Las distancias
a armen lubin
Giran los vencejos en las alturas del aire:
pero aún más altos giran los astros invisibles.
Cuando el día se retire a las extremedidades de la tierra
surgirán estos fuegos sobre la extensión de oscura arena…
Así habitamos una región de movimientos
y de distancias; así el corazón
va del árbol al pájaro, del pájaro a los astros remotos,
del astro a su amor. Así el amor
se enciende en la casa cerrada, gira y trabaja,
servidor de quienes llevan, inquietos, una lámpara en la mano.
("trianarts", trad. rafael josé díaz)
viernes, 30 de junio de 2017
jueves, 29 de junio de 2017
Jorge Eduardo Eielson (1924/2006 )
Mutatis mutandi
7
de inexplicable cristal
que respira
quisiera ser de nylon
de celophan de acero
de sonrientes materias
que no mueren
no soy en cambio
sino de carne y hueso
juguete pálido del jazz
y de las horas
miserable volumen
que padece
"Lo importante no es creer"
O no creer en Dios. Lo importante
Es seguir haciendo lo mismo
Que el día anterior
Lavarse la cara en el alba
Encender el fuego en la noche
Pero hacerlo siempre
Con gran cuidado como si Dios
Fuera tan sólo una escoba
Que nos limpia el corazón
Y también el comedor
("otra iglesia es imposible" y muro fb de luis armenta malpica)
7
de inexplicable cristal
que respira
quisiera ser de nylon
de celophan de acero
de sonrientes materias
que no mueren
no soy en cambio
sino de carne y hueso
juguete pálido del jazz
y de las horas
miserable volumen
que padece
"Lo importante no es creer"
O no creer en Dios. Lo importante
Es seguir haciendo lo mismo
Que el día anterior
Lavarse la cara en el alba
Encender el fuego en la noche
Pero hacerlo siempre
Con gran cuidado como si Dios
Fuera tan sólo una escoba
Que nos limpia el corazón
Y también el comedor
("otra iglesia es imposible" y muro fb de luis armenta malpica)
miércoles, 28 de junio de 2017
Frank Báez (1979 )
Ars Poética
Tal si fuera un pájaro atrapo el poema.
Lo siento latir en mis manos.
Pero a veces lo aprieto demasiado
y lo destrozo.
Maullido
No he visto las mejores mentes
de mi generación y ni me interesa.
("llegó el fin del mundo a mi barrio" antología, ed. valparaíso, méxico, 2017)
Tal si fuera un pájaro atrapo el poema.
Lo siento latir en mis manos.
Pero a veces lo aprieto demasiado
y lo destrozo.
Maullido
No he visto las mejores mentes
de mi generación y ni me interesa.
("llegó el fin del mundo a mi barrio" antología, ed. valparaíso, méxico, 2017)
martes, 27 de junio de 2017
José Watanabe (1945/2007 )
Fábula
En el cauce del río seco
una espigada yegua orina sobre un sapo agradecido.
Yo, que voy de paso, sonrío y recuerdo
una antigua ley de compensaciones
de la magia: más feo el sapo
más bello y deslumbrante el príncipe.
Ay, pero la abundante orina de la yegua no es amor
y, aunque amorosamente regada,
no rompe los hechizos más perversos:
es sólo un poco de agua ácida en esta sequedad solar.
La yegua se aleja trotando aliviada, moviendo
las ancas
como una muchacha. Yo voy por los espinos resecos
recordando al sapo:
el pobre no tenía encantamiento
y se quedó solo
y soportando su fealdad inmutable
y ahora meada.
("rua das pretas")
En el cauce del río seco
una espigada yegua orina sobre un sapo agradecido.
Yo, que voy de paso, sonrío y recuerdo
una antigua ley de compensaciones
de la magia: más feo el sapo
más bello y deslumbrante el príncipe.
Ay, pero la abundante orina de la yegua no es amor
y, aunque amorosamente regada,
no rompe los hechizos más perversos:
es sólo un poco de agua ácida en esta sequedad solar.
La yegua se aleja trotando aliviada, moviendo
las ancas
como una muchacha. Yo voy por los espinos resecos
recordando al sapo:
el pobre no tenía encantamiento
y se quedó solo
y soportando su fealdad inmutable
y ahora meada.
("rua das pretas")
lunes, 26 de junio de 2017
Igor Barreto (1952 )
Regreso
A San Fernando quiero ir en el vapor Delta.
Desde las escalerillas ver cómo el barco separa
las cargas de troncos de los aserraderos
y los lomos florecidos de los caimanes.
Llegar a su puerto de tablones
donde el río entrega las aguas de cien barrancas
y el recuerdo de algún pueblo orillero.
Cuando la lluvia descuelga sobre mi cabeza
angostas calles enhebran la cifra de tu nombre.
El río crecido roza la capilla del ánima salvadora
donde iré a dejar unas cuantas monedas
por los amigos que enfermaron de distancia.
Al pasado quiero ir en el vapor Delta,
a los burdeles, a las galleras del traspatio,
donde Dios habita la plenitud de su tristeza.
Que todos los sabanales resplandezcan con su brillo.
Yo me voy por esta senda donde el rayo se enmantilla.
Amo las noches lenguaraces de sus muelles,
el sucio butacón de las nubes en los días de invierno
con marineros apoyados en sus palancas de anoncillo.
El lirio viejo de sus bosques.
A San Fernando quiero ir,
quiero volver,
ahora que el paisaje ha muerto de alabanza.
("periódico de poesía", nueva época, no. 4, unam, conaculta, inba, verano 2002)
A San Fernando quiero ir en el vapor Delta.
Desde las escalerillas ver cómo el barco separa
las cargas de troncos de los aserraderos
y los lomos florecidos de los caimanes.
Llegar a su puerto de tablones
donde el río entrega las aguas de cien barrancas
y el recuerdo de algún pueblo orillero.
