domingo, 12 de agosto de 2018

Uriel Martínez (1950 )

Ciudad incierta



Anoche la ciudad era
un congelador abierto:
decidiste entornar la puerta
con una taza de chocolate,
un pan de trigo y los dedos
aferrados al recipiente.

Como pudiste hollaste
con los labios los bordes
de la noche, los meandros
inciertos del viento
y cerraste los ojos ya tarde.

Sin ira, sin rencor,
sin despedidas rodeadas
de silencio, apagaste
los brazos del candelabro,
las bujías de una noche de espera.

Sabes que las bajas temperaturas
serán frecuentes, los aleteos silenciosos
cubrirán las últimas horas
de esta ciudad incierta.


[Inédito]

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