su estómago de soledades,
su panza, donde ardían el acero y las cárceles, afectuosa a mi lado:
empecé a temblar, me acercó más con su brazo y me abrazó mucho y fuerte
mi alma se derritió, los secretos se marcharon, fui
De ahí en adelante algo abierto a su naturaleza como una flor en el sol que brilla.
Y debajo de su panza, en blanca ropa interior, ajustadas entre mis nalgas,
Su propio miembro junto a mí, suave, acurrucado con camaradería, hinchándose & presionándome,
abierto a mi conocimiento,
despacio empezó a crecer, dándome señales de mayor y más profundo afecto, de cariño sexual.
Tan amable el hombre, tan dulce el momento, tan delicados los muslos que me acariciaban con el poder de su piel suave, entibiada por mis piernas
Que mi cuerpo se estremece y tiembla de felicidad, recordándolo –
Su mano se abrió en mi panza, palma y dedos sobre mi piel
Caí encima suyo y me giré y, cambiando de posición, puse mi cara en su brazo en descanso,
mi pecho contra el suyo, él me ayudó a girar y me puso cerca
su brazo en mi espalda debajo de mi nuca, un brazo en mis nalgas sosteniéndome con suavidad,
nuestras panzas juntas acurrucadas, los miembros tocándose, presionando y conociendo la dureza de cada uno, y el mío saliéndose del short.
Después me acerqué más y llevé mi pierna entre las suyas, y se recostó a medias encima mío con sus muslos y me recostó, acariciándome
y nos movimos juntos presionando su pija sobre mis muslos y la mía sobre los suyos
despacio y despacio empezó un juego de amor que sigue en mi imaginación hasta este día, una década después.
Así conocí a Neal y así sentimos la carne del otro y poseímos el cuerpo y el alma del otro.
Así que cuando estuve sobre su pecho con mis brazos sujetos alrededor de su cuello y su mejilla contra la mía,
bajé las manos para sentir por primera vez su gran espalda, la mandíbula y los pectorales de acero con mis dedos,
más cerca y más despacio, bajé por la parte de atrás de su cintura, sedosa, de acero, todo su torso ahora abierto
mi mano en su cintura temblando, esperando demorando y debajo del elástico de sus calzoncillos
toqué por primera vez la suave colina de sus nalgas de piedra, sedosas y potentes, redondeadas por cogidas animales y por las noches del cuerpo encima de enfermeras y chicas estudiantes,
Oh culo de largas soledades en autos robados y soledades en las curvas, meditando con el puño en la mejilla,
Culo de mil despedidas, culo de juventud, amores juveniles,
Culo de mil soretes solos en estaciones de servicio culo de grandes y dolorosos secretos de los años
¡Oh culo de misterio y noches! culo de gimnasios y pantalones ajustados
culo de las secundarias y las masturbaciones culo de goce solitario, culo de la humanidad, tan hermoso y vacío, herencia de la Mente y los Ángeles,
Culo de héroe, Neal Cassady, que tuve en mi mano: mis dedos trazaron la curva hasta el comienzo de los muslos.
Levanté mis muslos y me bajé los shorts hasta las rodillas y me incliné para sacármelos y él me alzó de su pecho y se sacó también los shorts,
humilde y dócil y obediente su ánimo a nuestro silencio,
y desnudo finalmente con el ángel & griego & atleta & héroe & hermano & chico de mis sueños
Estoy recostado con su pelo y el mío entremezclados, él preguntándome “¿Qué hacemos ahora?”
–Y me confesó años más tarde que pensaba que yo no era un marica al principio por complacerme y servirme, chuparme y hacerme acabar pero, si quizá era un marica, eso es lo que yo querría de un pobre tonto como él.
Pero yo cometí mi primer error, y lo hice ahí y entonces mi amo, e incliné mi cabeza y, tomando sus nalgas
Agarré su pija parada y la sostuve, sintiéndola palpitar y presionar sobre la mía en su rodilla & respirando le mostré que lo necesitaba, pija, para mis sueños de ansiedad & amor solitario.
–Y acá estoy recostado en la oscuridad, soñando
Arctic, 10 de agosto de 1956
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión de tom maver)
domingo, 30 de noviembre de 2014
José Watanabe (1945/2007 )
El kimono
Mi padre y mi madre eran sombras dispares
que ahora, muertas, acaso se encuentran más.
Yo recuerdo: él le regaló un kimono
y ella lloró en silencio
porque una gracia así
no concordaba
con su amor tan austero.
En la espalda del kimono
saltaba un salmón rojo.
Sobre los hombros de mi madre, el pez
parecía subir por la cascada de sus cabellos,
hermosísimos y azulados cabellos
de mestiza:
Una bella imagen que ella no podía ver.
Dígasela usted, padre,
para que deje de llorar.
Mi padre y mi madre eran sombras dispares
que ahora, muertas, acaso se encuentran más.
Yo recuerdo: él le regaló un kimono
y ella lloró en silencio
porque una gracia así
no concordaba
con su amor tan austero.
En la espalda del kimono
saltaba un salmón rojo.
Sobre los hombros de mi madre, el pez
parecía subir por la cascada de sus cabellos,
hermosísimos y azulados cabellos
de mestiza:
Una bella imagen que ella no podía ver.
Dígasela usted, padre,
para que deje de llorar.
(fuente: "griselda garcía")
sábado, 29 de noviembre de 2014
Hilario Barrero (1946 )
Tres haikus paganos
Gimnasio I
Nieve en la acera,
arden tras las ventanas
cuerpos gloriosos.
Gimnasio II
Desnudo el torso
sebastianes clavados
en cruz de hierro.
Minero
Estoy buscando
diamantes en el bosque
de tu entrepierna.
(fuente: tinta china, noventa y nueve haikus, cylea ediciones, col. cuadernos de salima, segovia, 2014)
Gimnasio I
Nieve en la acera,
arden tras las ventanas
cuerpos gloriosos.
Gimnasio II
Desnudo el torso
sebastianes clavados
en cruz de hierro.
Minero
Estoy buscando
diamantes en el bosque
de tu entrepierna.
(fuente: tinta china, noventa y nueve haikus, cylea ediciones, col. cuadernos de salima, segovia, 2014)
viernes, 28 de noviembre de 2014
June Jordan (1936/2002 )
Poema para mi amor
Cómo llegamos a estar una junto a la otra
en la noche
Dónde están las estrellas que nos hacen inevitables
a nuestro amor
Afuera las hojas se encienden en la oscuridad
y la lluvia
cae fría y bendita en la carne sagrada
los hombres negros esperando en la esquina
un espejismo femenino
La paz es un asombro para mí
Es esta posibilidad de vos
dormida
y respirando en el aire quieto
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión: tom maver)
Cómo llegamos a estar una junto a la otra
en la noche
Dónde están las estrellas que nos hacen inevitables
a nuestro amor
Afuera las hojas se encienden en la oscuridad
y la lluvia
cae fría y bendita en la carne sagrada
los hombres negros esperando en la esquina
un espejismo femenino
La paz es un asombro para mí
Es esta posibilidad de vos
dormida
y respirando en el aire quieto
(fuente: "hasta donde llega la voz", versión: tom maver)
jueves, 27 de noviembre de 2014
Louise Glück (1943 )
Una vez creí en vos...
Una vez creí en vos; planté una higuera.
Aquí, en Vermont, el país
del no verano. Era una prueba, si el árbol vivía,
significaba que vos existías.
Por esta lógica, vos no existís. O existís
únicamente en climas más cálidos,
en la ardiente Sicilia y Méjico y California
donde crecen los inconcebibles
damascos y delicados duraznos. Quizá
ellos vean tu rostro en Sicilia, aquí apenas vemos
el dobladillo de tus prendas. Debo organizarme
para compartir con John y Noah la cosecha del tomate.
Si hay justicia en algún otro mundo, aquellos
como yo, a los que la naturaleza fuerza
a vidas de abstinencia, deberían
obtener la mejor parte de todo, todos
objetos del hambre, la avaricia
de alabarte. Y nadie alaba
más intensamente que yo, con
un doloroso deseo más documentado que yo, o nadie
se merece sentarse a tu derecha, si existe, compartiendo
lo perecedero, la higuera inmortal,
que no viaja.
(fuente: "otra iglesia es imposible",versión: Marina Kohon)
Una vez creí en vos; planté una higuera.
Aquí, en Vermont, el país
del no verano. Era una prueba, si el árbol vivía,
significaba que vos existías.
Por esta lógica, vos no existís. O existís
únicamente en climas más cálidos,
en la ardiente Sicilia y Méjico y California
donde crecen los inconcebibles
damascos y delicados duraznos. Quizá
ellos vean tu rostro en Sicilia, aquí apenas vemos
el dobladillo de tus prendas. Debo organizarme
para compartir con John y Noah la cosecha del tomate.
