foto: eriko stark
Leica
Es un domingo nublado.
Afuera de casa se estacionó
un vehículo de donde
descendieron nueve músicos
jóvenes.
Trajeron tambora, trompetas,
acordeones, tuba, clave
y otros instrumentos
musicales.
Van directo al velatorio
a acompañar a alguien
que falleció la víspera
violentamente.
De un momento a otro
escucharé el estruendo
que ahogará cualquier
llanto, ya de bebé, ya de viuda.
Cuando eso suceda me apostaré
en el balcón de casa
con una
Leica que tengo
para la ocasión.
(Inédito)
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