Cuando la lluvia descuelga sobre mi cabeza
angostas calles enhebran la cifra de tu nombre.
El río crecido roza la capilla del ánima salvadora
donde iré a dejar unas cuantas monedas
por los amigos que enfermaron de distancia.
Al pasado quiero ir en el vapor Delta,
a los burdeles, a las galleras del traspatio,
donde Dios habita la plenitud de su tristeza.
Que todos los sabanales resplandezcan con su brillo.
Yo me voy por esta senda donde el rayo se enmantilla.
Amo las noches lenguaraces de sus muelles,
el sucio butacón de las nubes en los días de invierno
con marineros apoyados en sus palancas de anoncillo.
El lirio viejo de sus bosques.
A San Fernando quiero ir,
quiero volver,
ahora que el paisaje ha muerto de alabanza.
("periódico de poesía", nueva época, no. 4, unam, conaculta, inba, verano 2002)
domingo, 25 de junio de 2017
Charles Simic (1938 )
Si tan solo tuviera
Si tan solo tuviera un perro, estos cuervos que se congregan
en mi patio sabrían lo que es bueno.
Si tan solo el cartero hiciera un alto en mi buzón,
me pondría a leer una carta en la calle
para que todos me envidiarais al pasar.
Si tan solo tuviera un coche que funcionara,
me iría a la playa un día de invierno
para sentarme y ver cómo las olas
tratan de herir a los grandes peñascos
y se dispersan como ratones después de cada intento.
Si tan solo tuviera una mujer que me hiciera
una sopa caliente las noches de frío
y tal vez un pastel de chocolate,
del que me llevaría un trocito a la cama
para compartirlo con ella después de amarnos.
Si tan solo mis ojos pudieran ver mejor,
leería la historia de las aves que migran
sobre vastos desiertos y océanos
y de cómo necesitan volver a nosotros cada primavera
después de visitar muchos países exóticos y cálidos.
("apología de la luz", s/c al traductor)
Si tan solo tuviera un perro, estos cuervos que se congregan
en mi patio sabrían lo que es bueno.
Si tan solo el cartero hiciera un alto en mi buzón,
me pondría a leer una carta en la calle
para que todos me envidiarais al pasar.
Si tan solo tuviera un coche que funcionara,
me iría a la playa un día de invierno
para sentarme y ver cómo las olas
tratan de herir a los grandes peñascos
y se dispersan como ratones después de cada intento.
Si tan solo tuviera una mujer que me hiciera
una sopa caliente las noches de frío
y tal vez un pastel de chocolate,
del que me llevaría un trocito a la cama
para compartirlo con ella después de amarnos.
Si tan solo mis ojos pudieran ver mejor,
leería la historia de las aves que migran
sobre vastos desiertos y océanos
y de cómo necesitan volver a nosotros cada primavera
después de visitar muchos países exóticos y cálidos.
("apología de la luz", s/c al traductor)
sábado, 24 de junio de 2017
Ko Un (1933 )
Bebé
Antes de tu nacimiento
antes que tu padre
antes que tu madre
tu balbuceo ya estaba ahí.
Cucú
Al alba tres cucús se sientan juntos
ni una palabra
ni qué bueno es otro mundo
ni qué bueno es este mundo
Los cucús de ayer fueron olvidados.
aún es temprano para los cucús de hoy
El mejor momento del día.
("a media voz", versión de joung kwon tae, revisada por isabel r. cachera)
Antes de tu nacimiento
antes que tu padre
antes que tu madre
tu balbuceo ya estaba ahí.
Cucú
Al alba tres cucús se sientan juntos
ni una palabra
ni qué bueno es otro mundo
ni qué bueno es este mundo
Los cucús de ayer fueron olvidados.
aún es temprano para los cucús de hoy
El mejor momento del día.
("a media voz", versión de joung kwon tae, revisada por isabel r. cachera)
viernes, 23 de junio de 2017
Zbigniew Herbert (1924/1998 )
Informe desde el paraíso
En el paraíso la semana laboral dura treinta horas
los salarios son más altos los precios no dejan de caer
el trabajo físico no fatiga (a causa de la menor gravedad)
partir leña es como escribir a máquina
el sistema social es estable y los gobiernos sensatos
de verdad en el paraíso se está mejor que en cualquier otro país
En principio debía haber sido distinto–
círculos luminosos coros y grados de abstracción
pero no se logró separar con precisión
el cuerpo de su alma y ésta llegaba hasta aquí
con una gota de grasa con un hilo de músculos
se imponía sacar algunas conclusiones
mezclar un grano de lo absoluto con un grano de arcilla
una desviación más de la doctrina la última desviación
solo Juan lo había previsto: resucitaréis con vuestro cuerpo
A Dios lo contemplan unos pocos
es sólo para aquellos de espíritu puro
los demás escuchan comunicados sobre sus milagros y diluvios
con el tiempo todos verán a Dios
pero cuándo sucederá no lo sabe nadie
De momento el sábado a las doce del mediodía
las sirenas mugen dulcemente
y de las fábricas salen proletarios celestes
llevando bajo el brazo sin garbo sus alas como violines.
("apología de la luz", trad. xaverio ballester)
En el paraíso la semana laboral dura treinta horas
los salarios son más altos los precios no dejan de caer
el trabajo físico no fatiga (a causa de la menor gravedad)
partir leña es como escribir a máquina
el sistema social es estable y los gobiernos sensatos
de verdad en el paraíso se está mejor que en cualquier otro país
En principio debía haber sido distinto–
círculos luminosos coros y grados de abstracción
pero no se logró separar con precisión
el cuerpo de su alma y ésta llegaba hasta aquí
con una gota de grasa con un hilo de músculos
se imponía sacar algunas conclusiones
mezclar un grano de lo absoluto con un grano de arcilla
una desviación más de la doctrina la última desviación
solo Juan lo había previsto: resucitaréis con vuestro cuerpo
A Dios lo contemplan unos pocos
es sólo para aquellos de espíritu puro
los demás escuchan comunicados sobre sus milagros y diluvios
con el tiempo todos verán a Dios
pero cuándo sucederá no lo sabe nadie
De momento el sábado a las doce del mediodía
las sirenas mugen dulcemente
y de las fábricas salen proletarios celestes
llevando bajo el brazo sin garbo sus alas como violines.