Si hay justicia en algún otro mundo, aquellos
como yo, a los que la naturaleza fuerza
a vidas de abstinencia, deberían
obtener la mejor parte de todo, todos
objetos del hambre, la avaricia
de alabarte. Y nadie alaba
más intensamente que yo, con
un doloroso deseo más documentado que yo, o nadie
se merece sentarse a tu derecha, si existe, compartiendo
lo perecedero, la higuera inmortal,
que no viaja.
(fuente: "otra iglesia es imposible",versión: Marina Kohon)
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Pablo Fuentes (1960 )
Doble exposición
No preguntéscómo vine.
Estoyaquí, detrástuyo,
caminandosiempre.
Preguntásigualcómo vine.
No vengo, estoy.
Tesorprende lo mismoverme
delotrolado de la mesa,
aveces con turopa.
Así soy,
nopreguntésporqué.
Soñásconmigo,
es inevitable, pero no me recordás
sinoquetenés la sensación
deestar solo dentrotuyo
perotambiénestoyyo.
Me preguntásporqué, tedigo:
hayotrahabitación u otracara,
sobretodo, otravoz.
Y teasombrás, ¿pero de qué?,
quizás de mi sombra, queterecibe.
Lo sabés, uno se mueve
através de cosasolvidadas,
derecuerdos de otros.
No se teocurrapreguntar
qué forma de locuraesésta,
yo solo visitolugaresinexistentes,
cantocancionesque no sé,
bebo de tutaza,
meencuentro con restos de conversaciones,
palabrassalvajes.
¿Quéesesto? preguntás,
yo no sé, lasfrases son siempre
dichaspornadie,
solopuedoverimágenes en el silencio,
paisajes en un vaso, ciudades en el viento,
infinidad de pasillos en tusojos: esees mi poder.
Así y todo, es mi propiocuerpo
elqueteduele.
Estupropiavoz
laque me calla.
No preguntéscómo vine.
Estoyaquí, detrástuyo,
caminandosiempre.
Preguntásigualcómo vine.
No vengo, estoy.
Tesorprende lo mismoverme
delotrolado de la mesa,
aveces con turopa.
Así soy,
nopreguntésporqué.
Soñásconmigo,
es inevitable, pero no me recordás
sinoquetenés la sensación
deestar solo dentrotuyo
perotambiénestoyyo.
Me preguntásporqué, tedigo:
hayotrahabitación u otracara,
sobretodo, otravoz.
Y teasombrás, ¿pero de qué?,
quizás de mi sombra, queterecibe.
Lo sabés, uno se mueve
através de cosasolvidadas,
derecuerdos de otros.
No se teocurrapreguntar
qué forma de locuraesésta,
yo solo visitolugaresinexistentes,
cantocancionesque no sé,
bebo de tutaza,
meencuentro con restos de conversaciones,
palabrassalvajes.
¿Quéesesto? preguntás,
yo no sé, lasfrases son siempre
dichaspornadie,
solopuedoverimágenes en el silencio,
paisajes en un vaso, ciudades en el viento,
infinidad de pasillos en tusojos: esees mi poder.
Así y todo, es mi propiocuerpo
elqueteduele.
Estupropiavoz
laque me calla.
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
martes, 25 de noviembre de 2014
Gloria Fuertes (1917/1998 )
Cuando un árbol gigante...
Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
-sinfónica explosión donde hubo nidos-,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
-sinfónica explosión donde hubo nidos-,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
(fuente: "emma gunst")
lunes, 24 de noviembre de 2014
Ramón Gómez de la Serna (1888/1963 )
Abanicos
Hay que enterrar a las viejas con un gran abanico para el verano.¡Cómo lo buscaron a su alrededor! Lo querían tener en la mano, lo necesitaron, tantearon con su mano huesuda alrededor, como cuando lo dejaban a su lado en la habitación obscurecida del verano.
(fuente: Los muertos, las muertas, edición Gobierno del Estado de Veracruz, México, 2002)
Hay que enterrar a las viejas con un gran abanico para el verano.¡Cómo lo buscaron a su alrededor! Lo querían tener en la mano, lo necesitaron, tantearon con su mano huesuda alrededor, como cuando lo dejaban a su lado en la habitación obscurecida del verano.
(fuente: Los muertos, las muertas, edición Gobierno del Estado de Veracruz, México, 2002)
domingo, 23 de noviembre de 2014
Uriel Martínez (1950 )
El buen fin. II
Era tan insegur@ que la partera anunció la llegada de un@ hermafrodita.
Era tan pobre y conflictivo que sus exnovias Jennifer, Roxy, Thèrese y Susana se cooperaron para regalarle una muñeca Barby inflable/desinflable.
Era tan pobre que en invierno procuraba los escasos rayos de sol para calentarse el chocho.
Era tan pobre que cuando quiso pedirle un trenecito a Santa Claus le recomendaron no hacerlo porque, le precisaron, Él sólo leía el nórdico.
Era tan tímido que conoció a Emma Bovary después de muerta.
Era tan pobre que cuando conoció el mar buscó en su cuerpo branquias.
Era tan pobre que cuando los cristeros lo colgaron de una ceiba, tardó semanas en morir por falta de peso.
Era tan tímido que cuando le pedían su autógrafo, escribía con la mano equivocada.
Era tan pobre que en las noches de luna nueva decía llamarse "Pepe El Toro".
Esos que andan por los tapancos de la noche como gato espinado ya no son de aquí. Pero no lo saben.
Era tan insegur@ que la partera anunció la llegada de un@ hermafrodita.
Era tan pobre y conflictivo que sus exnovias Jennifer, Roxy, Thèrese y Susana se cooperaron para regalarle una muñeca Barby inflable/desinflable.
Era tan pobre que en invierno procuraba los escasos rayos de sol para calentarse el chocho.
Era tan pobre que cuando quiso pedirle un trenecito a Santa Claus le recomendaron no hacerlo porque, le precisaron, Él sólo leía el nórdico.
Era tan tímido que conoció a Emma Bovary después de muerta.
Era tan pobre que cuando conoció el mar buscó en su cuerpo branquias.
Era tan pobre que cuando los cristeros lo colgaron de una ceiba, tardó semanas en morir por falta de peso.
Era tan tímido que cuando le pedían su autógrafo, escribía con la mano equivocada.
Era tan pobre que en las noches de luna nueva decía llamarse "Pepe El Toro".
Esos que andan por los tapancos de la noche como gato espinado ya no son de aquí. Pero no lo saben.
sábado, 22 de noviembre de 2014
Federico Díaz-Granados (1974 )
La casa del viento
Busco mis muertos diluídos por el tiempo,
solitarios que deambulan por mi casa, por mi vida
vistiendo un viejo musgo.
Busco mis muertos que desterrados olvidan las palabras
a esta hora en que desciende la nostalgia
para viajar por las venas de la memoria.
Son estos mis muertos que habitan la casa del viento
esos mismos que juegan en las fotos con algunos personajes,
que hoy conversan con las raíces de los árboles
e indagan por la memoria de la tierra.
Ya mi vida no es un parque de diversiones,
a las máquinas enmohecidas bajo la potestad del viento
les ha crecido hojarasca.
Mi corazón parece un hospital
que recibe heridos en su sala de urgencias
y los amigos que han zarpado
siguen dando vueltas en el inmenso carrusel
con los desaparecidos que caen sin vértigo de la montaña rusa.
Cómo se parecen tus huesos a los sueños en esa casa del viento
en el hangar donde
reparan algunos payasos y maromeros mutilados
en esa casa que cada día se parece más a esa otra demolición
que es mi vida.
(fuente: "rua das petras")
Busco mis muertos diluídos por el tiempo,
solitarios que deambulan por mi casa, por mi vida
vistiendo un viejo musgo.
Busco mis muertos que desterrados olvidan las palabras
a esta hora en que desciende la nostalgia
para viajar por las venas de la memoria.
Son estos mis muertos que habitan la casa del viento
esos mismos que juegan en las fotos con algunos personajes,
que hoy conversan con las raíces de los árboles
e indagan por la memoria de la tierra.
Ya mi vida no es un parque de diversiones,
a las máquinas enmohecidas bajo la potestad del viento
les ha crecido hojarasca.
Mi corazón parece un hospital
que recibe heridos en su sala de urgencias
y los amigos que han zarpado
siguen dando vueltas en el inmenso carrusel
con los desaparecidos que caen sin vértigo de la montaña rusa.
Cómo se parecen tus huesos a los sueños en esa casa del viento
en el hangar donde
reparan algunos payasos y maromeros mutilados
en esa casa que cada día se parece más a esa otra demolición
que es mi vida.
