viernes, 9 de marzo de 2018

Jorge de Lima (1893/1953 )

La invención de Orfeo


Era un caballo todo hecho de lavas
cubierto de brasas y de espinas.
En las tardes amenas él venía
y leía el mismo libro que yo hojeaba.

Después lamía la página y borraba
la memoria de los versos más sufridos:
entonces la oscuridad cubría el libro,
y el caballo de fuego se encantaba.

Bien sabía que él aún ardía
en el salitre del libro subsistido
y transformado en olas levantadas.

Bien se sabía el libro que él leía:
la locura del hombre angustiado

en que el íncubo caballo se nutría.


("otra iglesia es imposible", trad. antonio cisneros)

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