("apología de la luz", trad. xaverio ballester)
jueves, 22 de junio de 2017
Lêdo Ivo (1924/2012 )
Incluso cuando solitario
Preparé una fogata en el bosque
para calentar a los que lejos de mí
están sintiendo frío.
Con la harina más pura hice el pan
para nutrir a los que cerca de mí
están sintiendo hambre.
Cavé un pozo y encontré
el agua prometida
para los que mueren de sed.
Soy agua, fuego y pan. Y a las sombras de los remotos horizontes
no las separo de las voces que están cerca.
Soy lejos y cerca en los claros abiertos
o en el bosque cerrado, en el silencio
de la flor que se abre.
Y fluido como el agua y duro como las rocas
estoy siempre donde está el dolor del mundo.
Incluso cuando solitario camino entre los hombres.
("life vest under your seat", s/c al traductor)
Preparé una fogata en el bosque
para calentar a los que lejos de mí
están sintiendo frío.
Con la harina más pura hice el pan
para nutrir a los que cerca de mí
están sintiendo hambre.
Cavé un pozo y encontré
el agua prometida
para los que mueren de sed.
Soy agua, fuego y pan. Y a las sombras de los remotos horizontes
no las separo de las voces que están cerca.
Soy lejos y cerca en los claros abiertos
o en el bosque cerrado, en el silencio
de la flor que se abre.
Y fluido como el agua y duro como las rocas
estoy siempre donde está el dolor del mundo.
Incluso cuando solitario camino entre los hombres.
("life vest under your seat", s/c al traductor)
miércoles, 21 de junio de 2017
Wislawa Szymborska (1923/2012 )
A mi corazón el domingo
Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.
Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.
Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.
Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.
Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.
Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.
Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.
Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.
Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.
Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.
("el hacedor de sueños", trad. gerardo beltrán)
martes, 20 de junio de 2017
Raúl Gómez Jattin (1945/1997 )
El amor brujo
He robado parte de tu cuerpo y de tu alma
Le he tendido una celada a los recuerdos
que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor?
El cielo de la noche casi azul se asoma
entre tus pestañas Noche vibrátil
Una vez me fui hasta tu regió de monte
enfermo de hongos y tristezas muy tristes
Y aluciné con tu imagen alta y flexible
galopando un caballo de nube Luego
Venías por la tarde desde el Retiro de los Indios
en tu carruaje blanco y yo iba a pie
por la carretera Como un sonámbulo
Sonríes desde lejos como si masticaras
mi corazón entre tus colmillos
Mis palabras le quitan a tu vida muerte
Vives en este libro aunque te tengo miedo
Aunque apenas si hemos hablado
Pero te amo tanto como siempre
Tanto como puedas imaginar
Y estamos lejos
Como el sol del mar.
Si se quiere llegar a...
Si se quiere llegar a ser una buena víctima
es necesario saber de toda la dulzura
que entrelaza al verdugo con la muerte
de la paciencia con que afila su hacha
de la soledad que ilumina su vida
y la de sus inocentes hijos
del esfuerzo que implica portar y levantar el arma
de la sangre que pringa sus pantalones
Todas esas consideraciones deben estar presentes
en el momento de recoger nuestro pelo sobre la nuca
y poner en sus manos el pescuezo.
("vallejo y co.")
He robado parte de tu cuerpo y de tu alma
Le he tendido una celada a los recuerdos
que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor?
El cielo de la noche casi azul se asoma
entre tus pestañas Noche vibrátil
Una vez me fui hasta tu regió de monte
enfermo de hongos y tristezas muy tristes
Y aluciné con tu imagen alta y flexible
galopando un caballo de nube Luego
Venías por la tarde desde el Retiro de los Indios
en tu carruaje blanco y yo iba a pie
por la carretera Como un sonámbulo
Sonríes desde lejos como si masticaras
mi corazón entre tus colmillos
Mis palabras le quitan a tu vida muerte
Vives en este libro aunque te tengo miedo
Aunque apenas si hemos hablado
Pero te amo tanto como siempre
Tanto como puedas imaginar
Y estamos lejos
Como el sol del mar.
Si se quiere llegar a...
Si se quiere llegar a ser una buena víctima
es necesario saber de toda la dulzura
que entrelaza al verdugo con la muerte
de la paciencia con que afila su hacha
de la soledad que ilumina su vida
y la de sus inocentes hijos
del esfuerzo que implica portar y levantar el arma
de la sangre que pringa sus pantalones
Todas esas consideraciones deben estar presentes
en el momento de recoger nuestro pelo sobre la nuca
y poner en sus manos el pescuezo.
("vallejo y co.")
lunes, 19 de junio de 2017
Igor Barreto (1952 )
El burdel
Era un recinto de ahilaradas habitaciones
muy cerca de la Imprenta de los Niños Huérfanos.
Al redoble del ángelus llegaban los comensales:
el fogonero de un barco de sal
un general
de negra perilla y voz de órgano:
el mismo que baña en vasos de aguardiente
sus riñones de toro viejo.
Desde los cuartos de las meretrices
se veían las casas de San Fernando
como granos de arroz
en el barro hediondo de los esteros.
En noches de chubasco
y de música de mabil
el sigilo afiló mi mano hasta la Media Morocota,
La Caimana o La Garza
aprisionadas en las verdes sales de cobre
de los alambiques.
Ellas fueron:
sobre breñales la fragancia del nardo
la oscura sabia que cintillea mi vida
y se pierde entre ciénagas.