(fuente: "rua das petras")
viernes, 21 de noviembre de 2014
Fabio Morábito (1955 )
Mudanza
A fuerza de mudarme
he aprendido a no pegar
los muebles a los muros,
a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar las huellas
de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula,
que dejo en su lugar
aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo
sin limpiarlas,
entro en la nueva casa
tratando de entender,
es más,
viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza
se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos
nunca mueren.
Cuando nos vamos,
cuando dejamos otra vez
los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón
o un estropicio
que no supimos resolver.
(fuente: "otra iglesia es imposible")
jueves, 20 de noviembre de 2014
César Moro (1903/1956 )
El mundo ilustrado
Igual que tu ventana que no existe
Como una sombra de mano en un instrumento fantasma
Igual que las venas y el recorrido intenso de tu sangre
Con la misma igualdad con la continuidad preciosa que me asegura
idealmente tu existencia
A una distancia
A la distancia
A pesar de la distancia
Con tu frente y tu rostro
Y toda tu presencia sin cerrar los ojos
Y el paisaje que brota de tu presencia cuando la ciudad no era no podía
ser sino el reflejo inútil de tu presencia de hecatombe
Para mejor mojar las plumas de las aves
Cae esta lluvia de muy alto
Y me encierra dentro de ti a mí solo
Dentro y lejos de ti
Como un camino que se pierde en otro continente
Igual que tu ventana que no existe
Como una sombra de mano en un instrumento fantasma
Igual que las venas y el recorrido intenso de tu sangre
Con la misma igualdad con la continuidad preciosa que me asegura
idealmente tu existencia
A una distancia
A la distancia
A pesar de la distancia
Con tu frente y tu rostro
Y toda tu presencia sin cerrar los ojos
Y el paisaje que brota de tu presencia cuando la ciudad no era no podía
ser sino el reflejo inútil de tu presencia de hecatombe
Para mejor mojar las plumas de las aves
Cae esta lluvia de muy alto
Y me encierra dentro de ti a mí solo
Dentro y lejos de ti
Como un camino que se pierde en otro continente
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Luis Muñoz (1966 )
Culatra
De regreso a la isla de Culatra, en Portugal,
en el breve trayecto en barco,
el pelo se le abría con el viento
como hojas de palma.
Toda la luz se oía
igual que el merodeo de las olas
dentro de él.
El vello de la nuca
era a la vez un camino de espigas delicado
y un resto primitivo de descendiente del mono.
Sus encías, todo frescura
y animalidad.
En un omóplato,
la rosa de una herida le brillaba
con un dolor agudo que viajase por dentro.
La vida de la tarde,
ese asentamiento que va muy poco a poco,
de fruta, de pescado, de sal,
que se deja querer,
pero que sobre todo mira
y en la contemplación
hace que encaje cada pieza del mundo,
era un color dorado y verde.
Las calles de Culatra
son de arena con base de cemento.
Ni siquiera dibujan
sino que siguen solas por debajo
de un pálido amarillo recorriendo la isla.
Algo no se ha movido
por que este movimiento siga.
Un eje dulce,
que cuando sacan sillas a la calle,
al remendar las redes,
al reponer las latas de la tienda
y preparar café bajo un chamizo blanco
se ha mantenido igual.
Cuando la muerte asome
todo estará en un ciclo que termina
y empieza,
como pausa hasta un salto,
como cara del sol para la sombra.
Cuando el amor apriete
su mandíbula tendrá también
el resto de las cosas
y el hilo de la gana
irá desde el calor de las esteras
a las pequeñas barcas desguazadas del puerto,
a las lenguas del mar y al calambre de peces
día sí y día sí.
(fuente: revista arquitrave en línea)
De regreso a la isla de Culatra, en Portugal,
en el breve trayecto en barco,
el pelo se le abría con el viento
como hojas de palma.
Toda la luz se oía
igual que el merodeo de las olas
dentro de él.
El vello de la nuca
era a la vez un camino de espigas delicado
y un resto primitivo de descendiente del mono.
Sus encías, todo frescura
y animalidad.
En un omóplato,
la rosa de una herida le brillaba
con un dolor agudo que viajase por dentro.
La vida de la tarde,
ese asentamiento que va muy poco a poco,
de fruta, de pescado, de sal,
que se deja querer,
pero que sobre todo mira
y en la contemplación
hace que encaje cada pieza del mundo,
era un color dorado y verde.
Las calles de Culatra
son de arena con base de cemento.
Ni siquiera dibujan
sino que siguen solas por debajo
de un pálido amarillo recorriendo la isla.
Algo no se ha movido
por que este movimiento siga.
Un eje dulce,
que cuando sacan sillas a la calle,
al remendar las redes,
al reponer las latas de la tienda
y preparar café bajo un chamizo blanco
se ha mantenido igual.
Cuando la muerte asome
todo estará en un ciclo que termina
y empieza,
como pausa hasta un salto,
como cara del sol para la sombra.
Cuando el amor apriete
su mandíbula tendrá también
el resto de las cosas
y el hilo de la gana
irá desde el calor de las esteras
a las pequeñas barcas desguazadas del puerto,
a las lenguas del mar y al calambre de peces
día sí y día sí.
(fuente: revista arquitrave en línea)
martes, 18 de noviembre de 2014
Jana Putrle Srdic (1975 )
Lentitud del invierno
Todo te pasa con un lapso de retraso:
un verso una y otra vez.
Mil veces el mismo gesto, el cuchillo sobre las patatas,
la mano a través del cuerpo.
Haces girar la rueda y mueves los engranajes.
Nada en especial, contemplas fijamente
el cristal de tu mesa, escuchas la respiración
del perro.
A menudo, las cosas sólo son.
Ella dice adiós con la mano
cuando pasas,
los coches avanzan con luz verde
y se detienen con luz roja.
Todo está por venir o ha pasado ya:
amor, soledad, trabajo.
Y todo es bueno para algo,
incluso este maldito frío
que matará a todas las garrapatas.
(fuente: "rima interna", versión de martín lópez-vega)
Todo te pasa con un lapso de retraso:
un verso una y otra vez.
Mil veces el mismo gesto, el cuchillo sobre las patatas,
la mano a través del cuerpo.
Haces girar la rueda y mueves los engranajes.
Nada en especial, contemplas fijamente
el cristal de tu mesa, escuchas la respiración
del perro.
A menudo, las cosas sólo son.
Ella dice adiós con la mano
cuando pasas,
los coches avanzan con luz verde
y se detienen con luz roja.
Todo está por venir o ha pasado ya:
amor, soledad, trabajo.
Y todo es bueno para algo,
incluso este maldito frío
que matará a todas las garrapatas.
(fuente: "rima interna", versión de martín lópez-vega)
lunes, 17 de noviembre de 2014
Ana Blandiana (1942 )
Sin saber
Evidentemente no me parezco
a ninguno de esos hilanderos de palabras
que se hacen los trajes y las carreras de ganchillo,
las glorias, los orgullos,
aunque me muevo entre ellos
y ellos miran mis palabras como si fueran jerseis,
"-¡Qué bien vestida vas!", me dicen.
"-¡Qué bien te queda el poema!",
sin saber
que los poemas no son mis vestidos,
sino el esqueleto
extraído con dolor
y colocado encima de la carne como un caparazón,
siguiendo el ejemplo de las tortugas
que así sobreviven
largos e infelices
siglos.
(fuente: "emma gunst"; traducción de r. pisot y j.v. piqueras)
Evidentemente no me parezco
a ninguno de esos hilanderos de palabras
que se hacen los trajes y las carreras de ganchillo,
las glorias, los orgullos,
aunque me muevo entre ellos
y ellos miran mis palabras como si fueran jerseis,
"-¡Qué bien vestida vas!", me dicen.
"-¡Qué bien te queda el poema!",
sin saber
que los poemas no son mis vestidos,
sino el esqueleto
extraído con dolor
y colocado encima de la carne como un caparazón,
siguiendo el ejemplo de las tortugas
que así sobreviven
largos e infelices
siglos.
