viernes, 19 de julio de 2013

Fresnillo o la frivolidad

El primer alcalde electo que reconoce abiertamente ser gay, que es cantante y dueño de un bar para homosexuales, está por asumir su cargo en Zacatecas, entidad afectada en los últimos años por la violencia del narcotráfico.
El presidente municipal electo del municipio de Fresnillo, Benjamín Medrano, dijo que está orgulloso de ser gay y que no cree estar en riesgo por la violencia.
“Yo no tengo ningún riesgo, porque no tengo con ninguno de los grupos, en absoluto, ninguna relación”, dijo Medrano a AP en referencia a los carteles del narcotráfico -Los Zetas y el Cartel del Golfo- que se han enfrentado por el control de Fresnillo, una municipalidad de 230 mil habitantes que se asienta en algunas de las rutas de tráfico del norte de México.
“Naturalmente tengo miedo como cualquier ciudadano en Fresnillo”, dijo el hombre que ganó la alcaldía en los pasados comicios del 7 de julio y que asumirá el cargo en septiembre. Señaló que la violencia “ha disminuido, pero sigue siendo la peor pesadilla que tenemos en Fresnillo”.
Y junto a la violencia, la zona tiene una reputación de hombres de sombrero que suelen tener actitudes machistas.
El mismo Medrano, que compitió por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), solía usar sombrero durante su campaña.
Consideró que en general su estado, Zacatecas es “muy machista, diría yo”.
“Yo voy a ser alcalde de un municipio donde hay 258 comunidades de gente recia del campo que no tiene información ni siquiera de lo que pasa en este país, mucho menos que tenga una integración absoluta con su alcalde gay”, dijo.

 Los comicios en los que fue electo parecen un paso para reconocer los derechos de los homosexuales en Fresnillo, Zacatecas, una municipalidad que ha sido más conocida en el pasado reciente por enfrentamientos entre grupos criminales.
Medrano dijo que más que pensar en desafiar a la Iglesia católica o promover el matrimonio gay, como alcalde se enfocará en temas más apremiantes como la profesionalización de la policía municipal.
“Tampoco voy a pintar el palacio municipal de rosa”, dijo.
Mientas se ha rumorado que algunos legisladores y alcaldes son gays, no ha habido un caso de que alguien lo admita públicamente.
“El sería el primero”, dijo Alejandro Brito, director de “Letra S”, un reconocido grupo que promueve los derechos humanos, sexuales y reproductivos. “Ha habido como concejales, síndicos o miembros de cabildo, pero presidentes municipales abiertamente, no. Es la primera vez”, añadió.
Refirió que algunos legisladores homosexuales han ganado un asiento en congresos, pero no por ganar una contienda electoral, sino por un esquema de representación proporcional a través de los cuales son designados por sus partidos.
Aunque dijo que aún falta mucho para declarar una victoria en la lucha por los derechos políticos de los homosexuales, Brito dijo que la victoria electoral de Medrano si establece un precedente importante.
“Lo que demuestra eso es que nuestro marco de derechos humanos sí está proveyendo cierta protección”, dijo.
“Un adversario político homofóbico se expone más que un candidato abiertamente gay si expresa su homofobia”, consideró Brito. “La opinión pública no aguantaría expresiones de homofobia”.
Fresnillo parecería uno de los últimos lugares en México donde se elegiría un alcalde gay. Pero hay un par de factores que podrían explicarlo.
Primero es que Medrano es cantante y el propietario de un bar gay desde hace 18 años. Y el mundo de la música es una de las pocas áreas en México en las que son aceptados los gays.
Y segundo, que aunque Medrano promueve los derechos de los homosexuales, no lo usa como una bandera política. Además, él no está de acuerdo en todas las demandas de los movimientos gays.
“Yo no estoy de acuerdo en el matrimonio gay , no comparto… somos un pueblo, (y) aunque estemos viviendo en México no estamos preparados”, comentó.
Católico, dijo que desearía que la iglesia tuviera una visión distinta, pero no desea ir contra la doctrina.
Lo que sí critica es que haya políticos gays que se nieguen a reconocerlo públicamente.
“Me da mucho orgullo ser el primer alcalde gay que va a gobernar en este país abiertamente”, dijo.


(Está en chino encontrarle la cara positiva a un alcalde que militó, por conveniencia, en un partido de oposición, que su profesión sea de gallero, antrero y comerciante de vinos y licores; y que conquistó una alcaldía bajo las siglas del partido más corrupto y fundamentalista del siglo XX, el PRI. Tampoco de nada sirve gritar a voz en cuello las preferencias sexuales si su visión de un municipio violento es color de rosa. Nota en el sitio "24 horas".)

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