Era un recinto de ahilaradas habitaciones
muy cerca de la Imprenta de los Niños Huérfanos.
Al redoble del ángelus llegaban los comensales:
el fogonero de un barco de sal
un general
de negra perilla y voz de órgano:
el mismo que baña en vasos de aguardiente
sus riñones de toro viejo.
Desde los cuartos de las meretrices
se veían las casas de San Fernando
como granos de arroz
en el barro hediondo de los esteros.
En noches de chubasco
y de música de mabil
el sigilo afiló mi mano hasta la Media Morocota,
La Caimana o La Garza
aprisionadas en las verdes sales de cobre
de los alambiques.
Ellas fueron:
sobre breñales la fragancia del nardo
la oscura sabia que cintillea mi vida
y se pierde entre ciénagas.
("la parada poética" blogspot)
domingo, 18 de junio de 2017
Uriel Martínez (1950 )
Perdí el oído...
Perdí el oído derecho hace tiempo,
cuando me tumbó el caballo de Aquiles
por mi falta de pericia
en la equitación;
la pérdida me llevó a desatender
el canto de las sirenas mientras
cruzaba solo el mar encrespado
del siglo;
con ello extravié también el sentido
del equilibrio, la simetría del rostro
al atender a mis interlocutores
con el oído izquierdo;
pasados los años la vista fue
gradualmente nublándose
como nublado fue el siglo en
que nací.
Me maravilla haber vivido
con carencias casi dos décadas
de la nueva era, la XXI, acaso
un día pierda más facultades.
Pero no importa, me basta el silencio
que me envuelve, la oscuridad que
gradualmente comienza a habitarme
para desentenderme de mi entorno.
[Inédito]
Perdí el oído derecho hace tiempo,
cuando me tumbó el caballo de Aquiles
por mi falta de pericia
en la equitación;
la pérdida me llevó a desatender
el canto de las sirenas mientras
cruzaba solo el mar encrespado
del siglo;
con ello extravié también el sentido
del equilibrio, la simetría del rostro
al atender a mis interlocutores
con el oído izquierdo;
pasados los años la vista fue
gradualmente nublándose
como nublado fue el siglo en
que nací.
Me maravilla haber vivido
con carencias casi dos décadas
de la nueva era, la XXI, acaso
un día pierda más facultades.
Pero no importa, me basta el silencio
que me envuelve, la oscuridad que
gradualmente comienza a habitarme
para desentenderme de mi entorno.
[Inédito]
sábado, 17 de junio de 2017
Wang Wei (699 d.C/761 d.C. )
El cercado de las magnolias
Las montañas del otoño
acogen la luz postrera,
vuelan los pájaros
en pos de los que partieron.
A rachas destellan
rayos esmeralda,
y la bruma vespertina
no tiene donde quedarse.
("apología de la luz", s/c al traductor)
Las montañas del otoño
acogen la luz postrera,
vuelan los pájaros
en pos de los que partieron.
A rachas destellan
rayos esmeralda,
y la bruma vespertina
no tiene donde quedarse.
("apología de la luz", s/c al traductor)
viernes, 16 de junio de 2017
Luís Quintais (1968 )
Doce
XII
Pensé, insistente,
en el valor de un árbol
cortado, madera acumulada
en el rincón más oscuro de un garaje,
pensé en las presunciones del invierno,
en la domesticidad
sin fecha marcada.
Perseguí la inviolable página
fiera de mis días ya muertos.
Pensé, por protección, en las tiendas de canela
a las que regresaría después del improbable
regreso.
En la insepulta Lisboa
concibiendo un diagrama
de árboles cortados sobre lo acontecido,
y dentro de eso, en el oscuro rincón del garaje,
una figuración de un rostro o una voz,
insignificante morada.
Pensé en mis padres,
y no los vi
en la pantalla de lo espeso eterno.
("nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed.unam, méxico, 2016; traducción de josé javier villarreal)
XII
Pensé, insistente,
en el valor de un árbol
cortado, madera acumulada
en el rincón más oscuro de un garaje,
pensé en las presunciones del invierno,
en la domesticidad
sin fecha marcada.
Perseguí la inviolable página
fiera de mis días ya muertos.
Pensé, por protección, en las tiendas de canela
a las que regresaría después del improbable
regreso.
En la insepulta Lisboa
concibiendo un diagrama
de árboles cortados sobre lo acontecido,
y dentro de eso, en el oscuro rincón del garaje,
una figuración de un rostro o una voz,
insignificante morada.
Pensé en mis padres,
y no los vi
en la pantalla de lo espeso eterno.
("nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed.unam, méxico, 2016; traducción de josé javier villarreal)
jueves, 15 de junio de 2017
Josefa Parra (1965 )
Cosas que no tendremos
Cosas que no tendremos:
Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Cosas que me he perdido:
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
Habitación de hotel, 1931 (Edward Hopper)
Si hubiera una promesa
entre tú y yo, una cita
prorrogada, una luz allá a lo lejos
con que poder guiarme;
si quedase esperanza
-aunque fuese una triste
diminuta esperanza-;
si alguna vez tus labios
hubiesen pronunciado
la palabra mortal que yo anhelaba,
o algo que me sonara parecido,
pienso que aún hallaría
razón para aguardarte.
¿Y quién sabe si el trueque de la carne
no fue, de alguna forma, una promesa?
("el hacedor de sueños y "cómo cantaba mayo en la noche")
Cosas que no tendremos:
Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Cosas que me he perdido:
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
Habitación de hotel, 1931 (Edward Hopper)
Si hubiera una promesa
entre tú y yo, una cita
prorrogada, una luz allá a lo lejos
con que poder guiarme;
si quedase esperanza
-aunque fuese una triste
diminuta esperanza-;
si alguna vez tus labios
hubiesen pronunciado
la palabra mortal que yo anhelaba,
o algo que me sonara parecido,
pienso que aún hallaría
razón para aguardarte.