(fuente: "emma gunst"; traducción de r. pisot y j.v. piqueras)
domingo, 16 de noviembre de 2014
Javier Acosta (1967 )
No deberías callar
Sabes que deberías callar
porque tienes la dura obligación de procurar
que florezca la rosa en tu poema -y eso ya es bastante
Sabes que deberías callar
y consagrarte a la sincera
o inútil sobriedad de la poesía -y eso es ya bastante
Porque no puedes encontrar a los niños perdidos
porque no puedes revivir
a los que buscan a sus hijos todo el día
No deberías callar
aunque un poema sirva nada más
para aprender a distinguir lo vivo de lo muerto
-y eso es ya bastante
No deberías callar joven que escribes
sólo para que sepas bien si estás vivo o difunto
y eso es ya bastante -para no callar
Inédito
Sabes que deberías callar
porque tienes la dura obligación de procurar
que florezca la rosa en tu poema -y eso ya es bastante
Sabes que deberías callar
y consagrarte a la sincera
o inútil sobriedad de la poesía -y eso es ya bastante
Porque no puedes encontrar a los niños perdidos
porque no puedes revivir
a los que buscan a sus hijos todo el día
No deberías callar
aunque un poema sirva nada más
para aprender a distinguir lo vivo de lo muerto
-y eso es ya bastante
No deberías callar joven que escribes
sólo para que sepas bien si estás vivo o difunto
y eso es ya bastante -para no callar
Inédito
sábado, 15 de noviembre de 2014
Gonzalo Rojas (1917/ 2011)
Cuerdas inmóviles
En primer lugar no pongan flores encima, pongan aire,
aire fresco, a ver si esa transparencia ayuda al ocioso
que ya no duerme ahí y sin embargo duerme
vestido con ese traje que en 3 meses más será pura desnudez,
puro caballo sin hueso corriendo en ninguna dirección,
y además no lloren, ¿qué sacan con llorar?,
¿con ser qué sacan?, el resurrecto es otra cosa
y ahí va remando despacito.
En primer lugar no pongan flores encima, pongan aire,
aire fresco, a ver si esa transparencia ayuda al ocioso
que ya no duerme ahí y sin embargo duerme
vestido con ese traje que en 3 meses más será pura desnudez,
puro caballo sin hueso corriendo en ninguna dirección,
y además no lloren, ¿qué sacan con llorar?,
¿con ser qué sacan?, el resurrecto es otra cosa
y ahí va remando despacito.
(fuente: "apología de la luz")
viernes, 14 de noviembre de 2014
Lina Zerón (1959 )
Cortesana
Soy la mujer que duerme en la jaula con los leones
al ponerse el sol.
Carne cruda como de sus pestilentes fauces
lamo sus recovecos denigrantes
y sin importarles,
prueban cada mes mi sangre.
Me he dejado ultrajar por conveniencia,
soy mansa por una retribución.
Abro mis posiciones
para conseguir podigios mayores,
mejores pagas.
Todas las noches meto al sol en mi cama
y caliento deshilachados cuerpos.
A veces suplico ternura desde el fondo de mi alma,
desde el encierro de mi jaula
repleta de vacíos inconmensurables,
pero ellos no escuchan.
El mundo me desprecia,
yo lo ignoro.
Vivo para alimentar a las bestias
con mi carne,
soy libre de volar si quisiera,
de escapar,
mas no tengo adónde ir...
Pertenezco a esta jaula.
(fuente: "blog del amasijo")
Soy la mujer que duerme en la jaula con los leones
al ponerse el sol.
Carne cruda como de sus pestilentes fauces
lamo sus recovecos denigrantes
y sin importarles,
prueban cada mes mi sangre.
Me he dejado ultrajar por conveniencia,
soy mansa por una retribución.
Abro mis posiciones
para conseguir podigios mayores,
mejores pagas.
Todas las noches meto al sol en mi cama
y caliento deshilachados cuerpos.
A veces suplico ternura desde el fondo de mi alma,
desde el encierro de mi jaula
repleta de vacíos inconmensurables,
pero ellos no escuchan.
El mundo me desprecia,
yo lo ignoro.
Vivo para alimentar a las bestias
con mi carne,
soy libre de volar si quisiera,
de escapar,
mas no tengo adónde ir...
Pertenezco a esta jaula.
(fuente: "blog del amasijo")
jueves, 13 de noviembre de 2014
Jaime Muñoz Vargas, escritor
Los desaparecidos
En un video sutilmente aterrador, Jorge Rafael Videla, máximo cabecilla de la última dictadura argentina, se deja entrevistar por el periodismo local para, como dice Felipe Pigna en el programa donde reprodujeron aquel diálogo setentero, dar una mínima impresión de apertura a los medios (en YouTube podemos hallarlo como “Pregunta a Videlasobre desaparrecidos”—sic—). Videla aparece con la imagen no de militar, sino de civil, con corbata, pelo engominado y aquel bigotillo siempre bien recortado sobre su rostro flaco, de hacha. El genocida quiso parecer amable e incluso aspiró a filosofar sobre cuestiones jurídicas, casi como si fuera un experto en derechos humanos.
He visto al menos tres o cuatro veces este video y en ninguna he podido digerirlo a plenitud. Que un asesino de masas se deje entrevistar y quiera parecer conciliador, explicativo, claro, convencido de la dignidad y la democracia me parece un monumento a la hipocresía o algo así como una pirámide construida para rendir tributo a la diosa desvergüenza.
La entrevista fue larga. Frente a muchos reporteros, todos lo suficientemente prudentes como para poder estar allí y salir con vida, el dictador dictó cátedra de cinismo sobre todo ante la pregunta de José Ignacio López, tal vez la más punzante de todas las que le formularon aquel día. Se refería a los desaparecidos, y por la calidad (moralmente ínfima) de la respuesta vale la pena citarla completa. Dijo Videla:
“… con una visión así, cristiana, de los derechos humanos, el de la vida es fundamental, el de la libertad es importante, también el del trabajo, de la familia, de la vivienda, etcétera, etcétera, etcétera. La Argentina atiende los derechos humanos en esa omnicomprensión que el término derechos humanos significa. Pero yo lo digo porque sé que usted hace la pregunta no a esa visión omnicomprensiva de los derechos humanos a la que hizo referencia el Papa en forma genérica, sino concretamente al hombre que está detenido sin proceso, es uno, o al desaparecido, que es otro. Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera, bueno, tendrá un tratamiento equis, y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento, tiene un tratamiento zeta. Pero mientras sea desaparecido no puede tener un tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido. Frente a eso no podemos hacer nada, atendemos sí a la consecuencia palpitante, viva, de esa desaparición: es el familiar. A ese sí tratamos de cubrirlo en la medida de lo posible, no tenemos más que eso”.
Como puede notarse, el estatus de desaparecido es muy conveniente en las nuevas tiranías. En la Argentina de aquella época los vehículos Ford Falcon verdes “chupaban” (levantaban) sospechosos de subversión en cualquier calle y a toda hora. Todo mundo los vio y todo mundo sabía que eran fuerzas del Estado las que ejecutaban tales aprehensiones ilegales, tales secuestros. Luego, para que todo quedara en el vacío, no aparecían ni vivos ni muertos y así entraban al estatus de “desaparecidos”, un estatus que a los represores les convenía mantener no sólo por el terror que imponía a la sociedad, sino porque sometía a los familiares a una búsqueda eterna que de paso aplacaba o distraía su irritación y, lo más importante, porque diluía la culpa y el consecuente castigo.
No es poco común, pues, que al poder convenga más el ambiguo estatus de “desaparecidos”. Quizá por esto, a veces, en ciertos países bárbaros, las huellas son eliminadas, se evapora a los muertos, se les incinera, se les torna irreconocibles, todo para dejar flotando el menos comprometedor estatus de “desaparecidos”.
(fuente: "ruta norte laguna.blogspot")
En un video sutilmente aterrador, Jorge Rafael Videla, máximo cabecilla de la última dictadura argentina, se deja entrevistar por el periodismo local para, como dice Felipe Pigna en el programa donde reprodujeron aquel diálogo setentero, dar una mínima impresión de apertura a los medios (en YouTube podemos hallarlo como “Pregunta a Videlasobre desaparrecidos”—sic—). Videla aparece con la imagen no de militar, sino de civil, con corbata, pelo engominado y aquel bigotillo siempre bien recortado sobre su rostro flaco, de hacha. El genocida quiso parecer amable e incluso aspiró a filosofar sobre cuestiones jurídicas, casi como si fuera un experto en derechos humanos.
He visto al menos tres o cuatro veces este video y en ninguna he podido digerirlo a plenitud. Que un asesino de masas se deje entrevistar y quiera parecer conciliador, explicativo, claro, convencido de la dignidad y la democracia me parece un monumento a la hipocresía o algo así como una pirámide construida para rendir tributo a la diosa desvergüenza.
La entrevista fue larga. Frente a muchos reporteros, todos lo suficientemente prudentes como para poder estar allí y salir con vida, el dictador dictó cátedra de cinismo sobre todo ante la pregunta de José Ignacio López, tal vez la más punzante de todas las que le formularon aquel día. Se refería a los desaparecidos, y por la calidad (moralmente ínfima) de la respuesta vale la pena citarla completa. Dijo Videla:
“… con una visión así, cristiana, de los derechos humanos, el de la vida es fundamental, el de la libertad es importante, también el del trabajo, de la familia, de la vivienda, etcétera, etcétera, etcétera. La Argentina atiende los derechos humanos en esa omnicomprensión que el término derechos humanos significa. Pero yo lo digo porque sé que usted hace la pregunta no a esa visión omnicomprensiva de los derechos humanos a la que hizo referencia el Papa en forma genérica, sino concretamente al hombre que está detenido sin proceso, es uno, o al desaparecido, que es otro. Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera, bueno, tendrá un tratamiento equis, y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento, tiene un tratamiento zeta. Pero mientras sea desaparecido no puede tener un tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido. Frente a eso no podemos hacer nada, atendemos sí a la consecuencia palpitante, viva, de esa desaparición: es el familiar. A ese sí tratamos de cubrirlo en la medida de lo posible, no tenemos más que eso”.
