miércoles, 6 de febrero de 2019

Fadir Delgado (1984 )

La carne examina sus espinas



Tengo un nudo de arrugas secas

                   Una cuerda de crisálidas atada al cuello

Extiendo los brazos como alas resquebrajadas

                      Hay un olor agrio que me cubre

Abro los ojos en el agua que hierve en la cocina

-Es lo único que puedo hacer-

Nada podrá con la jauría que me reventará los párpados

Dejo que las bestias se cuelguen de mis ojos.




Ebriedad bajo la regadera



Pisa con cuidado

Te confieso:

No recogí tus restos

no acomodé tu cabeza



Te vi en el suelo del baño como un desperdicio de la noche

Los párpados se te caían

Vi la batalla que tenías con los ojos

Querías abrirlos

Pero ellos no querían verte



Estiraste el brazo y cerraste la puerta



Cuando lo hiciste

llevé tu sombra ebria a la cama

y todo se llenó de sal

Allí supe lo que abandona el mar cuando muere



Al otro lado

te ahogabas entre el grito

de la ola

del gato

de la luz

Escuché las bestias de agua que te salían por la boca



Después de la sal vino la sangre

Pero cuando apareció te habías dormido

Poseidón te había cerrado los ojos a la fuerza

Creo que hizo que te arrodillaras

Que le ofrecieras algún sacrificio

Te metió bajo la regadera y te arrancó la piel



Cuando regresaste a la cama te dormiste encima de tu sal

De tu propio cuerpo cosido a las sábanas



Por eso te digo:

Pisa con cuidado

Abre con cuidado la puerta

Allí debajo de esas baldosas

está el alcohol de tu sombra



Te lo advierto:

No te acuestes en el lado izquierdo de la cama

Todavía está la oscuridad de una ola que guarda tu tatuaje de ebriedad

Tu pezuña de rabia



Pon el oído en la almohada como si fuera un caracol



Sabrás que no miento



Allí

debajo de las baldosas

está tu sangre sepultada.


("panorama cultural")

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