jueves, 21 de abril de 2016

José Luis García Martín (1950 )

Un poeta menor


Su nombre ahora poco dice a nadie,
pero fue un triunfador. En su provincia
un busto le recuerda y una lápida,
y eruditos en arduos boletines.
Tenía un bello rostro de poeta;
soñadores los ojos y algo triste
la sonrisa. Debió ser muy feliz.
Le amaron, aplaudieron y mimaron.
De sus versos borrosos nada queda,
palabrería de época, hojarasca
que da risa o da sueño. Algún elogio
piadoso aún le otorga la rutina.
Haberlo sido todo y no ser nada...
¿Triste destino? ¡Ojalá fuese el mío!


("donde está el fuego", no.2, col. cuadernos de humo, diez, brooklyn, n.y., 2016, trad. del portugués, xavier zarco)

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