Como puede notarse, el estatus de desaparecido es muy conveniente en las nuevas tiranías. En la Argentina de aquella época los vehículos Ford Falcon verdes “chupaban” (levantaban) sospechosos de subversión en cualquier calle y a toda hora. Todo mundo los vio y todo mundo sabía que eran fuerzas del Estado las que ejecutaban tales aprehensiones ilegales, tales secuestros. Luego, para que todo quedara en el vacío, no aparecían ni vivos ni muertos y así entraban al estatus de “desaparecidos”, un estatus que a los represores les convenía mantener no sólo por el terror que imponía a la sociedad, sino porque sometía a los familiares a una búsqueda eterna que de paso aplacaba o distraía su irritación y, lo más importante, porque diluía la culpa y el consecuente castigo.
No es poco común, pues, que al poder convenga más el ambiguo estatus de “desaparecidos”. Quizá por esto, a veces, en ciertos países bárbaros, las huellas son eliminadas, se evapora a los muertos, se les incinera, se les torna irreconocibles, todo para dejar flotando el menos comprometedor estatus de “desaparecidos”.
(fuente: "ruta norte laguna.blogspot")
José Watanabe (1945/2007 )
Las manos
Mi padre vino desde tan lejos
cruzó los mares,
caminó
y se inventó caminos,
hasta terminar dejándome sólo estas manos
y enterrando las suyas
como dos tiernísimas frutas ya apagadas.
Digo que bien pueden ser éstas sus manos
encendidas también con la estampa de Utamaro
del hombre tenue bajo la lluvia.
Sin embargo, la gente repite que son mías
aunque mi padre
multiplicó sus manos
sólo por dos o tres circunstancias de la vida
o porque no quiso que otras manos
pesasen sobre su pecho silenciado.
Pero es bien sencillo comprender
que con estas manos
también enterrarán un poco a mi padre,
a su venida desde tan lejos,
a su ternura que supo modelar sobre mis cabellos
cuando él tenía sus manos para coger cualquier viento.
de cualquier tierra.
Mi padre vino desde tan lejos
cruzó los mares,
caminó
y se inventó caminos,
hasta terminar dejándome sólo estas manos
y enterrando las suyas
como dos tiernísimas frutas ya apagadas.
Digo que bien pueden ser éstas sus manos
encendidas también con la estampa de Utamaro
del hombre tenue bajo la lluvia.
Sin embargo, la gente repite que son mías
aunque mi padre
multiplicó sus manos
sólo por dos o tres circunstancias de la vida
o porque no quiso que otras manos
pesasen sobre su pecho silenciado.
Pero es bien sencillo comprender
que con estas manos
también enterrarán un poco a mi padre,
a su venida desde tan lejos,
a su ternura que supo modelar sobre mis cabellos
cuando él tenía sus manos para coger cualquier viento.
de cualquier tierra.
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Begoña Abad (1952 )
No fuiste tú...
Para Isabella
No fuiste tú quien se quitó la vida,
cada día te lo iré repitiendo
porque me escuchas, callada ahora, por fin en paz.
Fue la vida que no quiso oírte,
que no te hizo el hueco que tú te merecías.
Porque tú eras más que lo que ella te daba.
Tú eras, no sólo tu vida, también la mía.
No te apenes ya, no sufras,
no hiciste nada mal, no te culpes más.
Este dolor es mío,
lo vivo entreverado con la certeza
de mi suerte por haberte nacido.
Lo siento porque dos veces
me abrieron las entrañas,
una para traerte, otra para llevarte,
pero es mío, no llores tú
que sólo alegrías me diste con tu llegada.
No fuiste tú quien se quitó la vida,
no fuiste tú quien me causó dolor,
es la vida que no supo oírnos llorar juntas
(fuente: "apología de la luz")
Para Isabella
No fuiste tú quien se quitó la vida,
cada día te lo iré repitiendo
porque me escuchas, callada ahora, por fin en paz.
Fue la vida que no quiso oírte,
que no te hizo el hueco que tú te merecías.
Porque tú eras más que lo que ella te daba.
Tú eras, no sólo tu vida, también la mía.
No te apenes ya, no sufras,
no hiciste nada mal, no te culpes más.
Este dolor es mío,
lo vivo entreverado con la certeza
de mi suerte por haberte nacido.
Lo siento porque dos veces
me abrieron las entrañas,
una para traerte, otra para llevarte,
pero es mío, no llores tú
que sólo alegrías me diste con tu llegada.
No fuiste tú quien se quitó la vida,
no fuiste tú quien me causó dolor,
es la vida que no supo oírnos llorar juntas
(fuente: "apología de la luz")
martes, 11 de noviembre de 2014
Sam Hamill (1943 )
La flor de la orquídea
En el instante en que me pregunto
si la orquídea va a morir
ella florece
y no puedo explicar la emoción
en mi corazón, ni por qué tanto placer
proviene de ese pequeño capullo
en el extremo de un delgado tallo,
de esa pequeña flor
sanguínea roja dorada
abriéndose en el apogeo del verano
pequeña, perfecta en su plenitud.
Incluso para un poeta
de cabellos blancos y rostro curtido,
ella es en su pureza, erótica,
pistilo y estambre, polen,
rocío del mundo, una cucharada
de tierra y de agua.
Ella es erótica
porque en el corazón del nacimiento
la muerte afirma su existencia,
y el efecto dramático de los viejos prismas luminosos
del alba, allí en las húmedas ramas del cedro,
profundísimo misterio
mientras lavo la vajilla al atardecer
o bromeo con mi esposa,
quien a cada momento se vuelve más bella
simplemente porque uno de nosotros ha de morir.
En el instante en que me pregunto
si la orquídea va a morir
ella florece
y no puedo explicar la emoción
en mi corazón, ni por qué tanto placer
proviene de ese pequeño capullo
en el extremo de un delgado tallo,
de esa pequeña flor
sanguínea roja dorada
abriéndose en el apogeo del verano
pequeña, perfecta en su plenitud.
Incluso para un poeta
de cabellos blancos y rostro curtido,
ella es en su pureza, erótica,
pistilo y estambre, polen,
rocío del mundo, una cucharada
de tierra y de agua.
Ella es erótica
porque en el corazón del nacimiento
la muerte afirma su existencia,
y el efecto dramático de los viejos prismas luminosos
del alba, allí en las húmedas ramas del cedro,
profundísimo misterio
mientras lavo la vajilla al atardecer
o bromeo con mi esposa,
quien a cada momento se vuelve más bella
simplemente porque uno de nosotros ha de morir.
(fuente: "el poeta ocasional", traductor: esteban moore)
lunes, 10 de noviembre de 2014
Gina Saraceni (1966 )
De las batallas...
De las batallas del amor se regresa
con el vientre abierto,
sin paredes,
dando tumbos
por el arduo combate
de la noche.
Se regresa sin armas
con el pulso latiendo
debajo de los párpados
y con los pies arrastrando
la demora del cuerpo
antes del adiós.
Cuerpo a cuerpo es la batalla.
Sólo así se hace una guerra.
Solo así se conoce
cómo tocan las manos
cuando pierden los dedos.
Solo así vale la pena morir:
mirando de frente cómo
se disuelve el rostro
cuando pierde
el control y el alfabeto
cómo se tuerce en un puñado
de ruidos que se hunden
adentro de los ojos
donde solo hay lugar
para perderse.
Lo llaman amor
este combate de brazos y lenguas,
esta cercanía sin intervalos
donde la orilla y la ola
se desangran por el tormento
de volverse a separar;
este tiempo de guerra
que echó raíces
en las venas de junio,
en el estertor de una arteria,
en el corazón herido de muerte.
De las batallas del amor
se regresa con un ejército
de fantasmas en el costado,
con las heridas hundidas
en los dedos
poseídos por esa guerra
que sigue ardiendo
en la línea de combate
(fuente: "emma gunst")
De las batallas del amor se regresa
con el vientre abierto,
sin paredes,
dando tumbos
por el arduo combate
de la noche.
Se regresa sin armas
con el pulso latiendo
debajo de los párpados
y con los pies arrastrando
la demora del cuerpo
antes del adiós.
Cuerpo a cuerpo es la batalla.
Sólo así se hace una guerra.
Solo así se conoce
cómo tocan las manos
cuando pierden los dedos.
