domingo, 30 de noviembre de 2014

José Watanabe (1945/2007 )

El kimono


Mi padre y mi madre eran sombras dispares
que ahora, muertas, acaso se encuentran más.
Yo recuerdo: él le regaló un kimono
y ella lloró en silencio
porque una gracia así
no concordaba
con su amor tan austero.

En la espalda del kimono
saltaba un salmón rojo.
Sobre los hombros de mi madre, el pez
parecía subir por la cascada de sus cabellos,
hermosísimos y azulados cabellos
de mestiza:
Una bella imagen que ella no podía ver.

Dígasela usted, padre,

para que deje de llorar.



(fuente: "griselda garcía")

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