¿Y quién sabe si el trueque de la carne
no fue, de alguna forma, una promesa?
("el hacedor de sueños y "cómo cantaba mayo en la noche")
miércoles, 14 de junio de 2017
Mary Rose O'Reilley (1944 )
Hablar en lenguas
Voy a misa cada domingo
aunque no creo ni una palabra,
porque el deseo de Dios
es una plegaria dicha en los huesos.
Cuando la gente le pide a Jesús
voy a un lugar del cuerpo
donde tales palabras se elevan,
uno de los valles
donde la esperanza se aferra al deseo;
tenemos tantos parajes así
uno creería que fuimos hechos
para mantener el llanto.
Cuando los ancianos a mi alrededor
levantan las manos
como si alguien los acorralara,
dándolo todo,
recuerdo un puerto en el estuario,
viendo a la garza volando contracorriente,
es el momento de transición el que me perturba-
como crea su raquítico
carrito de mandado a partir de un cuerpo
para hacerlo volar.
La chamariz de pino, estancado en una costa ventosa,
recuerda los bosques
que extrañará cuando vengan las carencias; así
el bosque boreal se incrusta en mi mente:
primero como grieta, ausencia,
después en la caída de palabras
deshechas del sentido, como el tartamudeo
que escuchas cuando alguien cae
del barranco del lenguaje. Llámalo don.
("círculo de poesía", versión esteban lópez arciga)
martes, 13 de junio de 2017
Tadeusz Rozewicz(1921/2014 )
Ya es mi hora...
A la memoria de Konstanty Puzyna
Ya es mi hora
el tiempo apremia
qué puedo llevar conmigo
a la otra orilla
nada
entonces esto es
todo
mami
sí hijito
esto es todo
y entonces sólo hay esto
sólo hay esto
entonces esto es ya es la vida entera
sí la vida entera
("cómo cantaba mayo en la noche", trad. joanna niedbalska-fernández y raúl fernández jódar)
A la memoria de Konstanty Puzyna
Ya es mi hora
el tiempo apremia
qué puedo llevar conmigo
a la otra orilla
nada
entonces esto es
todo
mami
sí hijito
esto es todo
y entonces sólo hay esto
sólo hay esto
entonces esto es ya es la vida entera
sí la vida entera
("cómo cantaba mayo en la noche", trad. joanna niedbalska-fernández y raúl fernández jódar)
lunes, 12 de junio de 2017
Adam Zagajewski (1945 )
Zurbarán
Zurbarán pintó
santos españoles
y naturalezas muertas,
los alternaba,
y por eso los objetos
que yacen en las pesadas mesas
de sus naturalezas muertas
son, también, santos.
("el cultural", traducción martín lópez-vega)
Zurbarán pintó
santos españoles
y naturalezas muertas,
los alternaba,
y por eso los objetos
que yacen en las pesadas mesas
de sus naturalezas muertas
son, también, santos.
("el cultural", traducción martín lópez-vega)
domingo, 11 de junio de 2017
Luis Aguilar (1971 )
Diario de Yony Paz
Catorce/ Abril 14, 2009
En una noche aromatizada por la hierba, sus amigos me contaron que una vez mató a un perro de un balazo porque no paraba de ladrar. Unos más me dijeron que era falso: que aventó al perro a la autopista justo cuando pasaba un tráiler. La verdad que me contó -furia que de sí desconocía, su alma prófuga de la rabia- fue que el perro lloraba frente a la choza de sus padres, apaleado, casi sin vida. Que le tomó las patas y lo cargó de golpe para meterlo a casa. Que lo curó por varios días hasta que el perro pudo valerse de su cola y sonreír como suele hacerlo un animal que resucita luego de ser crucificado. Se acomodó de lado en las sábanas a rayas y mordió suave mi tetilla izquierda para quedarse dormido luego, acurrucado, suelto, plano. A pesar del desamparo, poco le costaba siempre atravesar el sueño. Sus pestañas, un aguacero de octubre, abanicaban una tristeza muy profunda, como si hubiese cometido un crimen. Nunca pudo recordar el nombre de aquel perro.
("los cuerpos imprevistos", ed. universidad autónoma de coahuila, saltillo, col. celosía, 2016)
sábado, 10 de junio de 2017
Luis Antonio de Villena (1951 )
Joyas
No debes salir por la tarde, ni menos
buscar esos lugares donde la joven
belleza se agolpa deliciosa. No debes
salir a esas horas. Los cuerpos vibran
como juncos espléndidos, cruzan, vegetales,
por tus ojos, ofrecen, intocable, el largor
delicioso de unas piernas; cabellos dorados
y espaldas que adivinas suntuosas en
ocultos recorridos. Brillas sedas y bronces,
pechos adolescentes, camaradería imposible
al tacto o las monedas, deseos que arden
y triscan cual mitológicos caballos
desasidos de brida. Tropeles juveniles.
Y vuelves, ya sabes, a casa, con sangre
entre las manos, fatigados los ojos
y temblando las piernas; los cortes de
la navaja aquella por los brazos. Cansado,
pobre, triste, herido, excitadísimo.
No salgas por las tardes. No debes. Pero,
en fin, si no eres capaz, como creo, de impedirlo,
si te llama tanto el fuego de las gemas,
haz (pues así debe ser) lo que tú quieras.
Pero no olvides que te avisé. Y ya he cumplido.
("en afán desmedido", ed. uv, xalapa, veracruz, méxico, 2017)
No debes salir por la tarde, ni menos
buscar esos lugares donde la joven
belleza se agolpa deliciosa. No debes
salir a esas horas. Los cuerpos vibran
como juncos espléndidos, cruzan, vegetales,
por tus ojos, ofrecen, intocable, el largor
delicioso de unas piernas; cabellos dorados
y espaldas que adivinas suntuosas en
ocultos recorridos. Brillas sedas y bronces,
pechos adolescentes, camaradería imposible
al tacto o las monedas, deseos que arden
y triscan cual mitológicos caballos
desasidos de brida. Tropeles juveniles.