Solo así vale la pena morir:
mirando de frente cómo
se disuelve el rostro
cuando pierde
el control y el alfabeto
cómo se tuerce en un puñado
de ruidos que se hunden
adentro de los ojos
donde solo hay lugar
para perderse.
Lo llaman amor
este combate de brazos y lenguas,
esta cercanía sin intervalos
donde la orilla y la ola
se desangran por el tormento
de volverse a separar;
este tiempo de guerra
que echó raíces
en las venas de junio,
en el estertor de una arteria,
en el corazón herido de muerte.
De las batallas del amor
se regresa con un ejército
de fantasmas en el costado,
con las heridas hundidas
en los dedos
poseídos por esa guerra
que sigue ardiendo
en la línea de combate
(fuente: "emma gunst")
domingo, 9 de noviembre de 2014
Miyó Vestrini (1938/1991 )
Cada vez que oscurece...
Cada vez que oscurece
amor mío,
me sorprende un rostro brumoso en los espejos
y escucho como llueve fuerte,
como llueven los aguaceros.
El recuerdo
la terrible indisposición de los que recuerdan algún lugar,
¿hay álguien en el camino?
No hay nadie en el camino
amor mío y paso distraída
sin ver el balcón donde chillan los azulejos.
Temo recordarte aún en el invierno próximo
y la madrugada ya andando,
hago el último,
furioso intento,
para dormir sin sueños ni claridades.
Cada vez que oscurece
amor mío,
me sorprende un rostro brumoso en los espejos
y escucho como llueve fuerte,
como llueven los aguaceros.
El recuerdo
la terrible indisposición de los que recuerdan algún lugar,
¿hay álguien en el camino?
No hay nadie en el camino
amor mío y paso distraída
sin ver el balcón donde chillan los azulejos.
Temo recordarte aún en el invierno próximo
y la madrugada ya andando,
hago el último,
furioso intento,
para dormir sin sueños ni claridades.
(fuente: "emma gunst")
sábado, 8 de noviembre de 2014
Francisco Ruiz Udiel (1977/2010 )
Cada cuatro años nace una poeta suicida
A Sexton, Plath y Pizarnik
Nacidas en 1928, 1932 y 1936
Cada cuatro años la muerte
abre la llave del gas de una cocina,
se fuma un cigarrillo en el sofá y espera.
Otras veces enciende el motor de un automóvil
dentro del garaje
y canta Chair in the Sky,
un poco de jazz no despertará
a las muñecas recién maquilladas, piensa.
Cada cuatro años la muerte toma
anfetaminas para adelgazar,
pero se le pasa un poco la mano
y ya no despierta.
No se pone triste ni alegre ni neurótica, no.
pero cada cuatro años
la muerte amanece lúgubre
y observa la tarde roja
desde una ventana.
Alguien trata de invocarme, dice,
y cierra amargamente los ojos.
A mí me da pesar, no sé,
es como si ella quisiera decirnos
o contarnos algo desde su delgado rostro blanco,
como si estuviera cansada de estrangular mujeres.
Yo la conozco muy poco,
pero me consta que aborrece su funéreo oficio.
Últimamente la han visto respirar
cierto aire suicida.
Cada cuatro años a la muerte
se le irritan los ojos,
sabemos que ha llorado, lo sabemos,
pero callamos,
sabemos también que busca algún vientre
y como ella no tiene el privilegio de la carne materna
aferra entonces sus fríos y delgados dedos
en el primer ombligo que encuentra.
Por eso cada cuatro años algunas niñas
ya vienen muertas.
(fuente: "emma gunst")
viernes, 7 de noviembre de 2014
Witold Gombrowicz (1904/1969 )
Un corazón es
Un corazón es un saco que puede almacenar un montón de cosas: el frío corazón del asesino, el corazón del libertino reducido a cenizas, el corazón fiel de la mujer enamorada, un ardiente corazón, un corazón ingrato, un corazón celoso, un corazón vengativo, etcétera.
fuente: La virginidad,
Tusquets editor,
col. Cuadernos ínfimos/18
Serie Los heterodoxos, no. 4
(dirigida por Sergio Pitol)
Barcelona, 1970
Un corazón es un saco que puede almacenar un montón de cosas: el frío corazón del asesino, el corazón del libertino reducido a cenizas, el corazón fiel de la mujer enamorada, un ardiente corazón, un corazón ingrato, un corazón celoso, un corazón vengativo, etcétera.
fuente: La virginidad,
Tusquets editor,
col. Cuadernos ínfimos/18
Serie Los heterodoxos, no. 4
(dirigida por Sergio Pitol)
Barcelona, 1970
jueves, 6 de noviembre de 2014
Julián Bejarano (1983 )
El hombre y los astros
Acabo de mudarme a este monoambiente.
De espaldas a la cama tengo un ventanal
para espiar las mutaciones del cielo
y los movimientos pausados de las nubes
además de ver cubiertas de automóviles
que la gente abandona sobre los techos de sus viviendas.
Arriba del escritorio tengo desplegado el mapa estelar
correspondiente al mes de agosto
veo que Andrómeda está en dirección a Pegaso
hacia el extremo este
y que Piscis persigue a Acuario con velocidad
escapando de la traición y de la muerte.
Nos peleamos y después nos amamos
debajo de estas cobijas que ahora están desordenadas
hacia la punta de la cama.
Seguramente algo de todos estos fenómenos
que ocurren en el espacio
explican nuestras idas y venidas,
nuestros aciertos y fallidos,
las ganas de estar acompañados o totalmente solos.
Acabo de mudarme a este monoambiente.
De espaldas a la cama tengo un ventanal
para espiar las mutaciones del cielo
y los movimientos pausados de las nubes
además de ver cubiertas de automóviles
que la gente abandona sobre los techos de sus viviendas.
Arriba del escritorio tengo desplegado el mapa estelar
correspondiente al mes de agosto
veo que Andrómeda está en dirección a Pegaso
hacia el extremo este
y que Piscis persigue a Acuario con velocidad
escapando de la traición y de la muerte.
Nos peleamos y después nos amamos
debajo de estas cobijas que ahora están desordenadas
hacia la punta de la cama.
Seguramente algo de todos estos fenómenos
que ocurren en el espacio
explican nuestras idas y venidas,
nuestros aciertos y fallidos,
las ganas de estar acompañados o totalmente solos.
(fuente: "rua das petras")
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Czeslaw Milosz (1911/2004 )
A cierta edad
Buscábamos confesar nuestros pecados, pero no había a quién.
Nubes blancas se negaron a aceptarlos, y el viento
Estaba muy ocupado visitando un mar tras otro.
No tuvimos éxito en interesar a los animales.
Los perros, decepcionados, esperaban una orden.
El gato, como siempre inmoral, se fue quedando dormido.
Una persona aparentemente muy cercana
No estaba dispuesta a oír sobre cosas pasadas.
Conversaciones con amigos entre vodka o café
No deberían prolongarse más allá de la primera señal de aburrimiento.
Sería humillante pagar por hora
A un hombre diplomado, sólo por escucharnos.
Iglesias. Tal vez, iglesias. ¿Pero para confesar qué?
Que solíamos vernos hermosos y nobles,
Pero más tarde, en nuestro lugar, un feo sapo
Entreabre su grueso párpado
Y uno ve claramente: “Esto soy yo”.
(fuente: "otra iglesia es imposible", versión del inglés de carmen iriondo y rafael felipe oteriño)
Buscábamos confesar nuestros pecados, pero no había a quién.
Nubes blancas se negaron a aceptarlos, y el viento
Estaba muy ocupado visitando un mar tras otro.
No tuvimos éxito en interesar a los animales.
Los perros, decepcionados, esperaban una orden.
El gato, como siempre inmoral, se fue quedando dormido.
Una persona aparentemente muy cercana
No estaba dispuesta a oír sobre cosas pasadas.
Conversaciones con amigos entre vodka o café
No deberían prolongarse más allá de la primera señal de aburrimiento.
Sería humillante pagar por hora
A un hombre diplomado, sólo por escucharnos.
Iglesias. Tal vez, iglesias. ¿Pero para confesar qué?
Que solíamos vernos hermosos y nobles,
Pero más tarde, en nuestro lugar, un feo sapo
Entreabre su grueso párpado
Y uno ve claramente: “Esto soy yo”.
(fuente: "otra iglesia es imposible", versión del inglés de carmen iriondo y rafael felipe oteriño)
martes, 4 de noviembre de 2014
Eugenio Montejo poeta
Los árboles
Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.
Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.
(fuente: "cómo cantaba mayo en la noche")
Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.
Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.
(fuente: "cómo cantaba mayo en la noche")
lunes, 3 de noviembre de 2014
Anónimo
En tiempos del señor Nezahualcóyotl...
