miércoles, 7 de octubre de 2015

Fernando del Paso (1935 )

LXXIX

Cuando yo era niño,
en la playa de Caleta
de Acapulco,
el agua me llegaba al cuello.
Un agua transparente y clara,
como la nada,
y veía yo pasar,
entre mis piernas,
miríadas de peces amarillos,
como si fueran bandadas
de aves doradas
retratadas en esa agua,
en esa nada.

Hoy, muchos años más tarde,
o quizá sería mejor decir: muchos años más noche,
sólo veo pasar a mis muertos
entre dos aguas.
Llamemos a una de esas dos aguas recuerdo,
y a la otra olvido.
Y a la suma de las dos, nada.
Hoy, que de nuevo me llega al cuello
el agua.


("premio fil de literatura 2007", guadalajara, méxico)

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