Y vuelves, ya sabes, a casa, con sangre
entre las manos, fatigados los ojos
y temblando las piernas; los cortes de
la navaja aquella por los brazos. Cansado,
pobre, triste, herido, excitadísimo.
No salgas por las tardes. No debes. Pero,
en fin, si no eres capaz, como creo, de impedirlo,
si te llama tanto el fuego de las gemas,
haz (pues así debe ser) lo que tú quieras.
Pero no olvides que te avisé. Y ya he cumplido.
("en afán desmedido", ed. uv, xalapa, veracruz, méxico, 2017)
viernes, 9 de junio de 2017
Minerva Margarita Villarreal (1957 )
Laude
Una ráfaga
Un viento
Un carro de fuego
al interior del cielo
Una ráfaga
un viento
Un carro de fuego
en la mansión del cielo
Una ráfaga
Un viento
Elías resplandece
en el piso 24
del Hilton Reforma
("las maneras del agua", ed. fce, méxico, 2016)
Una ráfaga
Un viento
Un carro de fuego
al interior del cielo
Una ráfaga
un viento
Un carro de fuego
en la mansión del cielo
Una ráfaga
Un viento
Elías resplandece
en el piso 24
del Hilton Reforma
("las maneras del agua", ed. fce, méxico, 2016)
jueves, 8 de junio de 2017
Al Berto (1948/1997 )
Sin título y bastante breve
tengo la mirada fija en los ángulos oscuros de la casa
intento descubrir un cruce de líneas misteriosas, y con ellas quiero
construir un templo en forma de isla
y de manos disponibles para el amor.
en realidad, estoy derrumbado
sobre la mesa de sucia formica de una taberna verde, no sé donde
busco las aves recogidas en el vértigo de la noche
borracho entrelazo los dedos
poseo los insectos duros como uñas desgarrando
los rostros blancos de las casas abandonadas, a la orilla del mar
dicen que al poseer todo esto
podría haber sido un hombre feliz, que tiene por defecto
interrogarse sobre la melancolía de las manos
esta memoria lámina incansable
un cigarro
otro cigarro ciertamente me va a calmar
¿qué sé yo sobre las tempestades de la sangre?. ¿y del agua?
en el fondo sólo amo el lado escondido de las islas
amanezco dolorosamente, escribo lo que puedo
estoy inmóvil, la luz me atraviesa como un sismo
hoy, voy a correr a la velocidad de mi soledad
("círculo de poesía", versión luis david palacios)
tengo la mirada fija en los ángulos oscuros de la casa
intento descubrir un cruce de líneas misteriosas, y con ellas quiero
construir un templo en forma de isla
y de manos disponibles para el amor.
en realidad, estoy derrumbado
sobre la mesa de sucia formica de una taberna verde, no sé donde
busco las aves recogidas en el vértigo de la noche
borracho entrelazo los dedos
poseo los insectos duros como uñas desgarrando
los rostros blancos de las casas abandonadas, a la orilla del mar
dicen que al poseer todo esto
podría haber sido un hombre feliz, que tiene por defecto
interrogarse sobre la melancolía de las manos
esta memoria lámina incansable
un cigarro
otro cigarro ciertamente me va a calmar
¿qué sé yo sobre las tempestades de la sangre?. ¿y del agua?
en el fondo sólo amo el lado escondido de las islas
amanezco dolorosamente, escribo lo que puedo
estoy inmóvil, la luz me atraviesa como un sismo
hoy, voy a correr a la velocidad de mi soledad
("círculo de poesía", versión luis david palacios)
miércoles, 7 de junio de 2017
Al Berto (1948/1997 )
El cuervo vuela...
El cuervo vuela como una navaja atravesada en la boca de quien escribe. Viene a posarse en el hombro luminoso del habla. Quien escribe segrega palabras negras, tan negras como sus alas:
—No hubo un solo día en que no estuviese enamorado de ti. En que no haya pensado, en pleno vuelo, deshacerte a picotazos. Tan solo quiero decirte, Alexandre, que llegué a comprender el lenguaje limpio de los pájaros, a leer nuestro futuro en las entrañas de las víctimas, a vencer al miedo, a las serpientes por medio de encantamientos, a evocar las sombras, a excavar la ciudad hasta sus abismos más profundos, a hacer del día noche y de la noche día...
Pero si miras el firmamento, descubrirás una ruta de estrellas. Y verás que una estrella comienza a caer. Debes, entonces, observar atentamente su recorrido y el lugar donde por fin se extinga.
En ese punto de la noche insomne encontrarás Samarcanda.
("frontera d", versión de fernando menéndez)
El cuervo vuela como una navaja atravesada en la boca de quien escribe. Viene a posarse en el hombro luminoso del habla. Quien escribe segrega palabras negras, tan negras como sus alas:
—No hubo un solo día en que no estuviese enamorado de ti. En que no haya pensado, en pleno vuelo, deshacerte a picotazos. Tan solo quiero decirte, Alexandre, que llegué a comprender el lenguaje limpio de los pájaros, a leer nuestro futuro en las entrañas de las víctimas, a vencer al miedo, a las serpientes por medio de encantamientos, a evocar las sombras, a excavar la ciudad hasta sus abismos más profundos, a hacer del día noche y de la noche día...
Pero si miras el firmamento, descubrirás una ruta de estrellas. Y verás que una estrella comienza a caer. Debes, entonces, observar atentamente su recorrido y el lugar donde por fin se extinga.
En ese punto de la noche insomne encontrarás Samarcanda.
("frontera d", versión de fernando menéndez)
martes, 6 de junio de 2017
Rosario Castellanos (1925/1974 )
Los adioses
Quisimos aprender la despedida
y rompimos la alianza
que juntaba al amigo con la amiga.
Y alzamos la distancia
entre las amistades divididas.