En tiempos del señor Nezahualcóyotl
fueron apresadas dos ancianas
de cabello encanecido
blanco como la nieve,
yerto como la fibra seca del maguey.
Fueron encerradas
porque se las aprendió
cuando iban a cometr adulterio:
ya que sus respectivos maridos
eran también muy viejos
iban ellas a tener trato carnal
con unos estudiantillos, con unos
[jovencillos.
El señor Nezahualcóyotl
les preguntó, les dijo:
"Señoras nuestras,
¿qué es lo que se oye?
¿Qué es lo que me haréis saber?
¿Acaso todavía
deseáis la cosa de la carne?
¿No estáis ya satisfechas,
estando ya como estáis?
¿Cómo vivíais
cuando erais aún jóvenes?
Decídmelo, declarádmelo
que para esto estáis aquí."
Le respondieron:
"Señor, rey, señor nuestro,
recibe, escucha:
Vosotros los hombres ya viejos,
vosotros sentís desgana de la carne,
porque os abandonó ya la potencia,
os gastasteis todo de prisa
y ya no os queda nada.
Pero nosotras las mujeres
no nos cansamos de esto
porque hay en nosotras
como una cueva, un barranco.
Sólo espera
lo que habréis de echarle
porque su oficio es recibir."
(fuente: Salvador Novo, Las locas, el sexo y los burdeles, editorial Diana, México, 1979.)
En tiempos del señor Nezahualcóyotl
fueron apresadas dos ancianas
de cabello encanecido
blanco como la nieve,
yerto como la fibra seca del maguey.
Fueron encerradas
porque se las aprendió
cuando iban a cometr adulterio:
ya que sus respectivos maridos
eran también muy viejos
iban ellas a tener trato carnal
con unos estudiantillos, con unos
[jovencillos.
El señor Nezahualcóyotl
les preguntó, les dijo:
"Señoras nuestras,
¿qué es lo que se oye?
¿Qué es lo que me haréis saber?
¿Acaso todavía
deseáis la cosa de la carne?
¿No estáis ya satisfechas,
estando ya como estáis?
¿Cómo vivíais
cuando erais aún jóvenes?
Decídmelo, declarádmelo
que para esto estáis aquí."
Le respondieron:
"Señor, rey, señor nuestro,
recibe, escucha:
Vosotros los hombres ya viejos,
vosotros sentís desgana de la carne,
porque os abandonó ya la potencia,
os gastasteis todo de prisa
y ya no os queda nada.
Pero nosotras las mujeres
no nos cansamos de esto
porque hay en nosotras
como una cueva, un barranco.
Sólo espera
lo que habréis de echarle
porque su oficio es recibir."
(fuente: Salvador Novo, Las locas, el sexo y los burdeles, editorial Diana, México, 1979.)
domingo, 2 de noviembre de 2014
Claribel Alegría (1924 )
Savoir faire
Mi gato negro ignora
que va a morir un día
no se aferra a la vida
como yo
salta desde el tejado
ligero como el aire
se sube al tamarindo
arañándolo apenas
no lo amedrenta el paso de los puentes
ni el callejón oscuro
ni el pérfido alacrán
mi gato negro ama
a cuanta gata encuentra
no se deja atrapar
por un único amor
como lo hice yo.
Mi gato negro ignora
que va a morir un día
no se aferra a la vida
como yo
salta desde el tejado
ligero como el aire
se sube al tamarindo
arañándolo apenas
no lo amedrenta el paso de los puentes
ni el callejón oscuro
ni el pérfido alacrán
mi gato negro ama
a cuanta gata encuentra
no se deja atrapar
por un único amor
como lo hice yo.
(fuente: "rua das petras")
sábado, 1 de noviembre de 2014
Louise Glück (1943 )
El espejo
Mirándote ante el espejo me pregunto
qué se sentirá ser tan hermoso
y por qué en vez de amarte a ti mismo
te cortas, rasurándote
como un ciego. Creo que me permites observar
de manera que puedas volverte contra ti mismo
con mayor violencia,
necesitado de mostrarme cómo rasgas la carne
desdeñosamente y sin titubeos,
hasta que te veo correctamente,
como un hombre herido, no
el reflejo que deseo
Mirándote ante el espejo me pregunto
qué se sentirá ser tan hermoso
y por qué en vez de amarte a ti mismo
te cortas, rasurándote
como un ciego. Creo que me permites observar
de manera que puedas volverte contra ti mismo
con mayor violencia,
necesitado de mostrarme cómo rasgas la carne
desdeñosamente y sin titubeos,
hasta que te veo correctamente,
como un hombre herido, no
el reflejo que deseo
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites", traductor: r. vargas)
viernes, 31 de octubre de 2014
Pablo Pérez, cronista
Del tedio
Escribo “leather” en el buscador de YouTube y aparecen instrucciones sobre cómo hacer un pirograbado en una billetera o en un cinturón. Afino la búsqueda, agrego “wearing” (vestir) y aparecen videos de moda, mujeres dando consejos sobre cómo vestirse de cuero. Lo que busco son videos caseros de hombres leather, solos frente a la cámara, fumando, tocándose, esquivando la censura de YouTube porque no llegan al sexo explícito. Enciendo un cigarrillo, tomo un trago de cerveza, borro la búsqueda anterior y escribo: “leather bulge” (bulto leather). Un pibe tirado en la cama con pantalones de cuero y zapatillas, el bulto en primer plano. No, no. Zapatillas, no; cama, tampoco. “Full leather men”, escribo y la cosa se pone más interesante: un flaco alto de veintipico de años vestido con camisa, pantalón y botas de cuero. Tiene cara de inocente, pero cuando se pone los anteojos oscuros y la gorra mejora. Lo que no cierra es el contexto. Está sentado en un sillón tapizado de azul eléctrico; al fondo una cortina de voile; al costado, sobre una mesita, una lámpara muy kitsch y un jarrón de cristal. Avanzo con el cursor sobre el indicador de carga para ver cuadro por cuadro si la situación cambia. Llego a una toma desde el piso, el flaco alto ahora está de pie, se ve desde abajo cómo se acaricia con los guantes puestos el bulto enfundado en cuero, asoma la cabeza y mira amenazante. Aquel flaquito vestido de cuero que parecía estar sentado en el living de la tía de pronto tiene la apariencia de un Full Leather Master. Muestra las botas, la suela. Me siento como si estuviera ahí abajo lamiéndolas. Enciendo otro cigarrillo y me sirvo más cerveza para disfrutar de los siete minutos que quedan. Pero no. Coitus interruptus. Sale a la calle y se apoya de pie contra una pared. Lo mejor pasó, vuelve a ser el mismo flaco sin actitud de antes, tiene mala postura, quiere poner cara de malo y no le sale. Cliqueo los videos que aparecen al costado, los chequeo todos, ninguno me interesa. Ahora la búsqueda es frenética, escribo en el buscador “full leather smoking” y aparece mi premio: el video de un tal GUTWOLF “Full leather & Cohiba robusto”. Por la contextura física parece un cuarentón, quizá cincuentón, la camisa de cuero ajustada enfunda una robusta panza, un cigarro en la mano izquierda enguantada, de la cara apenas se ve la barba oscura y tupida. Por un costado entra la luz del sol que ilumina las bocanadas de humo lamiendo el cuero. GUTWOLF se aleja de la cámara y se lo ve mejor, usa anteojos oscuros y gorra. Estoy de rodillas ante él, me echa el humo en la cara. Se aleja más, los pantalones ajustados destacan su gran bulto, sus piernas, su culo, su manera de pararse, con los pies separados, muy varonil. Se pone de costado y luego de frente, se acaricia, baja la cámara y deja ver sus botas. Ahora sí, muerto de sed, tan lejos y tan cerca, tan excitado, hago un fondo blanco de cerveza, miro el resto del video y lo guardo entre mis favoritos. En el vaso queda sólo la espuma.
