martes, 25 de junio de 2019

Williams Carlos Williams (1883/1963 )

El descenso



El descenso nos llama
como nos llamó el ascenso
La memoria es como
un logro,
una especie de renovación
casi
una iniciación, nuevos espacios abiertos
habitados por hordas
y por tanto, no implica
nuevas especies –
pues su movimiento
se dirige hacia destinos nuevos
(aunque hayan sido abandonados)

Ninguna derrota se compone sólo de derrota – pues
el mundo que abre siempre es un lugar
hasta entonces
insospechado. Un
mundo perdido,
un mundo insospechado,
nos llama a nuevos lugares
y ninguna blancura (perdida) es tan blanca como
el recuerdo de la blancura

Con la tarde, el amor despierta
aunque sus sombras
vivas por el brillo
del sol –
somnolientas ahora se abandonen
al deseo
El amor sin sombras surge ahora
comienza a despertar
conforme la noche
avanza.

El descenso
hecho de desesperanza
sin logros
cae en la cuenta
del nuevo despertar:
que es el revés
de la desesperanza.
Así, lo que no logramos,
lo negado al amor,
lo que hemos perdido antes –
se hace descenso

sin fin, indestructible.


("material de lectura", trad. pura lòpez colomè)

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