Para aprender a irnos, caminamos.
Fuimos dejando atrás las colinas, los valles,
los verdeantes prados.
Miramos su hermosura
pero no nos quedamos.
Desamor
Me vio como se mira al través de un cristal
o del aire
o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí
ni en ninguna otra parte
ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado
a la fosa común.
("life vest under your seat" y "emma gunst")
Quisimos aprender la despedida
y rompimos la alianza
que juntaba al amigo con la amiga.
Y alzamos la distancia
entre las amistades divididas.
Para aprender a irnos, caminamos.
Fuimos dejando atrás las colinas, los valles,
los verdeantes prados.
Miramos su hermosura
pero no nos quedamos.
Desamor
Me vio como se mira al través de un cristal
o del aire
o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí
ni en ninguna otra parte
ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado
a la fosa común.
("life vest under your seat" y "emma gunst")
lunes, 5 de junio de 2017
Jorge Reis-Sá (1977 )
Siéntate aquí
La silla está vacía, un cuerpo ausente no entibia
la madera que le da forma. Y no oigo el mensaje
que me quisiste dar, ni tu voz fuerte que grita
a los niños a la hora de levantarse. Oigo tu abrazo en el
corredor, en Gaia, y los ojos humedecidos por la
inesperada
despedida. El sol huye. Pero el crepúsculo dibuja
la sombra que tengo pegada a los pies. O el espejo,
cubierto con tu cara. Padre: mi sombra eres tú.
("nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed. unam, méxico, 2016; sel., prólogo y notas de nuno júdice; traducción de josé javier villarreal)
La silla está vacía, un cuerpo ausente no entibia
la madera que le da forma. Y no oigo el mensaje
que me quisiste dar, ni tu voz fuerte que grita
a los niños a la hora de levantarse. Oigo tu abrazo en el
corredor, en Gaia, y los ojos humedecidos por la
inesperada
despedida. El sol huye. Pero el crepúsculo dibuja
la sombra que tengo pegada a los pies. O el espejo,
cubierto con tu cara. Padre: mi sombra eres tú.
("nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed. unam, méxico, 2016; sel., prólogo y notas de nuno júdice; traducción de josé javier villarreal)
domingo, 4 de junio de 2017
Uriel Martínez (1950 )
Como ladrón...
como ladrón primerizo el aire
brincó la ventana y cayó
la fotografía en que aparecemos
juntos;
cayó al piso, se estrelló
y fue luego una imagen
en sepia, como nosotros,
ajenos;
corrí luego la ventana,
eché la aldaba, gritó
el pestillo; no había aceite;
barrí los restos de la imagen
como pude y los llevé
al cesto de desechos,
como yo, como tú,
como nadie;
luego el silencio fue.
[Inédito]
como ladrón primerizo el aire
brincó la ventana y cayó
la fotografía en que aparecemos
juntos;
cayó al piso, se estrelló
y fue luego una imagen
en sepia, como nosotros,
ajenos;
corrí luego la ventana,
eché la aldaba, gritó
el pestillo; no había aceite;
barrí los restos de la imagen
como pude y los llevé
al cesto de desechos,
como yo, como tú,
como nadie;
luego el silencio fue.
[Inédito]
sábado, 3 de junio de 2017
Margarida Vale de Gato (1973 )
Anna Karenina
Desconfío, Tolstoi, que no nos estábamos entendiendo:
dejé que me pintases por haber leído en algún lugar
no ser extraño que el artista se vuelva el retratado
pero pronto admito sorprendí en mí tus gestos
que yo era un modelo para tus poses obedecía me
inclinaba
conforme me mirabas me abstraía cuando diluías
tus pupilas en la función de no verme erecta no había
ningún deseo entre nosotros yo simplemente moría
en fin sabías de eso desde el principio yo sin ninguna
calma
debo decirte esperé que cambiases de ideas no conseguí
jugar contigo sería además delicado no me habrías
matado así
como en el inicio pero ibas allá a defraudar tan fáciles
auspicios
previendo hombre cruel de antemano entre todos que
jamás
me escribieron el no elegante desecho de mi cuerpo
de mujer perdida al salto de la locomotora los brazos
acaso
no balanceaban quisiste partirme y ver de qué me hacía
me sacaste un hijo me sacaste dos me diste más que un
hombre
y ni siquiera a cambio te ocupó armarme pase el
obsceno chiste
pensaste que debía perderme pero fue cuando comencé
a cansarte
y todos los apellidos y el espíritu y las relaciones que me
atribuías
fruto de un complejo sistema lingüístico pulida la falsa
intimidada nada de aquello me decía tal como mis ojos
atiende no fueron nunca oscuros y tan poco fulgurantes
que el magnetismo es cosa es cosa animal yo quería
la verdad al paso que tú con criterio juzgabas escogías
el tono pastel que mejor me sentaba y decías son oscuros
mientras yo para variar intentaba verme en tu papel y
claramente
te fijaba costó tanto que no pude desistir y al final
después
de tanto esfuerzo entendí absolutamente nada eras quien
me leías y yo quien no existía y ese enojo
de hembra en que se entera y para otro vuelo es bloqueada
ya entonces
yo definía bajo tu áspera pluma poco fui
capaz atisbando sobre tu hombro de corregirte la mano
bueno sería que estuviéramos parejos sin embargo
todavía no en paz.
