martes, 12 de mayo de 2020

Mia Couto (1955 )

El amor, mi amor




Nuestro amor es impuro
como impura es la luz y el agua
y todo lo que nace
y vive más allá del tiempo.

Mis piernas son agua,
las tuyas son luz
y le dan la vuelta al universo
cuando se enlazan
hasta que se vuelven desierto y oscuridad.

Y yo sufro al abrazarte
después de abrazarte para no sufrir.

Y te toco
para que dejes de tener cuerpo
y mi cuerpo nace
cuando se extingue en el tuyo.

Y respiro en ti
para sofocarme
y espío en tu claridad
para cegarme,
mi Sol vertido en la Luna,
mi noche amanecida.

Tú me bebes
y yo me convierto en tu sed.
Mis labios muerden,
mis dientes besan,
mi piel te viste
y permaneces aún más desnuda.

Si yo pudiese ser tú
Y en tu saudade ser mi propia espera.

Pero yo me echo en tu lecho
Cuando solo quería dormir en ti.

Y te sueño
Cuando ansiaba ser un sueño tuyo.

Y levito, vuelo como semilla,
para en mí mismo plantarte
no tanto como una flor: simple perfume.

Recuerdo de pétalo sin suelo donde caer.
Tus ojos inundando los míos
y mi vida, ya sin lecho,
va sorteando márgenes
hasta que todo es mar.
Ese mar que solo hay después del mar.



("afribuku", trad. alejandro de los santos)

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