(fuente: "soy", Página/ 12 en línea, 31.X.2014)
Escribo “leather” en el buscador de YouTube y aparecen instrucciones sobre cómo hacer un pirograbado en una billetera o en un cinturón. Afino la búsqueda, agrego “wearing” (vestir) y aparecen videos de moda, mujeres dando consejos sobre cómo vestirse de cuero. Lo que busco son videos caseros de hombres leather, solos frente a la cámara, fumando, tocándose, esquivando la censura de YouTube porque no llegan al sexo explícito. Enciendo un cigarrillo, tomo un trago de cerveza, borro la búsqueda anterior y escribo: “leather bulge” (bulto leather). Un pibe tirado en la cama con pantalones de cuero y zapatillas, el bulto en primer plano. No, no. Zapatillas, no; cama, tampoco. “Full leather men”, escribo y la cosa se pone más interesante: un flaco alto de veintipico de años vestido con camisa, pantalón y botas de cuero. Tiene cara de inocente, pero cuando se pone los anteojos oscuros y la gorra mejora. Lo que no cierra es el contexto. Está sentado en un sillón tapizado de azul eléctrico; al fondo una cortina de voile; al costado, sobre una mesita, una lámpara muy kitsch y un jarrón de cristal. Avanzo con el cursor sobre el indicador de carga para ver cuadro por cuadro si la situación cambia. Llego a una toma desde el piso, el flaco alto ahora está de pie, se ve desde abajo cómo se acaricia con los guantes puestos el bulto enfundado en cuero, asoma la cabeza y mira amenazante. Aquel flaquito vestido de cuero que parecía estar sentado en el living de la tía de pronto tiene la apariencia de un Full Leather Master. Muestra las botas, la suela. Me siento como si estuviera ahí abajo lamiéndolas. Enciendo otro cigarrillo y me sirvo más cerveza para disfrutar de los siete minutos que quedan. Pero no. Coitus interruptus. Sale a la calle y se apoya de pie contra una pared. Lo mejor pasó, vuelve a ser el mismo flaco sin actitud de antes, tiene mala postura, quiere poner cara de malo y no le sale. Cliqueo los videos que aparecen al costado, los chequeo todos, ninguno me interesa. Ahora la búsqueda es frenética, escribo en el buscador “full leather smoking” y aparece mi premio: el video de un tal GUTWOLF “Full leather & Cohiba robusto”. Por la contextura física parece un cuarentón, quizá cincuentón, la camisa de cuero ajustada enfunda una robusta panza, un cigarro en la mano izquierda enguantada, de la cara apenas se ve la barba oscura y tupida. Por un costado entra la luz del sol que ilumina las bocanadas de humo lamiendo el cuero. GUTWOLF se aleja de la cámara y se lo ve mejor, usa anteojos oscuros y gorra. Estoy de rodillas ante él, me echa el humo en la cara. Se aleja más, los pantalones ajustados destacan su gran bulto, sus piernas, su culo, su manera de pararse, con los pies separados, muy varonil. Se pone de costado y luego de frente, se acaricia, baja la cámara y deja ver sus botas. Ahora sí, muerto de sed, tan lejos y tan cerca, tan excitado, hago un fondo blanco de cerveza, miro el resto del video y lo guardo entre mis favoritos. En el vaso queda sólo la espuma.
(fuente: "soy", Página/ 12 en línea, 31.X.2014)
Óscar Hahn (1938 )
Cosas que se escuchan
Qué extraño es sentir el sonido de la lluvia
cuando no está lloviendo
mirar por la ventana las calles secas
y sentir el sonido incesante de la lluvia
Ahora escucho el crujido de una silla mecedora
Alguien teje alguien se para
alguien entra con unas tazas de té
alguien hace ruido con la vajilla
Qué extraño es sentir el quejido
de una silla mecedora
cuando nadie se está meciendo
el tintinear de la vajilla
cuando nadie está poniendo la mesa
la algarabía de los invitados
cuando las sillas están vacías
y el sonido de la lluvia
el persistente sonido de la lluvia
cuando no está lloviendo
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
Qué extraño es sentir el sonido de la lluvia
cuando no está lloviendo
mirar por la ventana las calles secas
y sentir el sonido incesante de la lluvia
Ahora escucho el crujido de una silla mecedora
Alguien teje alguien se para
alguien entra con unas tazas de té
alguien hace ruido con la vajilla
Qué extraño es sentir el quejido
de una silla mecedora
cuando nadie se está meciendo
el tintinear de la vajilla
cuando nadie está poniendo la mesa
la algarabía de los invitados
cuando las sillas están vacías
y el sonido de la lluvia
el persistente sonido de la lluvia
cuando no está lloviendo
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites")
jueves, 30 de octubre de 2014
Juan Rodolfo Wilcock (1919/1978 )
Espacio
En mi habitación no hay nada
excepto el fonógrafo y un lecho;
y en el corazón tampoco hay nada
excepto un hijo de mí diverso.
Así, hay espacio para moverse
tanto en el corazón como en el cuarto;
he arrojado los harapos al fuego,
tirado al mar los sentimientos.
No todos tienen vacío el cuarto,
no todos tienen el corazón vacío,
aún se puede dejar entrar
cada mañana un mundo nuevo.
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites", traductor: horacio armani)
En mi habitación no hay nada
excepto el fonógrafo y un lecho;
y en el corazón tampoco hay nada
excepto un hijo de mí diverso.
Así, hay espacio para moverse
tanto en el corazón como en el cuarto;
he arrojado los harapos al fuego,
tirado al mar los sentimientos.
No todos tienen vacío el cuarto,
no todos tienen el corazón vacío,
aún se puede dejar entrar
cada mañana un mundo nuevo.
(fuente: "la biblioteca de marcelo leites", traductor: horacio armani)
miércoles, 29 de octubre de 2014
Ulla Hahn (1946 )
Mi padre
¿Quién es?
preguntan mis amigos
señalando la foto en mi escritorio
del que está entre Salvador Allende y Angela Davis.
Es mi padre, que está muerto, respondo.
Y nadie vuelve a preguntar.
¿Quién eres?
Pregunto yo al hombre
que ni en la foto del pasaporte sonríe
y me mira sobre el hombro
como si saludara a quien no le gusta.
Campesino, uno entre doce,
a los once dejó la escuela
donde había aprendido
a mirar hacia arriba
mientras bajaba la cabeza.
Encorvado
como un obrero sobre una máquina
o un soldado
al que han engañado
luchando contra Rojos.
Después de todo fue otro tiempo:
cree que no lo entendía.
Pero fue como un obrero sobre una máquina
o un padre de familia que iba los domingos a la iglesia
gracias a su mujer y la gente del pueblo.
Yo lo odiaba.
Y por las noches, cuando volvía de la fábrica
le gritaba palabrotas en inglés y latín
y sentada en la mesa de mis maestros
mientras el té me chorreaba de las manos
y mis rodilla temblaban le hacía chistes
sobre las patas de las máquinas que olían a aceite.
Difícil fue perder mi fe hasta que entendí y supe
que quería amarle hasta la muerte
de todos los culpables de su vida y mi odio.
A veces (cuando ya tenía la manta sobre sus rodillas
y estaba sentado en la silla de ruedas)
tomaba mi mano y mientras la medía con sus dedos y mirada
preguntaba cómo esperaba yo crear un mundo nuevo.
Contigo, le respondía, y levantaba mi puño con el suyo.
Luego hacíamos del tiempo cosa nuestra
y le contaba como una sexta parte del mundo ya era roja
y él valoraba cada parte una por una metódicamente.
¿Qué es?
Preguntaban mis amigos y yo respondía:
uno de nosotros.
Excepto porque el fotógrafo
olvidó que él me miraba y sonreía.
1972
(fuente: "revista arquitrave", no.56, en línea,versión de HAT)
¿Quién es?
preguntan mis amigos
señalando la foto en mi escritorio
del que está entre Salvador Allende y Angela Davis.
Es mi padre, que está muerto, respondo.
Y nadie vuelve a preguntar.
¿Quién eres?
Pregunto yo al hombre
que ni en la foto del pasaporte sonríe
y me mira sobre el hombro
como si saludara a quien no le gusta.
Campesino, uno entre doce,
a los once dejó la escuela
donde había aprendido
a mirar hacia arriba
mientras bajaba la cabeza.
Encorvado
como un obrero sobre una máquina
o un soldado
al que han engañado
luchando contra Rojos.
Después de todo fue otro tiempo:
cree que no lo entendía.
Pero fue como un obrero sobre una máquina
o un padre de familia que iba los domingos a la iglesia
gracias a su mujer y la gente del pueblo.
Yo lo odiaba.
Y por las noches, cuando volvía de la fábrica
le gritaba palabrotas en inglés y latín
y sentada en la mesa de mis maestros
mientras el té me chorreaba de las manos
y mis rodilla temblaban le hacía chistes
sobre las patas de las máquinas que olían a aceite.
Difícil fue perder mi fe hasta que entendí y supe
que quería amarle hasta la muerte
de todos los culpables de su vida y mi odio.
A veces (cuando ya tenía la manta sobre sus rodillas
y estaba sentado en la silla de ruedas)
tomaba mi mano y mientras la medía con sus dedos y mirada
preguntaba cómo esperaba yo crear un mundo nuevo.
Contigo, le respondía, y levantaba mi puño con el suyo.
Luego hacíamos del tiempo cosa nuestra
y le contaba como una sexta parte del mundo ya era roja
y él valoraba cada parte una por una metódicamente.
¿Qué es?
Preguntaban mis amigos y yo respondía:
uno de nosotros.
Excepto porque el fotógrafo
olvidó que él me miraba y sonreía.
1972
(fuente: "revista arquitrave", no.56, en línea,versión de HAT)
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