["nueve poetas portugueses, antología", ed. unam, méxico, 2016; selección, prólogo y notas de nuno júdice; traducción josé javier villarreal]
Desconfío, Tolstoi, que no nos estábamos entendiendo:
dejé que me pintases por haber leído en algún lugar
no ser extraño que el artista se vuelva el retratado
pero pronto admito sorprendí en mí tus gestos
que yo era un modelo para tus poses obedecía me
inclinaba
conforme me mirabas me abstraía cuando diluías
tus pupilas en la función de no verme erecta no había
ningún deseo entre nosotros yo simplemente moría
en fin sabías de eso desde el principio yo sin ninguna
calma
debo decirte esperé que cambiases de ideas no conseguí
jugar contigo sería además delicado no me habrías
matado así
como en el inicio pero ibas allá a defraudar tan fáciles
auspicios
previendo hombre cruel de antemano entre todos que
jamás
me escribieron el no elegante desecho de mi cuerpo
de mujer perdida al salto de la locomotora los brazos
acaso
no balanceaban quisiste partirme y ver de qué me hacía
me sacaste un hijo me sacaste dos me diste más que un
hombre
y ni siquiera a cambio te ocupó armarme pase el
obsceno chiste
pensaste que debía perderme pero fue cuando comencé
a cansarte
y todos los apellidos y el espíritu y las relaciones que me
atribuías
fruto de un complejo sistema lingüístico pulida la falsa
intimidada nada de aquello me decía tal como mis ojos
atiende no fueron nunca oscuros y tan poco fulgurantes
que el magnetismo es cosa es cosa animal yo quería
la verdad al paso que tú con criterio juzgabas escogías
el tono pastel que mejor me sentaba y decías son oscuros
mientras yo para variar intentaba verme en tu papel y
claramente
te fijaba costó tanto que no pude desistir y al final
después
de tanto esfuerzo entendí absolutamente nada eras quien
me leías y yo quien no existía y ese enojo
de hembra en que se entera y para otro vuelo es bloqueada
ya entonces
yo definía bajo tu áspera pluma poco fui
capaz atisbando sobre tu hombro de corregirte la mano
bueno sería que estuviéramos parejos sin embargo
todavía no en paz.
["nueve poetas portugueses, antología", ed. unam, méxico, 2016; selección, prólogo y notas de nuno júdice; traducción josé javier villarreal]
viernes, 2 de junio de 2017
Maria do Rosário Pedreira (1959 )
Arte poética
En una novela, una taza es sólo
una taza -que puede derramar
café sobre un poema, si el poeta,
entiéndase bien, fuera el personaje.
En un poema, aún manchado
de café, el poema es ciertamente el
cuenco de una mano -por donde yo
bebo el mundo, maravillada, si tú,
entiéndase bien, fueras el poeta.
En nuestra novela, no siempre soy
yo quien lleva las tazas a la mesa
para que nos sentemos por la noche, tomados
de las manos, para comentar que la lata del café llegó
a su fin, que la vida
ya va muy avanzada para todos
los libros que aún pensamos leer.
En mi poema, no necesitamos café
para mantenernos despiertos: mi
boca está siempre en el cuenco de tus manos,
todos los días hay páginas en tus ojos,
la vida se escribe sin nunca envejecer.
["nueve poetas portugueses para un nuevo siglo (antología), sel., prólgo y notas de nuno júdice, ed. unam, méxico, 2016; traducción josé javier villarreal]
En una novela, una taza es sólo
una taza -que puede derramar
café sobre un poema, si el poeta,
entiéndase bien, fuera el personaje.
En un poema, aún manchado
de café, el poema es ciertamente el
cuenco de una mano -por donde yo
bebo el mundo, maravillada, si tú,
entiéndase bien, fueras el poeta.
En nuestra novela, no siempre soy
yo quien lleva las tazas a la mesa
para que nos sentemos por la noche, tomados
de las manos, para comentar que la lata del café llegó
a su fin, que la vida
ya va muy avanzada para todos
los libros que aún pensamos leer.
En mi poema, no necesitamos café
para mantenernos despiertos: mi
boca está siempre en el cuenco de tus manos,
todos los días hay páginas en tus ojos,
la vida se escribe sin nunca envejecer.
["nueve poetas portugueses para un nuevo siglo (antología), sel., prólgo y notas de nuno júdice, ed. unam, méxico, 2016; traducción josé javier villarreal]
jueves, 1 de junio de 2017
Ana Luísa Amaral (1956 )
El exceso más perfecto
Quería un poema de respiración tensa
y sin pudor.
Con la redonda elegancia de las mujeres barrocas
y todo lo opuesto del arbusto delgado.
Un poema que Rubens envidiase, al ver,
allá desde el fondo de tres siglos,
su magnífico cuerpo recostado sobre un diván,
y reclinados los brazos desnudos,
sólo con pulseras tan (pero tan) preciosas,
y un angelito encima,
en su pequeño nicho de nubes,
protegiéndolo, dulce.
Un poema así quería.
Mucho más que todas las dignidades griegas
del equilibrio.
Un poema hecho de excesos y dorados,
y todavía mucho más bello en su pujanza oscura y mística.
Ah, cómo quería yo un poema diferente
de la pureza del granito, y de la pureza del blanco,
y de la transparencia de las cosas transparentes.
Un poema exultando en la angustia,
un largo rododendro color sangre.
["nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed.unam, méxico, 2016; traductor josé javier villarreal]
Quería un poema de respiración tensa
y sin pudor.
Con la redonda elegancia de las mujeres barrocas
y todo lo opuesto del arbusto delgado.
Un poema que Rubens envidiase, al ver,
allá desde el fondo de tres siglos,
su magnífico cuerpo recostado sobre un diván,
y reclinados los brazos desnudos,
sólo con pulseras tan (pero tan) preciosas,
y un angelito encima,
en su pequeño nicho de nubes,
protegiéndolo, dulce.
Un poema así quería.
Mucho más que todas las dignidades griegas
del equilibrio.
Un poema hecho de excesos y dorados,
y todavía mucho más bello en su pujanza oscura y mística.
Ah, cómo quería yo un poema diferente
de la pureza del granito, y de la pureza del blanco,
y de la transparencia de las cosas transparentes.
Un poema exultando en la angustia,
un largo rododendro color sangre.
["nueve poetas portugueses para un nuevo siglo, antología", ed.unam, méxico, 2016; traductor josé javier villarreal]